Octubre 15, 1976
Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería
—Se te va a enfriar la comida James —dijo Peter mirando a su amigo jugar con su tenedor.
—Lo sé —respondió el pelinegro mirando su plato hasta que pareció reaccionar—. Ay mierda, perdona Pet, estoy algo pensativo hoy.
Desde lo que había pasado con Mary y Severus había estado pensando en muchas cosas, entre esas cosas estaba empezando a entender que su manía contra Snape era algo que también le había hecho daño. El y Sirius habían sobrepasado limites con sus bromas, habían juzgado a un chico solo por ser más amargado y tiempo después por la magia tenebrosa y también por haberlo visto joder a algún hijo de muggles pero de eso hacía tanto tiempo.
—¿Pet, crees que somos malos?
Su amigo lo miró confundido.
—No, ¿qué clase de pregunta es esa?
—Pero algunas cosas que hemos hecho no han sido muy buenas —dijo James mirándolo.
—Bueno eso si es verdad, hay veces que hemos hecho cosas un poco más pesadas pero no quiere decir que seamos malos.
—¿Molestar sin motivo a Snape cuenta como pesado?
Peter asintió despacio.
—Tu mismo lo decías, él es malo, molestaba a algunos hijos de muggles, hacía magia tenebrosa y todo eso.
—Lo se solo... empiezo a creer que hicimos más daño y que nada justificaba que hiciéramos eso. Lo empezamos a molestar por un incidente tonto de tren, lo molesté por estar cerca de Evans, lo molesté en justificación de lo que hacía pero ahora ya no creo que nosotros seamos tan buenos.
—Creo más bien que tenías una buena intención pero no fue la mejor forma.
James consideró eso y asintió pensando aún en Snape. Desde el día en que lo habían encontrado en el suelo con esos dos tontos golpeándolo había empezado a cuestionarse muchas cosas, él no parecía poder defenderse como si algo en su interior le impidiera moverse; Mary les había contado a él y a Remus que a Snape la había protegido y salvado lo que los había confundido demasiado.
Empezaba a sentir, por primera vez en años, culpa por todo lo que había hecho a Snape. Si bien sí había molestado a niños hijos de muggles eso solo había sucedido una vez que el supiera y fue, justamente, por culpa de Mulciber y Avery en un intento de ser aceptado en su casa. El hecho que conociera magia tenebrosa tampoco quería decir nada, podía gustarle o interesarle, era algo parecido a lo que hacían los profesores de defensa contra las artes oscuras conocían del tema para enseñar pero eso no los hacía malos.
Su mente le hacía rememorar cada situación en la que él fuera a molestar a Snape y casi todas las veces ellos habían ido por aburrimiento o en nombre de la "justicia" antes no veía lo malo pero ahora estaba empezando a entender que le había hecho daño a ese chico que de principio solo había sido amargado y un poco grosero.
Nunca se había detenido a pensar en todo eso y al hacerlo solo causaba que se sintiera mal, se suponía que él había sido criado con la idea de comprender a otros, entendía lo que pasaban sus amigos pero nunca consideró lo que había vivido Snape antes o lo que vivía en su casa como para ser tan amargado. Seguramente sus padres se sentirían decepcionados de saber que había pasado cerca de 5 años molestando a un chico que de principio no les había hecho nada y se sentirían peor al saber que por culpa de Sirius ese chico casi había muerto.
James suspiró soltando todo el aire que estaba guardando y entonces también comprendió algo, Lily Evans le había gustado un tiempo pero habían pasado años tras de ella, insistiendo tanto y siendo un imbécil arrogante. ¿Había querido invitarla a salir porque si le gustaba o solo para joder a Snape? Tal vez ella sí era muy bonita pero en realidad al principio había querido solo molestarlo demostrando que él podía quitarle a Evans de su vida y al final lo había logrado, había jodido tanto a Snape que su enojo había terminado en ella causando que se fracturara su amistad.
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Amor en el mapa #1
Fanfic"La raíz de todas las pasiones es el amor. De él nace la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación. " Lope de Vega Ocho chicos, cuatro de Gryffindor y cuatro de Slytherin están a punto de descubrir que el amor puede cambiar destinos. Sus dest...