43

244 41 6
                                    

- Él lo ha hecho.
Esas palabras retumbaron en la cabeza de Haruto, sabía que probablemente había ya una respuesta por parte de Junkyu, pero no sabía si estaba listo para escucharla.
- Respondiendo a tu pregunta, va a ser difícil para mi dejarlo ir, pero no es una decisión que yo pueda tomar, si él quiere el divorcio y decide iniciar de nuevo, yo no soy quien para prohibirle con quien salir, siempre lo he dicho, solo quiero su felicidad, aunque no sea conmigo.
- Woow, estás enamorado.
- Sí, creo que lo estoy.- sonrió Haruto.- además no importa que tanto me guste, hoy me di cuenta que tu haz logrado lo que yo tarde más de un año en lograr.
- ¿Qué cosa?
- Él te tiene confianza, sonríe por tus chistes y comportamiento, noté que hay contacto físico entre ustedes, y el parece cómodo.
- No te adelantes mucho, apenas nos conocimos ayer.
- ¿ayer? Eso es aún más increíble, así que, si él quiere el divorcio, creo que, serias una buena persona para él, y si eso sucede, solo te pido que lo cuides mucho, que le des abrazos y que lo consientas, a él no le gusta mucho el ruido, pero le gusta la naturaleza, el arte, y cocinar, sus pasatiempos favoritos son sembrar flores, además, es muy inteligente, y siempre piensa en los demás antes que en él.
- Vaya, tengo mucho que aprender.- dijo Soobin.
- Oigan ya traje el jugo.- Junkyu apareció de nuevo, todo era un plan de Soobin, sabía que Junkyu regresaría rápido, logró su objetivo, Junkyu escuchó todo lo que habló con Haruto, de hecho Soobin se había dado por vencido desde que mencionó el nombre del japonés el día anterior, era obvio que no había espacio para él en aquel chico adorable.
- Qué bueno que regresas, le estaba sugiriendo a Haruto que vayamos a ver las flores que has plantado.
- ¿de verdad?, puedo mostrártelas cuando quieras.
- Gracias, mi madre dice que extraña plantar flores contigo, ha dejado una invitación abierta para ti en nuestra casa.- dijo Haruto.
- Me encantaría ir de visita, la verdad es que también la extraño a ella y a Hyeongjun.
- Ellos también lo hacen créeme.
La plática siguió, ahora los papeles se habían invertido, Junkyu hablaba mucho más que el mismo Haruto, aunque lo de Haruto era más por los nervios y los pensamientos que tenía en ese momento, además se distraía mirando a Junkyu, realmente lo había extrañado.



















































































Junkyu decidió llevar a Haruto a pasear por su jardín mientras se ponían al día, claro que Soobin no quiso quedarse solo alegando que allá dentro la mayoría eran personas mayores y se iba a aburrir escuchándolos hablar, Junkyu simplemente lo dejo pasar, el de verdad quería pasar tiempo con Haruto. Hablaron mientras caminaban, pero un trueno lo hizo saltar aferrándose al brazo de Haruto, las nubes comenzaron a volverse negras y pronto la lluvia comenzó a caer, Soobin corrió a la casa para no mojarse, Haruto tomo de la mano a Junkyu para llevarlo con el dentro de la casa, sabía que este le tenía mucho miedo a los truenos, aún recuerda la vez que durmieron juntos debido a los fuertes ruidos en el cielo. Cuando llegaron adentro, no se percataron que estaban tomados de la mano hasta que la madre de Junkyu coloco unas toallas sobre sus cabezas, debido a lo fuerte de la lluvia, si habían logrado mojarse, se miraron y se soltaron sonrojándose.
- creo que será mejor que vayan a cambiarse.- dijo Kyujin a su hijo.- si siguen así pueden pescar un resfriado.
- Esta bien mamá.- respondió Junkyu.

El cielo había oscurecido repentinamente debido a la fuerte tormenta que había llegado de la nada, Junkyu avanzo unos pasos, creyó que no era necesario decirle a Haruto que lo siguiera, por lo que había dicho su madre, así que simplemente avanzo, pero las Lucas comenzaron a parpadear hasta que todo se volvió oscuridad, Junkyu aún tenía traumas por superar, entre ellas estaba la oscuridad y los truenos, aún recuerda muy bien cuando lo encerraban en una habitación por horas y a oscuras cuando era tan solo un niño, su nana hacia todo lo posible por sacarlo pero para ello debía pasar un buen rato en el que sus "padres" se distrajeran y se olvidaran de él,  pero eso no era lo único, cada que había tormentas estaba solo, su supuesto padre le decía que un hombre no lloraba por una simple tormenta,  así que sí,  aún quedaban esos recuerdos,  por ello cuando las luces se apagaron y una sola luz iluminó a través de las ventanas anunciando un estruendoso ruido él comenzó a temblar, sabía que no estaba solo, había varias personas dentro de su casa pero necesitaba sostenerse de alguien de confianza.
- m-mama.
- p-papa.
Comenzó a susurrar.
- tranquilo Kyu, solo quédate donde estas.- escucho la voz de su madre un poco lejos.
Él seguía perdido, tratando de tranquilizarse hasta que unas manos lo sostuvieron de la cintura,  abrazándolo por detrás.
- tranquilo, estoy contigo.
Era Haruto,  obviamente era él,  siempre aparecía cuando estaba en problemas y más lo necesitaba.
- l-lo siento, aun no puedo superar esto.
- está bien, no pasa nada.- Haruto logró girarlo para quedar frente a frente y poder abrazarlo de esa manera.
Finalmente una pequeña luz se hizo presente, eran velas iluminando la oscuridad.
- hijo tranquilo,  estamos contigo. - ambos padres de Junkyu abrazaron a su hijo, quien al parecer ya se había tranquilizado un poco.
- creo que ya estoy bien, solo, esto fue repentino.
- está bien, pronto superaras esto y nosotros estaremos contigo.
- gracias pero, creo que debería cambiarme, tengo un poco de frío.
- es verdad, ¿quieres que te acompañemos?
- iré con Haruto,  además aquí hay muchas personas que seguro deben atender.
- está bien entonces,  Cuídalo por nosotros Haruto. - dijo Kyujin hacia el mencionado.
- claro.
- toma, para que se alumbren.- Junmyeon le entregó una especie de lámpara con una vela dentro.
- gracias.
Ambos avanzaron, Haruto tomó la mano de Junkyu para que este lo guíe hacia su habitación, caminaron lento hasta que finalmente Junkyu se detuvo en una puerta y la abrió.
- ya llegamos.
- claro, pondré esto en tu mesita de noche, así alumbrará la mayoría de la habitación.
- claro, no hay problema.- respondió Junkyu buscando algo de ropa para Haruto y para él.
- no te preocupes por mí,  en cuanto la tormenta se detenga me iré.
- no creo que pare pronto.
- no quiero molestarte.
- no me molesta, realmente no lo haces.- respondió Junkyu dándole una de las pijamas que le quedaban grande.
- ¿seguro?
- mucho, ahora si quieres nos turnamos para cambiarnos.
Haruto miro hacia otro lado para que Junkyu pudiera cambiarse tranquilamente,  lo normal sería cambiarse en el baño, pero ahí estaba oscuro, él no tenía problema con eso, pero Junkyu aún no superaba ese miedo, así que fue lo que se les ocurrió.
Cuando ya estuvieron cambiados, Junkyu invitó a Haruto a tomar asiento en su cama, obviamente se quedaría a pasar la noche pero ambos tenían un debate mental, Junkyu porque aún no sabía cómo iban a dormir y Haruto porque no sabía que decir, afortunadamente los padres de Junkyu y ¿suegros? De Haruto entraron a la habitación como acostumbraban todas las noches para desearle buenas noches a su hijo.
- oh, veo que ya se cambiaron.
- si papá.
- ¿te quedaras a pasar la noche?.- preguntó Junmyeon a Haruto.
- si no es molestia.
- por supuesto que no, por ahora todas las habitaciones están ocupadas,  pero podemos acomodarte algo por aquí para que duermas.
- claro, no hay problema.

Kyujin llego después con algunas cosas para improvisar una especie de cama en el piso, la habitación de Junkyu era muy espaciosa, así que no había problema, aunque Junkyu le habría gustado poder decirles que no era necesario que hicieran eso porque bien Haruto podría dormir con él en la misma cama pero decidió callar, había descubierto que su padre era un poco celoso.
Una vez que vieron a Haruto tomar lugar en la cama improvisada, les desearon buenas noches a ambos.
La habitación se sumió en un silencio por varios segundos, hasta que Haruto decidió romperlo.
- será mejor que descanses, ha sido un largo día.
- un poco, pero ya sabes que cuando hay tormenta no puedo dormir.
- me quedaré despierto hasta que duermas.
Dijo Haruto desde el piso, mirando a Junkyu que asomaba su carita por una orilla de la cama.
- tú debes estar cansado de manejar durante horas, deberías dormir.
- está bien, no fue tan pesado.
- ¿puedes darme tu mano? Solo así podre dormir.
- está bien, no hay problema. - Haruto decidió sentarse y darle la mano a Junkyu quien inmediatamente la tomó,  Haruto se recargo un poco en su cama para mirarlo un poco más de cerca, con su otra mano acaricio el cabello de Junkyu, quien instintivamente cerró los ojos, un trueno sorprendió a ambos haciendo que Junkyu ejerciera fuerza en la mano de Haruto.
- ¿Porque no subes y duermes conmigo?
- no creo que sea correcto.
- por favor,  es que me da miedo mirar hacia las ventanas, ahí está oscuro y los truenos son fuertes.
- no quiero que sea incómodo.
- no lo es, solo será dormir.
- tus padres....
- Haru, estamos casados después de todo.
- aun así no se si...
- por favor .- Haruto no se pudo resistir a la mirada de Junkyu,  de verdad lo quería tanto.
- bien, pero si te sientes incómodo solo dime, ¿está bien?
- bien.
Haruto rodeo la cama para finalmente tomar lugar a un lado de Junkyu,   una vez acostado, ambos se quedaron quietos mirando el techo, Junkyu buscó de nuevo la mano de Haruto para tomarla, eso sobresaltó a Haruto pero no dudo en enlazar sus manos.
- ¿estás cómodo?.- pregunto Haruto.
- ahora lo estoy.
Se quedaron en silencio por un rato más, la tormenta allá afuera seguía muy fuerte, un trueno repentino terminó con aquel silencio,  obviamente Junkyu se sobresaltó de nuevo soltando la mano de su invitado para abrazarlo y esconder su rostro en el hombro de Haruto. Por su parte Haruto reacciono después de un rato pasando su brazo por la cintura de Junkyu atrayéndolo más hacia él, en aquella habitación, solo se podía escuchar la lluvia golpeando la ventana, el trueno que venía cada cierto rato y la respiración de ambos, logrando que se queden dormidos por la simple tranquilidad de estar junto al otro.
















Eres feo (Harukyu)🌾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora