Epílogo

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Nota: Regalo de cumpleaños, de mi para ustedes. Osea feliz cumpleaños a mi:)).

Sofia estaba abriendo la puerta levemente, evitando emitir cualquier ruido, no queriendo despertar a la bella durmiente, aun. Su esposa le había ordenado despertar a la niña. Sus suegros se encontraban en un crucero por el mediterráneo y las dos adultas estaban encargadas de cuidar de la adolescente, hace dos semanas desde que llegaron a la casa.

Despierta a la chica de dieciséis años ya formaba parte de la rutina, ya que Sofia era la unica capaz de interrumpir el sueño de la chica sin terminar lastimada. Si su esposa intentaba despertar a su hermana menor, normalmente terminaba golpeada por una almohada o recibía quejidos negativos de la niña, por esa razón Sofia era la encargada de levantarla todas las mañanas.

-Eh, despierta bella durmiente.- Comenzó diciendo la castaña, sentandose en el borde de la cama y sacudiendo levemente sus piernas.

-Mmm.- Fue lo único que recibió como respuesta.

Sofia inspeccionó el cuarto de la chica, aun sin levantarse de la cama. Algunas revistas y ropa regada por el suelo, el ordenador estaba encendido y mostraba Spotify abierta, parecía que alguien se quedo hasta tarde escuchando canciones de The 1975.

Sofia sonrió, era en parte su culpa que la adolescente tuviera una obsesión con esa banda y Lana Del Rey, ya que desde pequeña la ojimiel le regalaba discos de sus artistas favoritos para su cumpleaños.

-Vamos, Claire tienes que despertar.- Sofia insistió una vez mas lanzándose juguetonamente sobre el pequeño cuerpo de Claire Hosterman bajo las mantas.

Claire volvió a gruñir acurrucándose más en la cama e intentando apartar a su castaña favorita de encima, aún no entendía cómo su hermana soportaba ser despertada por Sofia todos los días. Era muy entusiasta y lo peor era que le daba resultado, siempre las dos hermanas Hosterman terminaban obedeciendo a Daccarett.

-No, Sofi, vete.- Dijo jadeando por falta de aire cuando Sofia volvió a lanzarse aplastando su estómago. -¡Ahg!-

-Si no quieres otro ataque sorpresa, levántate.- La amenaza iba enserio y Claire sabía eso.

Aún así, se resistió. Ayer había durado hasta tarde escuchando música y mirando por la ventana, ella quería dormir al menos unas... Doce horas más, si, aquello se escuchaba de maravilla.

-Déjame.-

-Pero ya es de mañana, tienes que ir al instituto.- Le intentó quitar la almohada de la cabeza, forcejeando durante un rato.

Ahora por culpa de la castaña la ojiverde estaba más despierta de lo que quería estar, ella gruño nuevamente. Se resigna a moverse de la cama, eso hasta que algo de lo que dijo Sofia le llegó con claridad: instituto.

De un salto se incorporo en la cama, logrando hacer caer a Sofia de culo al suelo. Claire se rio un poco, su cuñada podría tener veintisiete años, pero a veces era casi tan infantil como ella. Ni hablemos de su hermana, Chloe aún saltaba por los regalos de navidad.

-¡Tengo que cambiarme, se hace tarde!- La menor de los Hosterman pego un salto corriendo al cuarto de baño, parecía entre emocionada y feliz.

-Pero, ¿ahora por qué tanto entusiasmo?- Sofia se rascaba su cabeza formando una mueca ya que le dolía el trasero, ¿por que los pisos de madera debía ser jodidamente duros? ¿Cual era la necesidad?

Claire volvió a salir del baño quitandose la pijama cambiándose a trompicones por unos short y un jersey, Sofia alzó su ceja observando el apuro de la chica.

-Descuida, Clair. Aún faltan veinticinco minutos, puedes llegar.- Aún así Claire, le miró sacándole la lengua y con los ojos brillantes, cepillando su cabello.

RIVALES || DofiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora