Capítulo 26

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Dove obviamente seguía enojada con ella, la evitaba a toda costa y las pocas veces que se veían, solo se burlaba de Sofia. Habían pasado unos días desde que hablaron, pero la ojimiel no podia estar mas feliz.

Cada vez que cruzaban miradas, Sofia la miraba burlona y formaba con sus labios la palabra "celosa" haciendo sonrojar como loca a Dove, quien comenzaba a gritarle.

La vida era hermosa para la ojimiel, eso hasta que llegó a su casillero.

Esperaba encontrarse con Dove, considerando que eran vecinas, pero allí estaba nada mas y nada menos que Thomas.

-Hola, rarita.- Dijo burlonamente, pero en sus ojos había odio. Sofia no se acerco intimidada. ¿Qué había hecho ahora?

-Quítate de mi casillero.- Dijo ya que el chico estaba impidiéndole abrirlo.

-No lo creo, primero quiero hablar contigo.- Dijo agitando un dedo amenazador, delante de ella.

-No quiero, ahora apártate.- Dijo firme, frunciendo el ceño, el chico soltó una carcajada hipócrita.

-Pues vas a tener que querer.- Otra vez ese brillo asesino en sus ojos, la asustaba un poco.

Intento alejarse, pero él la sujetó por el brazo y apretó el agarre, comenzó a arrastrarla por el pasillo mientras Sofia se quejaba.

-¡Déjame!- Le exigía pero el chico no la escuchaba.

Llegaron hasta los baños para los chicos y la obligó a entrar. Ya dentro, la apretó contra la pared y la jalo del cabello, quedando frente a ella. Sofia se mordió la lengua por el dolor.

-Me estas lastimando...- Comenzó a decir pero Thomas la jalo mas fuerte del cabello. -¡Auch!-

-Escúchame bien, Daccarett, porque no pienso volver a repetirlo.- Comenzó acercando su rostro a la oreja de la chica. -Te quiero lejos de Dove, es mi novia. Yo soy quien la manosea cuando quiero, el que la besa y le mete la polla hasta el fondo haciéndola delirar.- Le rectifico riendo y Sofia sintió su rostro arderle.

Levantó la rodilla, queriendo darle un golpe, en verdad quería molerlo hasta que sangrara, pero el chico se anticipó a su movimiento y lo bloqueo antes de propinarle un puñetazo en el estómago. Sofia perdió el aire.

-Buen intento, no caigo dos veces.- Dijo arrastrándose hasta que cayo al piso, sostenía su cabeza por el cabello mientras Sofia se sujetaba con la mano. -Ella te odia, te detesta y en verdad, le asquea que la andes acosando. Por eso te quiero lejos de ella.

-Yo... ahhh.- Gimió sin poder aguantar el dolor, el cuero cabelludo le dolía y las rodillas se le estaban afincando dolorosamente en las baldosas del piso.

-Te dejare una advertencia.- Dijo el chico, obligándola a arrastrarse hasta una de las casetas y abriendo la tapa del escusado. -Espero que tengas un buen buceo.-

Le hundió el rostro en el agua del retrete, no le dio tiempo ni de aguantar la respiración y Sofia comenzó a tragar agua mientras el oxígeno se le escapaba de sus pulmones. Se estaba ahogando y en eso, Thomas volvió a levantar su cabeza, mientras Sofia respiraba a ahorcadas.

-¿Te mantendrás alejada de mi novia?- Preguntó amenazante, Sofia lo miro con odio y dio a entender que no. -Sigue buceando entonces.-

La volvió a hundir unas veces más y ya Sofia estaba exhausta, lloraba amargamente y sentía los pulmones repletos de agua sucia.

-¿Seguirás acercandote a mi novia?- Preguntó por décima vez, ya aburrido, pero por primera vez observó la desesperación en los ojos miel.

-Si... si... si... si.- Murmuraba una y otra vez con pánico, Thomas sonrió.

-Me alegra.- Dijo soltandola y dejándola acurrucarse en el piso. -Mas te vale.- Le dijo antes de salir con paso seguro del baño.

Sofia se volvió un ovillo e intento no llorar, su cabello estaba empapada y seguía tosiendo agua. No lo pudo evitar, volvió el rostro hacia el retrete, pero esta vez para vomitar, hasta allí había llegado el almuerzo.

Ella no sabía que iba a hacer, si Thomas tenia razón, puede que Dove tampoco la quisiera cerca y alejarse sería hacerle un favor.

Pero Sofia la amaba, joder. Y la amaba mucho, la sola idea de alejarse de ella la volvía loca. Pero no importa cuán emocionada estuviera, ahora había algo nuevo.

Tenía miedo, mucho miedo. Cerró los ojos, jurando aun poder escuchar las risas de Thomas dentro del baño.

Al salir intentó secarse el cabello y fue a su casillero por una muda nueva, en el camino se encontró a Dove junto con Thomas. La rubia la miro, preparada para insultarla y pelear con la ojimiel, en sus ojos había un brillo divertido.

Sofia observo a Thomas, quien la miraba dándole un guiño y la ojimiel tembló por el pánico.

Abrió rápidamente su casillero y al encontrar sus cosas se fue a toda pastilla, mirando hacia el suelo, sin prestarle la acostumbrada atención a la rubia.

Dove la miro confundida ¿Qué había hecho?

Se encontró con sus amigas en el pasillo y terminó en la casa de Rowan, contándole sus penas, estaba con la cabeza recostada en las piernas de su amiga llorando.

Las dos estaban en la cama mirando una película, mientras Rowan observaba a su amiga con dolor, Thomas era un ser desalmado.

-No llores cariño, shhh.- Le decía acariciándole el cabello y Sofia sollozaba.

Últimamente había observado a la rubia y todo lo que Dove demostraba, era lo contrario a lo que Sofia pensaba.

Las dos lloraron durante un buen rato.


RIVALES || DofiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora