24. Realidad

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Octubre 11, 1976

Colegio Hogwarts de magia y hechicería

La realidad de muchos era casi como una pesadilla y la de Severus Snape era terrible. Había crecido en un hogar muy complicado, su padre era un idiota que bebía día y noche, gastaba todo lo que obtenía en alcohol y llegaba siempre en la madrugada listo para hacer daño a su esposa. Eileen por su parte era una mujer dulce e intentaba que su vida y la de su hijo no fueran tan malas, siempre trabajando a escondidas y haciendo sonreír a su hijo en cada ocasión que encontraba.

Severus recordaba a su mamá enseñándole sobre el mundo mágico siempre que su papá no estaba, él odiaba la magia y odiaba que su mamá fuera una bruja aunque Sev no entendía porque. Si su padre llegaba a escuchar algo sobre magia, el ministerio o Hogwarts los dos pagaban las consecuencias.

Había entendido que lo mejor era apartarse de los problemas, se mantenía escondido la mayoría de las veces que su padre llegaba ebrio o si había algún problema cerca de donde estaba intentaba alejarse. Siempre evitando todo eso a excepción de cuando Sirius Black o James Potter se acercaban a joderlo pero de eso ya había pasado mucho tiempo.

Mientras su mente recordaba esos momentos lo hizo volver a sentir la necesidad de esconderse, eso siempre pasaba cuando algo parecía andar mal. Negó un momento antes de volver a concentrarse en el libro que tenía abierto sobre la mesa.

Se concentró de nuevo en la lectura ignorando el nuevo ruido proveniente de uno de los pasillos cercanos. Empezó a releer el párrafo con atención hasta que escuchó la silla frente a él se arrastró por el piso, alzó la vista encontrándose a Regulus con una sonrisa de lado.

—¿Cómo te va Sev? —preguntó en voz baja.

—Muy bien aunque me sorprendiste.

—¿Por venir a la biblioteca?

Sev negó despacio.

—Por llegar así de la nada.

—Lo siento si interrumpí es solo que tenía que salir de mi dormitorio o me volvería loco —comentó Reg sacando un pergamino.

—Ya veo —Sev miró a su amigo un momento—. ¿Por qué casi no sales de tu dormitorio?

Algo en lo que Severus era muy bueno era observando y conocía bien a sus amigos, no siempre les hablaba sobre lo que sabía pero entendía que sus amigos a veces la pasaban mal en silencio. Justo como había pensado notó el cambio en su amigo, su mirada se desvió y sus manos comenzaron a jugar despacio.

—Solo me gusta estar ahí.

—Si, claro.

—Es la verdad —se defendió Regulus ante la mirada especulativa de su amigo pelinegro.

—Si tu lo dices, Reg,

Se miraron unos segundos antes de volver a sus tareas en silencio, ninguno se sentía dispuesto a insistir en lo que el contrario tuviera.

Trabajaron cerca de 10 minutos antes de que el menor de los Black dejará de escribir, parecía pensativo aunque Severus no sabía bien qué estaba pensando pero estaba claro que no era sobre su tarea.

—¿Cuando besas a alguien es porque gusta?

La pregunta desconcertó a Severus pero consideró que debía contestar, no sabía porque Reg preguntaba eso, suponía que tenía que ver con lo que estaba pensando y su curiosidad empezaba a entrar en juego.

—No necesariamente, puedes besar a alguien por el simple hecho de atracción física o por alcohol, por un juego o por algunas otras cuestiones.

—¿Y si me besaron como se que me gustó esa persona?

Amor en el mapa #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora