Capítulo 15

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Esta semana había sido un nuevo descubrimiento para Sofia. Ahora que podía desahogarse con sus amigas, descubrió que estar clandestinamente enamorada de Dove no era tan malo. Bueno, era una mierda, pero ella no podía evitar sonreír al pronunciar su nombre y sus amigas sentir nauseas, cada vez que lo hacina. [Por amigas hablamos de Rowan y Verónica. Nora vivía la vida feliz y tranquila.]

El lunes todo iba bien. Estaba con sus amigas caminado directamente a su casillero, pero cuando intento abrirlo, este no le dejaba.

-Intenta otra vez.- Le dijo Verónica y Sofia volvió a introducir la combinación, pero quería abrir.

Estaba segura que era el suyo, lo había sido durante dos años. Le dio unos cuantos golpes a la puerta y esta no parecía querer ceder, ya iba a ser la primera clase y su tarea de ingles estaba en el casillero. Al final tuvo que desistir y fue hasta la clase, el profesor le resto puntos y ni se tomó el tiempo de escuchar la excusa de Sofia.

Ella apretó los dientes, el día no podía empeorar. Milagrosamente ninguna de las chicas pláticas la habían molestado, aun. Esperaba que lo hicieran, ya que quería ver a Dove.

Después de las primeras clases, al tomar su mochilas las dos cuerdas se rompieron, y le quedo colgando en la espalda.

-¿Pero que?- Comento, observó como Thomas y Mitchell chocaban los cinco disimuladamente antes de irse del salón.

Miro las correas y era obvio que alguien las había cortado, así tuvo que llevar su mochila con las manos.

-Creo que los del casillero fueron ellos.- Murmuró Rowan, un poco enfadada también.

Ya le habían informado al conserje y esta había logrado abrir el casillero. Alguien manipuló la cerradura para cambiar la combinación de apertura, así que Sofia tuvo que buscar otro. Llevo los libros junto con sus amigas a un nuevo casillero. Lo abrió introduciendo la nueva contraseña, mientras a lo lejos contemplaba como Thomas se carcajeaba. -Joder.- Sus amigas la habían ayudado a traer todos los libros y sus cossa, para ya que tenían clases diferentes tuvieron que retirarse, disculpándose con la ojimiel.

Sofia guardo cada libro, no podía creer que tuviera tantos. Fue casi una sorpresa cuando escuchó el ruido de unos pasos acercándose y al levantar el rostro se encontró con Dove. Ella vestía una blusa y una falda, al igual que siempre y se había detenido, observando con asombro a la castaña.

Sofia no retuvo la sonrisa que se le formó en los labios, mirándola con una cara boba. Dove, después de durar un rato sin decir nada y mirar a Sofia con la boca entreabierta, se sonrojo y carraspeo secamente.

-¿Que haces aqui?-

Sofia frunció el ceño hacia el chico que las observaba con cautela, parecía estar vigilandola.

-Tu querido novio me saboteo el casillero, así que me mudaron a este.- Dijo encogiéndose de hombros, sentía muchas mariposas en el estómago.

-Eso suena a algo que haría yo.- Dijo Dove arrugando la nariz, y Sofia no pudo evitar mirarla con felicidad.

Era muy hermosa, debería ser un delito ser tan adorable y sexy al mismo tiempo. Si dependiera de ella, Dove ya estaría tras las rejas por el crimen desde hace años.

Dove, ante el silencio de Sofia y sus ojos marrones escrutando, volvió a sonrojarse e intentó abrir la puerta del casillero continuó a Sofia, ignorandola. Sus dedos fallaban y tenía que comenzar desde el principio mientras Sofia la contemplaba, estaba feliz ya que eran vecinas.

Levantó la vista y observó con burla a Thomas, que abría los ojos dándose cuenta del error que había cometido.

Sofia se rió de su expresión y Dove volteo a verla, con los ojos asesinos.

RIVALES || DofiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora