Dove estaba muy alegre, más de lo que recordaba haber estado alguna vez. ¿Cómo no? Hace unos días, la noche del baile de invierno, fue el momento más emocionante y hermoso de su vida. Pasaron muchas cosas, ella terminó bebiendo, comiendo alegremente y felicitando a Sabrina por ganar como reinas del baile.
Aunque el acontecimiento principal de aquella noche, fue la declaración más tierna y hermosa que le había dado Sofia Daccarett, su Sofia. Bailaron juntas muchas veces, mirándose a los ojos con dulzura e ignorando las miradas curiosas de los otros compañeros. Sobre decir que también se dieron varios besos, Dove amaba los suaves labios de la castaña.
Y no, no fue un sueño. Esa noche, después de que Sofia la despidiera tímidamente frente a su casa, ella se lanzó un balde de agua fría para asegurarse de no estar dormida... En realidad fueron dos baldes, para rectificar, una nunca sabe.
Al día siguiente no lograron verse, para la desgracia de las dos chicas, Dove tuvo que asistir a una reunión familiar y estuvo todo el día de muy mal humor, Emily alzaba una ceja riéndose un poco. Dove evitaba mirarle a los ojos, como su hermana llegara a enterarse de lo sucedido con Sofia, en cuestión de segundos toda la familia lo sabría.
Y lo que menos necesitaba era que sus padres se enteraran sorpresivamente, Bonnie seguro estaría montando una fiesta de celebración, pero a Philip no le agradaría la idea. Prefería decirles por su propia boca, cuando se sintiera preparada o cuando Sofia se dignará a tener ovarios y fuera a la casa a hablar con sus padres.
El domingo fue lo mismo, Sofia no podía dejar solos a sus padres, ya que querían almorzar juntos. Lo único positivo fueron los mensajes de texto que intercambiaron. Dove sonrió al recibir el primero, preguntándose donde había encontrado su número la castaña, sospechaba de una rubia.
Y aquí estaban, un lunes, en el instituto. Ya a estas alturas todos debían saber que entre Chloe Hosterman y Sofia Daccarett había algo. No eran amigas, aún no, eran mucho más. Dove estaba sentada en una de las mesas del patio, mirando hacia el aparcamiento, esperando a cierta chica de ojos marrones y sonrisa angelical.
-Estoy frustrada.- Fue el comentario inútil que hizo la chica ojiverde.
-¿Por que¿é?- Sabrina estiró los brazos, ella también estaba esperando a Rowan.
-Hace dos días que me he besado con Sofia y le dije que la amaba, no la he visto desde entonces.- Su tono fue sarcástico, se cruzó de brazos mientras movía la pierna. -¿Qué se supone que somos ahora?-
-¿Rivales con ciertas actitudes cariñosas?- La ojiazul tentaba a la suerte con su chiste, vio los ojos verdes asesinarla y alzó las manos. -No me mates, era broma. No querrás dejar a Rowan soltera, ¿verdad?-
-Le haría un favor.- Rodó los ojos.
-Pff, claro.- Chistó con gracia, echándose el cabello hacia atrás. -Ya quisiera ella encontrarse otra novia como yo.-
-No le deseo tanto mal, Sabrina. Espero que no existan dos como tú, con una me basta.- Dove movió las manos, esperando que la rubia se picara.
-¡Oye! Que tú no eres miss simpatía.- Le dio un golpe en el brazo, la ojiverde sonrió. -Soy increíble y estoy segura que Rowan piensa igual.-
Una voz tras ellas respondió, divertida.
-Tienes razón, Sabs.- Rowan sonreía con dulzura a su novia, la sonrisa resplandeciente de la ojiazul se mostró en sus labios. -Eres maravillosa.- Se sonrojó.
-Awww, gracias Row.- La rubia le hizo ojitos.
Sabrina se lanzó a abrazarla, dándole besos en las mejillas y finalizando con un beso en los labios, Rowan reía como idiota aún ruborizada. Dove rodó los ojos, tanto amor por las mañanas le hacían sentir diabetes nivel III, si es que existía. De todas formas, eran empalagosas.
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RIVALES || Dofia
Fiksi PenggemarSofia Daccarett comienza la secundaria sintiendo las burlas de sus amigos, entre un grupito de chicas que las fastidian conocerá a la popular Chloe Hosterman. Desde el primer encuentro entre ellas se desatara una gran rivalidad y guerra sin tregua...