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──¿Sueno para ti descortés si... Te pidiera el poder dormir contigo una sola noche?── las palabras que Sovieshuu dijo fueron de enorme sorpresa para Navier. Jamás habría esperado algo igual, de hecho, ¿Por qué su corazón late de ese modo con esa propuesta?, en una de las manos de ellos dos adornan con belleza dos argollas matrimoniales que los une en un lazo inquebrantable; es algo común, no, es algo natural, algo que es claramente normal y natural en las parejas de casados, el dormir en la misma cama, el compartir un mismo acolchado, un mismo ambiente, un mismo aire... Esta sería la primera vez para Sovieshuu y para Navier el compartir una habitación.
──¿Su majestad?── fue aún más grande la sorpresa de Laura y Eliza al ver el ingresar a ambos monarcas a la misma habitación. ¿Charlarían antes de dormir?, ¿O discutirían algo importante?──¿Debemos de retirarnos y volver más tarde?── preguntó la mujer más adulta de entre las tres, la condesa, la respuesta de Navier fue de inmediata:
──Pueden retirarse a descansar── fue inmediata y demasiado sorprendente, ¿Irse a descansar?, las estaba dejando fuera de su función por aquella vez. ¿Acaso su majestad, el Emperador, no iba a retirarse de la habitación de la Emperatriz? esa pregunta obtuvo respuesta cuando notaron la manera en la que el masculino desprendía los botones de su ropa, aquellos que señían las muñecas──Me encargaré yo misma de prepararme para dormir, ¿De acuerdo?
──Sí, como usted diga── se retiraron con prisa del dormitorio para dejar de ser la razón de incomodidad entre los dos monarcas de Oriente.
La habitación quedó el un silencio extraño, ¿Incomodidad?, tal vez un poco. Esta pareja de casados no convive demasiado asique hacer esto para ellos es como el tener aquella primera noche de recién casados que jamás han tenido o jamás han intentando tener, hasta ahora.
──¿Desea que lo ayude?── se ofreció luego de notar como él quitaba los gemelos y pasaba a quitar el saco.
──No hace falta── respondió él──Puedes cambiarte con comodidad aquí, yo iré a... La otra parte del dormitorio hasta que termines, ¿De acuerdo?
Navier accedió solo para hacer sentir mejor a su compañero. El dormitorio de la emperatriz era enorme, se componía en la estancia principal, aquella que recibía el dormitorio y pasando unas puertas ingresabas al dormitorio en donde la cama aguardaba. Cayó rendido sobre el sofá. Fue demasiado pesado para él el tener que actuar como un emperador, sobre todo como este molesto personaje de Sovieshuu, al cual no sabe cómo interpretar perfectamente pues jamás en su vida se le ha ocurrido leer el siquiera algún "libro de dibujitos coreano", le parecían tontos, estúpidos, una pérdida total del tiempo pero, aún así, esos libros eran los preferidos por su pareja, a la cual será mejor olvidar pues cada vez que recuerda la culpa aún lo golpea demasiado.
"Fuiste un completo idiota con ella"
Su conciencia era cruel. Siempre fue cruel.
"No cometas el mismo error con Navier, ella es linda"
