TREINTA: VIOLETA

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Cómo están!? Aquí Mila, les informo que puede que mañana no tenga tiempo ni condiciones de actualizar, así que mejor adelantar el capítulo que atrasarlo ❤️❤️ igualmente si puedo mañana subiré otro más (no prometo nada, lo más seguro es que no pueda)

Pero aprovecho para agradecerles la constancia y el tiempito que me regalan ❤️ me hacen muy feliz, son las mejores ❤️❤️

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Entraban en las tierras del Este, el viento golpeaba su rostro, sus manos fijas en las riendas de Ah-Un, uno de sus brazos en contacto directo con la piel del cuello de Kirinmaru,necesitando sentir su pulso de forma física, aún cuando sus oídos podían sentirlo con suma facilidad.

A su costado su padre la custodiaba, respaldando la entrada en el palacio, los ojos curiosos viendo cómo el Rey se encontraba completamente inconsciente, siendo llevado por su ella, su compañera, y custodiados por el responsable del estado del Lord. Vió en los ojos de esos demonios el miedo latente al ver los fríos ojos dorados de su padre, orgullosamente erguido al aterrizar entre el campo de flores del jardín interno.

-Keira. -Ella habló suavemente, pero todos escucharon. Todos corrieron buscando a la demonio que ella nombró, mientras su mano derecha se adentraba en el pecho de Kirinmaru, acariciandole la piel y buscando nuevamente su pulso, para así calmar su nerviosismo. -Mi esposo está herido.

La risa suave de su padre la hizo voltear a verlo. Parecía realmente aburrido, aunque podía ver en sus ojos brillar el malestar. Él la había defendido, sin importar ninguna consecuencia.

-¿Que hace el Rey del Oeste aqui… ? -Ella pudo escuchar los susurros. Suspiró, mirando los alrededores donde el sol a penas comenzaba a derramarse.

La anciana que había provocado en ella el arranque de dolor se acercó, pero su padre de inmediato se interpuso, sus ojos fríos comprendiendo que algo no estaba bien en la situación.

-Traigan ungüentos y plantas medicinales a nuestra habitación. -Ah-Un avanzó hasta el lugar donde ella había señalado, Kirinmaru inconsciente, quejándose suavemente.

No le prestó en absoluto atención a su padre, que con una mano decidida se acercó a la anciana. No le importó en lo más minimo cómo todos contenían la respiración, probablemente en el momento en que Sesshomaru rasgaba algo, provocando un sonido hueco en todo aquel lugar.

-Marioneta. -Susurró la voz oscura de su padre, quien ignoró a absolutamente todos ahí.

Ella se sentía hueca, vacía. sólo podía sentir la agonía del demonio, ahora en el piso de la habitación donde solía abrazarla por las noches. Mientras miraba su rostro magullado y el estómago se le revolvía de dolor, las palabras de su madre la clavaban a la realidad con dolorosa precisión.

El había querido morir, cuando supo que ella había sufrido.

Sesshomaru tomó en sus propios brazos al demonio, elevándolo hasta dejarlo tendido despreocupadamente en el lecho. No pudo evitar las palabras que nacieron de sus labios.

-Estoy embarazada, Padre. -No lo miró, la tensión de decirlo en voz alta tomándola y mezclandose perfectamente con el dolor.

-Me sorprende que no lo entendieras antes, Setsuna. ¿Me tomas por un crío? -Él se plantó frente a ella, esperando a que levantara los ojos y lo mirara a los orbes imposiblemente dorados.

-Sólo quería decírtelo. -Se encogió de hombros, desesperada por quitarle peso a la situación.

-Lo sabemos desde el día que te encontramos en la barrera, Setsuna. -En las manos de su padre estaba su estola, la que había olvidado al huir de ahí. Con infinita paciencia él la arropó con ella, el pelaje abrazándola protectoramente de inmediato. -Subestimas nuestro instinto, cachorra.

Red Thread - Kirinmaru & Setsuna (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora