Capitulo 9.

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Era perfecto, simplemente perfecto.

El fin de semana de Sofia fue un asco ya que estuvo esos días con un humor de perros, y para mejorarlo, el lunes tendría que comenzar su castigo.

Debía limpiar los grafitis de los casilleros y los baños de las instalaciones del instituto. Perfecto, era una maravilla. ¿Qué más podía suceder?

Al llegar el lunes a la escuela saludo a sus amigas y pensó que el día podría mejorar cuando comió un rico cupcake de vainilla, pero obviamente no iba a ser así cuando la perra de Chloe Hosterman apareció en el pasillo, tomada de la mano de su novio.

Sofia prácticamente rechino los dientes al verlos pasar.

Dove vestía su uniforme de porrista y Thomas una camisa sin mangas junto un pantalón holgado, su cabello castaño oscuro hacía juego con el cabello de Dove. Para la desgracia de la ojimiel, los dos lucían bien juntos.

-Fenómeno.- Se burló Dove al pasar junto a ella. 

-Perra.- Devolvió Sofia, capturando la pequeña sombra que había en los ojos verdes.

Un chico de primero que salía corriendo hacia una clase, pasó junto a ellos y Thomas lo hizo caer. Dove comenzó a reírse de e, animando a los demás estudiantes del pasillo a burlarse.

El pequeño se hundió en sus hombros y salió corriendo, Sofia suspiro. Parecía que cada año Dove empeoraba más.

-Cada año mas zorra.- Comento Rowan y Sofia por un momento pensó que le había leído la mente.

Después de clases, y de haber cumplido su asqueroso castigo, decidió ir a la biblioteca.

Pensaba que encontraría a la rubia allí, pero no fue así. Se sentó en la misma mesa de siempre, observando con decepción la mesa del fondo vacía. De alguna manera se sentía sola y termino sin estudiar realmente, solo mirando hacia el techo.

Fue hasta las estanterías y comenzó a buscar un libro, no tenía ni idea  de cual quería encontrar pero sería algo que le hiciera olvidar su asqueroso día. Termino leyendo uno de Stephen King y prácticamente le ocupó toda la hora.

Al terminar, lo volvió a guardar y se llevó otro diferente. Fue hasta la pequeña sala de estar, en la biblioteca tenían una en cual había dos pequeños sillones de dos plazas, formando un cuadrado alrededor de una mesita ratonera. 

Se recostó en uno de los sillones, intentando leer su libro de biología, y los parpados comenzaron a parecerle pesados. Antes de darse cuenta, cayó dormida. Después de un rato comenzó a sentir como alguien acariciaba su rostro y apartaba un mechón de cabello de su frente cuidadosamente, temiendo despertarla, provocando que Sofia arrugará la nariz.

Casi de inmediato, sintió la pérdida cálida mano en su rostro cuando esta se alejó rápidamente. Sofia comenzó a parpadear y a restregarse los ojos, intentando quitarse el sueño. Escucho unos pasos apresurados y un golpe.

Al abrir los ojos y enfocarlos se encontró con Dove, quien estaba con los ojos abiertos y parecía haber tropezado sus piernas con el borde de la mesa y ahora se había caído, sentada.

Dove la contemplaban con una mezcla de horror y miedo. Sus mejillas estaban rojas pero muy pronto para su gusto, recuperó la mirada irritada que la caracterizaba.

-¿Qué tanto miras?- Pregunto levantándose y sacudiéndose la falda, llevaba una chaqueta de cuero encima que cubría su cuerpo bajo el uniforme y a Sofia le molesto saber a quién pertenecía.

-La pregunta es, ¿qué haces tú aquí?- Dijo muy a la defensiva y rascándose el cuello, había estado teniendo un lindo sueño hasta que la despertó.

RIVALES || DofiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora