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La conversación quedó ahí, Junkyu invitó a Haruto a su habitación, seguro este se daría cuenta de algunas cosas, como que su habitación es demasiado pequeña comparada con la de Haruto, pero no podía hacer nada.

- tu habitación es bastante linda.
- gracias.- Junkyu se sentía nervioso.
- ¿Son tus libros?.- pregunto Haruto señalando varios libros en la mesita de Junkyu, algunos se veían algo maltratados.
- s-si, les tire agua por accidente.- mentira, sus compañeros eran los culpables pero el no podía decirlo.
- ya veo y ¿Porque no te cambias de escuela?.
- mm bueno no lo sé.- la escuela de Haruto y su hermana era mucho más costosa y de prestigio que la de él, pero ¿Cómo sabía Haruto que estudiaba en otra?.- ¿Cómo sabes que no voy a la misma escuela que tú?.- se animó a preguntar.
- pues nunca te he visto por ahí, supuse que preferiste otra escuela.
- bueno sí.
- ¿y entonces?.
- no estoy seguro si mis padres quieran que me cambié.
- no te preocupes, ahora yo soy quien se hará cargo de todo lo que necesites, solo necesitamos que tus padres autoricen el cambio y ya.- se escuchaba fácil pero conocía a sus padres.
- supongo que lo intentaré.
- hablaré con ellos más tarde.

Junkyu invitó a Haruto ver su jardín, mientras estuviera con Haruto sus padres no le dirían nada y eso lo sabía, por otro lado Haruto también estaba consiente de eso, pero más pronto de lo esperado se llevaría a Junkyu con él, no soportaría que lo tratasen peor de la que ya lo hacían.


























La noche cayó más rápido de lo esperado, Haruto estaba listo para irse a su casa pero con la intervención de su cuñada se quedó a cenar, por lo visto Mina quería lucirse frente a él para opacar a Junkyu, quien solo se quedaba callado viendo como su hermana tomaba la mano de Haruto y esque Junkyu no se sentía con el derecho de intervenir además su hermana se las cobraría con el si dijera algo, pero con Haruto era otra cosa, el simple tacto de la chica lo asqueaba, le salía muy bien eso de fingir ser una dulce niñita que no mata ni a una mosca, si Haruto no hubiera visto con sus propios ojos como maltrataba a Junkyu seguro le hubiera creído, pero no, no iba a caer en sus sucios juegos, el estaba ahí por Junkyu solamente y si se quedaba a cenar sería por él.

- gracias Mina pero puedo ir solo.
- hay lo siento, no me di cuenta que tome tu mano, una disculpa.
- claro.- Haruto le dio una sonrisa falsa, miró hacia atrás y vio que Junkyu no estaba.
- seguro mi hermanito está en el baño.- Haruto no estaba seguro pero no podía invadir la casa Kim buscando a Junkyu, seguro los padres de Junkyu lo verían como irrespetuoso, con pesar siguió a Mina hasta el comedor.
- iré a revisar la cocina, puedes sentarte mis padres bajarán en un momento.
- está bien yo espero aquí.- esperó un rato y vió al señor Kim bajando.
- Junkyu y su madre vendrán en un momento, si no te molesta podemos hablar un poco.
- no me molesta, podemos hablar de lo que guste.
- muy bien, entonces la boda será en un mes ¿No?.
- así es, mis padres me lo dijeron ayer.
- bien, entonces puedes llevar a Junkyu contigo hasta dentro de un mes, por ahora puedes visitarlo y pueden salir juntos.
- claro entiendo, y respecto a la fiesta hablé hace un rato con mis padres y me dijeron que podríamos aprovechar la oportunidad para que salga a la luz lo del compromiso.
- entonces la fiesta será en grande.
- así es, aunque hubiéramos preferido algo más pequeño, me he dado cuenta que a Junkyu no le agrada estar con muchas personas desconocidas a su alrededor, Y lo entiendo completamente, me sucede seguido.
- lo es, pero tiene que acostumbrarse, además será tu esposo y tendrán público y cámaras frente a ustedes la mayoría del tiempo.
- lo tengo claro...
- ya vinimos.- la señora Kim hizo acto de presencia con Junkyu detrás de él, Haruto se dio cuenta de lo rojizos de sus ojos, el coraje lo invadió pero no podía hacer gran cosa por el momento.- ¿De que hablaban?.
- se anunciará la boda en el cumpleaños de Junkyu.- un plato cayendo al piso retumbó por todo el comedor.
- ¿¡Qué!?.- Mina había dejado caer un plato.
- Mina ¿No te lastimaste?.- la señora Kim corrió a socorrer a su hija.
- no Madre estoy bien, lo siento mucho solo me sorprendí, es que no puedo creer que mi querido hermanito va a casarse pronto.- fingió una sonrisa.
Una vez todos en la mesa volvieron a iniciar la conversación.
-   cierto, quiero que Junkyu vaya a mi escuela, por lo que se el está en otra institución.
-   a Junkyu no le gusta nuestra escuela Haruto.
-   Mina.- habló su padre.
-   Claro Junkyu puede cambiarse de escuela, así conviven juntos mucho más.
-   quizá esté causando muchas molestias pero si están muy ocupados yo mismo puedo ir y hacer los trámites, solo necesito ir con Junkyu y ya.
-   ¡No! Digo no son molestias yo con gusto solicito el cambio.- dijo la señora Kim, no podía permitir que Haruto vea el tipo de escuela a la que mandaba a Junkyu.
-   bueno si insiste.
-   ¿Y que hay con los preparativos de la boda?Me encantaría ser parte.
-   bueno mi madre se hará cargo de unas cosas y pensaba que Junkyu y yo podíamos hacer otras.
-   pero Junkyu quiere que su madre sea parte ¿Verdad hijo?.- Junkyu por primera vez levantó la mirada, miró a su mamá y luego a Haruto, hace unos minutos atrás su madre se encargó de dejarle en claro que ella sería quien quería encargarse de todo junto a Mina, seguro pensaban hacer algo para hacerlo pasar vergüenza o humillarlo.
- s-si quiero que mi madre nos ayude.
- claro Kyu como tú digas.- Haruto le sonrió.
- puedo encargarme del traje de Junkyu, el tuyo seguramente tu madre y tu lo verán, los arreglos tengo muchas ideas, el banquete y otras cosas.
- Claro, si gusta puede reunirse con mi madre para ver en qué nos ayudan.
- perfecto.

Siguieron cenando hablando ahora sobre la empresa y esas cosas, Haruto tenía todo planeado no iba a permitir que arruinaran su boda y mucho menos que hicieran menos a su pequeño futuro esposo, porque para él todo lo que Junkyu quisiera y opinara iba a ser tomado en cuenta, de lo poco que había convivido con Junkyu podía fácilmente notar que le era difícil dar su opinión y tomar decisiones por él mismo, toda la vida seguramente había sido controlado por sus padres y Mina, pero ya no, después de hacerlo su esposo lo enseñaría a amarse a sí mismo y a darse a respetar, le enseñaria lo bonito de la vida y a tomar sus propias decisiones sin necesitar de terceros.

Eres feo (Harukyu)🌾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora