Septiembre 19, 1976Colegio hogwarts de magia y hechicería
Una de las peores cosas que Sirius había vivido era la soledad en su infancia, a pesar de tener un hermano y a sus primas siempre se sentía solo. Cada cumpleaños se hacían enormes fiestas en su casa para "festejarlo" en donde se invitaba a las familias sangre pura más importantes aunque en realidad eso a él no le gustaba nada y siempre terminaba escondido en su habitación cantándose "Feliz cumpleaños solo".
Las cosas habían cambiado al llegar a Hogwarts cuando conoció a sus amigos y cada cumpleaños hacían algo bonito los cuatro, le daban regalos y pasaban el día jugando juntos pero Sirius dudaba de que ese año fuera igual. Aún faltaban 45 días para su cumpleaños, aún tenía 45 días para poder hablar con Remus y pedirle que ya no se alejara más de él y de sus amigos.
Sirius miró al profesor Flitwick intentando concentrarse en lo que decía pero su mente volvía a Remus, a cuánto extrañaba tenerlo cerca y en cómo había cagado todo por llevar las bromas contra Snape demasiado lejos. El había aprendido qué James y él si se pasaban demasiado, por aburrimiento iban muchas veces a joder a Snape aún sabiendo que había ocasiones donde él no les había hecho nada.
El profesor les estaba explicando algo a los alumnos de sexto año de todas las casas; todos estaban sentados en el gran comedor. James, a su lado, escuchaba con el ceño ligeramente fruncido debido a la concentración, les estaban diciendo algo sobre sus clases, Sirius y James habían terminado tomando las mismas clases porque Sirius no quería separarse de su mejor amigo y porque tampoco tenía idea de que quería hacer en la vida por lo que cuando la profesora McGonagall le preguntó él dijo que quería ser auror como James.
Durante un tiempo contempló serlo en serio pero no tenía la obediencia y ni la paciencia para terminar trabajando en el ministerio, también había pensado ser jugador de quidditch pero era demasiado impulsivo —eso le había costado su lugar en el equipo el año anterior—, ser profesor tampoco, ser cualquier otra cosa tampoco así que decidió que se pensaría después cuando llegará el futuro.
La plática terminó un rato después, no tenía idea de a quién se le había ocurrido que fuera a las 8 de la mañana, tenía sueño y ganas de no moverse de su cama. Miro como Remus se levantaba con Peter para caminar a la salida, ya había obtenido un "estás perdonado" de parte de Remus y aunque ya habían hablado algunas veces más aún sentía que todo seguía bastante mal.
Decidió dejar de pensar en Remus, al menos por un rato, James le había dicho que necesitaba su ayuda así que se giró a mirar a su amigo.
—¿Ya me dirás para qué quieres ayuda?
—No es para mi pero ya verás, solo espera —contestó James saliendo del gran comedor caminó hacía las escaleras.
Caminó con él muy confundido pero ya no hizo más preguntas, pensaba que lo que harían sería para esa chica que estaba ilusionando a su amigo. Había notado como de nuevo empezaba a sonreír y alegrarse de la nada, supuso que era una nueva persona que le estaba gustando pero aún no había querido preguntar nada para dejar que él le dijera lo que quisiera, no había sido nada.
—¿Traes el mapa? —preguntó James en voz baja mientras subían escaleras.
Sirius asintió señalando su bolsillo.
—Aquí está.
—Bien, cuando te diga me lo pasas.
James subió hasta el pasillo del séptimo piso, caminó al cuadro por el que se tenía que pasar para abrir la sala de menesteres pero en lugar de pasar para abrir la entrada se quedó parado mirando a Sirius.
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Amor en el mapa #1
Fanfic"La raíz de todas las pasiones es el amor. De él nace la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación. " Lope de Vega Ocho chicos, cuatro de Gryffindor y cuatro de Slytherin están a punto de descubrir que el amor puede cambiar destinos. Sus dest...