Londres, Inglaterra
Junio 15, 1977
A pesar de ser junio se sentía una brisa fría que corría por la ciudad, el clima parecía sentir la tensión que estaban pasando algunas personas. Barty se cruzó de brazos intentando no estremecerse, no sentía frío, en realidad había estado en temperaturas más extremas pero la carta que había recibido la noche anterior lo había puesto en alerta.
Tenía la carta en su bolsillo, sentía como si quemara ante lo que decía, la sacó un momento. Estaba arrugada por el enojo que sintió al leer su contenido, la alisó un poco antes de volver a leerla.
"Regulus está en San Mungo. Nos vemos mañana en el Callejón Diagon para planear cómo sacarlo de ahí, te avisaremos cualquier cosa. S.P."
Frunció el ceño ante la idea de Regulus herido, no sabía que le sucedió o por qué estaba ahí pero estaba seguro de que quería correr al hospital a ver cómo estaba su mejor amigo. Desde la llegada de la carta su cuerpo estaba en tensión, quería hacer pagar a quien le hubiera hecho daño a Regulus.
—Barty —la voz de Peter lo sacó de su mente. Por primera vez en horas su mandíbula dejó de estar tensa y en su lugar apareció una sonrisa que solo tenía cuando su novio estaba cerca.
—Mi ratoncito —lo abrazó fuerte enterrando su rostro en su cuello para inhalar pero su aroma.
—Esto es adorable pero tenemos que hablar —interrumpió Sirius observando a ambos. Cuando Barty alzó su mirada hacia el mayor de los Black notó las ojeras que estaban debajo de sus característicos ojos grises y estaba de muy mal humor.
—Tienes razón, vamos al Caldero Chorreante —dijo Barty para tomar la mano de Peter y caminar después de saludar a los demás.
Se acomodaron en un rincón del lugar, apartados de cualquier oído chismoso que pudiera estar interesado en su charla. Barty estaba a punto de comenzar a preguntar cuando vio a una cabellera rubia entrar por la puerta, se sorprendió de que Lucius pudiera estar con ellos en ese momento.
—Lo siento, llegó tarde —se disculpó para sentarse con Severus, se dijeron algo en voz baja y luego se quedaron en silencio mirando a Sirius.
—Ayer Kreacher, el elfo doméstico de la casa Black, hizo algo sorprendente por Reg. Vino a la mansión a avisarme que... —La voz de Sirius se quebró un poco y tosió intentando disimularlo—. Reggie está en San Mungo porque Walburga lo castigó, al parecer Reg se rebeló contra una orden que ella le dio y ella lo mantuvo atado sin comer y golpeándolo hasta que se desvaneció. Solo lo llevó a San Mungo porque Kreacher lo suplicó, ni él pudo ayudarlo.
—Por merlin, esa mujer está loca —murmuró Peter asustado.
Barty asintió en acuerdo y miró a James que estaba con los ojos llorosos, eso no era algo común en él.
—¿Por qué te aviso? —preguntó Lucius mirándolo atento.
—Porque a mi me odia pero se que quiere a Reg, siempre lo ha cuidado mucho y estoy muy seguro de que si vino a hablar conmigo es porque debió verlo muy mal.
—¿Ya fueron al hospital para intentar verlo? —preguntó Barty mirando a Sirius.
—Era lo primero que quería hacer pero Kreacher me dijo que Walburga está ahí, se supone que ella se irá un rato a descansar pero no sabemos a qué hora. Él prometió decirme cuando ella se fuera.
—¿Podemos confiar en él? —preguntó Severus sujetando la mano de Lucius.
—Yo no confió en él —admitió Sirius mirando la mesa—. Pero confío en sus sentimientos hacía Reggie, confío en que lo quiere tanto como para arriesgarse a que Walburga se enteré de que él vino a buscarme.
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Amor en el mapa #1
Fiksi Penggemar"La raíz de todas las pasiones es el amor. De él nace la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación. " Lope de Vega Ocho chicos, cuatro de Gryffindor y cuatro de Slytherin están a punto de descubrir que el amor puede cambiar destinos. Sus dest...