4.- Las prótesis; sólo son un objeto de vanidad.

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Sentía su cuerpo pesado, como si estuviera bajo agua.
Su visión tampoco era la mejor, sus ojos apenas si podían mantenerse lo suficientemente abiertos como para darse cuenta que estaba en un lugar oscuro, y no sabía si en verdad no había nada o si sólo él no era capaz de vislumbrar algo a su al rededor.

Estiró los brazos y comenzó a caminar tan rápido como pudo, lo cual no era mucho.

—¿Hola?— preguntó al aire, escuchando su voz como si no fuera más que un eco distante.

Escuchó una respuesta. Una lejana e incompresible, pero estaba seguro que no estaba solo.

—Hola, ¿Hay alguien ahí?— preguntó de nuevo, apresurando el paso.

—...S... Ce... ?

—No... No puedo escucharte— contesto frotándose los ojos, esperando que eso ayudara a su visión. No lo hizo.

Sintió un toque suave en la espalda, pasando de un hombro al otro con cuidado, era un toque cálido y tranquilizante.

—¿Quién eres?— preguntó con calma, ahora su voz era más clara.

No hubo respuesta, pero sintió que el toque se alejaba y de repente unas manos se colocaron frente a sus ojos, tapando uno con cada una.

—Escucha— pidió la voz. Era... Familiar en una extraña manera—. Voy a comunicarme contigo, necesito hacerlo, pero creo que hoy no es el día.

Asintió. No tardó en llegar la calma que la voz quería transmitirle.

—Por ahora sólo recuerda esto— sintió un aliento en su oreja, al tiempo que las manos se separaban de sus ojos y se deslizaban con lentitud a sus hombros—. Estás a salvo. Estás a salvo y eso es lo que importa.

Se despertó. No con un sobresalto como estaba acostumbrado, sólo abrió los ojos y vio el techo, consumido por las sombras, pero con la luz de luna creando una atmósfera casi fantasmal.

Verdaderamente se sentía a salvo. Pero había algo que no dejaba de incomodarlo.

—Puto frío— se quejó Chug—. Ayer no estaba así.

Los 4 iban de camino a la escuela. En todo el pueblo había una fuerte neblina que no dejaba que se viera el final de la calle, sólo había humo natural y un montón de frío.

—El clima a veces es raro— comentó Larry.

—No entiendo cómo puedes estar bien con sólo eso encima— volvió a quejarse Chug.

—No hace taaanto frío— respondió, mirando sudadera roja que usaba— Además, para cuando salgamos ya va a haber un clima normal y no quiero estar cargando con chamarras.

Sally se acomodó la bufanda hasta la barbilla. En momentos así de fríos, su cara tendía a molestarlo. No era algo insufrible, pero no podía decir que era indiferente a la sensación extraña que sentía en la piel, en sus cicatrices.

Aún así, estaba un poco más concentrado en su sueño. Seguía debatiéndose entre sentir que era una señal para que se relajara con el tema de la pesadilla, o sentir que era una señal para preocuparse más.
La voz le había dicho que necesitaba comunicarse con él, y había sentido una sensación similar a cuando hablaba con el supuesto padre de Larry en su pesadilla, ¿Era una casualidad? ¿Era una continuación del suceso? ¿Afirmaba la veracidad de esa "profecía"? ¿O sólo la negaba?

—Sally, la escuela está por acá— aviso Todd, tomando la camiseta del más bajo, deteniéndolo.

—Oh, perdón— estaba a punto de pasarse de largo en lugar de dar la vuelta.

Sólo un mal sueño | Sally Face | LarrisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora