02 | 𝐑𝐄𝐄𝐍𝐂𝐀𝐑𝐍𝐄

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Dejó caer los pétalos de jazmín en el recipiente de agua caliente, el vapor desprendió un encantador aroma a esta flor

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Dejó caer los pétalos de jazmín en el recipiente de agua caliente, el vapor desprendió un encantador aroma a esta flor. Tomó el recipiente de mil y vertió también un poco de esté, removió hasta disolverlo.

—¿Será suficiente con esto?— pensó.
Miró nuevamente el libro que trajo de Occidente de forma incógnita, ni siquiera McKenna tiene el conocimiento de que él trajo consigo mismo esté libro tomado 'prestado' de la biblioteca del palacio real —No logro entender estos ingredientes tan estúpidos, ¿cómo una poción de amor puede llevar saliva?, ¿de dónde podré sacarla? no puedo ir simplemente a pedírsela a mi rey.— se había dado por vencido. No podría utilizar aquella poción mágica, tendría que solo conformarse con las simples de las primeras páginas.

Cerró el libro con fuerzas, en serio se sentía frustrado.
Lo único que podía probar ahora era el utilizar una gran cantidad de la anterior fragancia y acercarse lo más que pueda a Sovieshu.

Tiró encima suyo una gran cantidad provocando hasta que tosiera un poco. Hace instantes lo visitó en su oficina y fue rechazado, ¿por qué no probar una vez más? utilizando de excusa el haber recibido notificaciones de parte de Occidente que son del príncipe Heinrey.

—Necesito ver con prisa a su majestad.— les dijo a los guardias de la entrada a la puerta de su oficina —Traigo noticias urgentes de Occidente que deben de ser oídas por él.

—Mi lady, va a tener que disculparnos, pero tenemos órdenes directas del Emperador de no molestar mientras él esté acompañado por la Emperatriz.— esto cayó mal para él.

—¿La Emperatriz?

—Regrese más tarde, cuando su majestad se halla desocupado.— aconsejó.

No tenía más opciones que devolverse a su dormitorio a esperar. Era tan frustrante el saber que toda la atención solo podía ser puesta en la Emperatriz Navier, ¿qué asuntos pueden ser más importantes con respecto a ella que con respecto al mismo imperio? Es totalmente absurdo.

—Tendré que hallar la manera de deshacerme por unos instantes de la Emperatriz.— su comentario fue dicho en voz baja para no poder ser oído por nadie más que él mismo.

La joven dama de compañía de la Emperatriz notó que la señorita extranjera venía de frente a ella por el mismo pasillo. Era una muchacha verdaderamente hermosa, su cabello albino ondulado era tan suave a simple vista que con su caminar esté tenía un encantador movimiento de arriba a abajo. Una cintura tan delgada con curvas seductoras, los vestidos que ella utilizaba le daba aún más puntos en seducción. ¿Cómo podía atreverse a verse aún más hermosa que la emperatriz Navier?

—¿Eres la joven dama de compañía de la emperatriz?— su pregunta dirigida a ella se la hizo teniéndola en frente suyo. ¿Cómo debería de actuar ahora ante ella?, ¿sería bueno ignorarla o simplemente responder cortante pero respetuosamente a su pregunta? La segunda opción era la correcta a fin de cuentas.

❝𝐑𝐄𝐄𝐍𝐂𝐀𝐑𝐍𝐄 ────𝘁𝗵𝗲 𝗱𝗶𝘃𝗼𝗿𝗰𝗲𝗱 𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲𝘀𝘀✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora