33.- Mejores amigos.

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Lisa se veía tranquila cuando salieron aunque también triste, y sus ojos estaban hincados y rojos. Decir que la situación le dolía era quedarse corto.

—Sal— saludó la mujer, levantándose con una expresión preocupada— ¿Estás bien? Larry me dijo lo que pasó.

Traía puesta la prótesis y la madre de su amigo parecía un poco frustrada por eso, seguramente quería revisar el daño.

—Estoy bien— le aseguró—, sólo fue un rasguño.

—Eso no fue un rasguño, hombre— habló Larry en camino a la cocina. Su voz decía lo arrepentido que aún estaba.

—De igual modo estoy bien. He sobrevivido a cosas peores.

Larry no le había destrozado la cara al menos, y la sangre que había perdido no era nada en comparación a la de ese día.

Le preocupo que quizá si que estaba comenzado a ser momento de reanimar traumas pasados. Tendría que subir un poco la medicación, por si acaso.

—Bien, pero si necesitas cualquier cosa me tienes que decir inmediatamente— le rogó la mujer—. Llevare a Larry al médico mañana, por sus manos, deberías venir también.

Algo le decía que por "médico" se refería más bien a "hospital" y eso era un gran "no" para él.
Si fuera necesario iría, pero no lo era, y si podía evitarlo, bueno, sería maravilloso.

—Esta bien, en serio.

—Bien, si eso dices— asintió, mirándolo con los ojos entrecerrados. Le recordó demasiado a su hijo—, por cierto, tu padre va a depositar hoy o mañana.

—Ah— quizá hubiera estado mejor una visita, pero de todas maneras no sabía si tendría ganas de pasar tiempo con él—. Bien, gracias.

Lisa lo continuó mirando un poco más antes de ponerle una mano en el hombro.

—Gracias por lo de hoy— su voz sonó suave—. Nunca pensé que agradecería que golpearan a mi hijo, pero sé que lo hiciste con una buena intención, y funcionó. Eres muy valioso para nosotros, Sal. Para ambos.

—Ustedes también lo son para mi— le aseguró, sintiéndose extraño. No era que no le gustará cuando Lisa era amable, sólo era una sensación rara que un adulto se portará así con él.

—Y sabes que puedes contar conmigo siempre. Eres parte de la familia.

Asintió porque sintió que era lo único que podía hacer.

Entonces Lisa lo soltó y se dirigió a la puerta, hasta ese  momento notó que traía su ropa de trabajo.

—Ahí hay comida de ayer— les aviso—. Voy a ir a terminar unas reparaciones. Y Larry...

El castaño volteó.

—Voy a ver cuando vuelven a dar la plática. No te escapas de ella.

La expresión de su amigo fue oro.

—Bien— aceptó claramente decepcionado.

—Los quiero y pórtense bien.

Salió con tanta prisa que se imagino lo desesperada que estaba por ponerse a trabajar en cualquier cosa que ocupará su mente.

—Quítate la prótesis— le pidió Larry desde la cocina—. Necesitas que esa herida tome aire.

Le iba a hacer caso, sus manos incluso llegaron hasta las carreras, pero entonces se sintió mareado.

Travis había cortado con él. Y se iba a ir lejos. Y no lo volvería a ver.

Fue como volver a tener conciencia después de una resaca. Aunque jamás había experimentado una, sentía que sería algo así.

Sólo un mal sueño | Sally Face | LarrisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora