Capítulo 4.

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Ése fin de semana fue gratamente increíble. Después de esperar casi tres meses, al fin había llegado el sábado en el que era el concierto de The neighbourhood.

Fue difícil convencer a sus padres, pero, al final las chicas ahorraron y fueron juntas al concierto. Fue una noche emocionante, en la cual fueron acompañadas de la madre de Rowan, pero eso no importo.

Cantaban las canciones juntas y aunque Vero no se supiera ninguna, igual la paso increíble cuando lanzaron confeti de colores.

Después durmieron en la casa de Rowan, hasta el domingo, y fue la mejor pijamada del mundo. Habían visto en la tarde una película y los padres de Rowan fueron muy agradables e incluso graciosos.

Ahora, ya era lunes por la tarde y los exámenes del semestre estaban a la vuelta de la esquina. Sofia iba con paso alegre a la biblioteca con su nuevo suéter blanco, que llevaba el símbolo en color negro de la banda  estampado en el, que habían regalado en el concierto.

Ella realmente no era muy glamurosa a la hora de vestirse pero ese suéter, en especial, le encantaba y le parecía muy cómodo. Esperaba encontrarse a la rubia, al llegar y así fue.

Al abrir la puerta de la biblioteca inmediatamente captó el rostro de Dove alzando los ojos, como si esperara a alguien. Cuando los ojos verdosos se posaron en ella, tardó un segundo mirándola, y volvió su atención al libro.

Obviamente, si Dove estaba esperando a alguien no era a Sofia. Se sintió como una gran idiota al descubrir que se encontraba decepcionada.

Durante estos dos meses había logrado formar varias conversaciones con Dove, aunque siempre al final terminaban peleándose y duraban mínimo tres días sin dirigirse la palabra, cuando estaban en la biblioteca, que era lo más común. Aunque sus conversaciones fueran poco significativas, o principalmente por los estudios, a Sofia le daba la oportunidad de escuchar su voz e incluso conocerla más a fondo.

Se había enterado, por un vago comentario de la rubia, que su plato favorito era la pizza y que su película favorita era The Notebook.

Se sentía ridícula ya que, aun después de varias semanas de aquella conversación, ella aun recordaba esos detalles y que también le hiciesen sentir bien.

Durante todo este tiempo también había aprendido algunas expresiones faciales de Dove, cuando ellas estaban estudiando y no se hablaban. Mordía el lápiz al concentrarse, arrugaba la nariz al estar disgustada o que comenzaba a morder sus dedos cuando claramente estaba aburrida.

"Idiota, idiota" se decía a ella misma mientras se sentaba en su mesa de siempre. Parecía una acosadora cuando ni siquiera eran amigas. La observo un rato, esta vez sin disimular mucho, y después frunció el ceño, enojada con ella.

¿Por qué la hacía sentirse así? Ya lo tenía claro, detestaba a las niñas mimadas como ella, con todo su ser y todo por Dove, que parecía no terminar de salir de su cabeza.

Extrañamente Dove levantó el rostro, y con cierto cuidado observó a la ojimiel, sus ojos se encontraron y Sofia permaneció, o al menos eso intento aparentar, tranquila, como si estuviera mirando hacia el paisaje al otro lado de la venta que había detrás de la rubia.

Parecía funcionar, ya que de reojo observaba como Dove no la observaba extrañada, la ojimiel incluso sospechaba que la miraba fijamente. Sofia no lo pudo evitar, pero se le disparó el pulso y ahora sintiéndose más valiente, dirigió sus ojos fijamente a Dove que tensó los hombros al haber sido descubierta mirando.

Sofia intentó alzar una ceja aparentando que se extrañaba de la mirada de la rubia, cuando hace poco ella tambien la había estado observando dándole a entender que no entendía por qué Dove la miraba con tanta insistencia y la rubia apartó la mirada.

RIVALES || DofiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora