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El modelaje había ido bien, durante unas semanas Junkyu había asistido a la agencia a realizar algunas prácticas sobre ello, Kyungsoo se encargaba de tomarle las medidas necesarias para hacer los diseños a la medida de Junkyu, Haruto lo acompañaba a veces y practicaba con él, a Soo le surgió una idea muy loca que llevaría a cabo en el futuro, pero por ahora se centraría en la próxima pasarela.
- Muy bien Junkyu aprendes rápido.
- Gracias.
- Eres muy inteligente, veras que después de esto te lloverán propuestas.
- No lo creo, no soy tan bueno.
- Kyu no digas eso, realmente lo estás haciendo muy bien. - opino Haruto.
- Él tiene razón, si vuelves a decir algo así te las veras conmigo. -respondió Kyungsoo.
- Está bien.


















































- No sabía cómo que se antojaba comer así que pedí un poco de todo.
- Haru eso es demasiada comida.
- Creo que esta vez sí me pasé un poco, juro que no me di cuenta cuando pedí tanto.
- ¿P-podemos compartirlo con el personal?
- Claro, así no se desperdicia nada, pero primero elige tú.
- Me quedo con la ensalada.
- ¿y de postre?
- N-no creo que…
- ¿y de postre Kyu?
- Bien, el pay de queso.
- Muy bien, debes de comer bien.
- Lo hago.
- Mentirosito, mientras este yo tu comerás como se debe. - dijo Haruto dando un toquecito en la nariz de Junkyu.
Desde una distancia considerable Kyungsoo miraba la escena agradecido, al menos entre todo lo malo que había vivido Junkyu, Haruto había sido su rayo de esperanza, que lo salvo de sufrir más de lo que ya lo había hecho, esperaba terminar rápido con su trabajo para ir a contarle a los verdaderos padres de Junkyu lo que había presenciado, también para mostrarles algunas fotos que había tomado.
Más tarde antes de que Junkyu se fuera ambos chicos se acercaron a Kyungsoo extendiéndole una invitación para él y su esposo, cosas que claramente acepto agradecido.

























































- ¿ya lo pensaste hyung?
- Si Hyeongjun, lo he pensado bien, y si no funciona o no me atrevo, tengo otro regalo en mi habitación.
- tu puedes hyung. Yo lo sé, él te trata muy bonito ¿verdad?
- Sí, es una gran persona, siempre busca mi bienestar, y comodidad.
- Te brillan los ojos hyung, estás enamorado.
- ¿enamorado? ¿no fuiste tú quien dijo que no sabía nada sobre esto?
- Exacto, no sabía, tiempo pasado, he investigado un poco, tus ojos brillan al hablar de él.
- N-no he cierto.
- Lo es, si lo besas vas a comprobarlo, ¿quieres apostar?
- ¿apostar?
- Si, ¿entonces?





























































El cumpleaños de Haruto había llegado al fin, su madre se había encargado de la mayoría de las cosas, incluso de vestirlos a Junkyu y a él, su madre era la típica persona que le gustaba la ropa de pareja, entonces por obviedad sus trajes eran combinados, al menos su madre tenía buen gusto para la moda y los trajes eran lindos, él se cambió en su habitación y Junkyu en la suya, una vez que terminaron ambos bajaron, estuvieron recibiendo a las personas invitadas, de un momento a otro un pastelillo había aterrizado en el impecable traje de Haruto, nadie sabía de donde había salido, el solo se había movido un poco más enfrente de Junkyu y pum, su madre lo envió a cambiarse de nueva cuenta y era como habían llegado a este momento.
Haruto no podía apartar la mirada de su esposo, es que Junkyu tenía una belleza digna de dioses, era un chico hermosos por donde lo vieras, su tentación era muy grande, lo tenía a centímetros concentrado armándole la corbata porque él se hizo el tonto y le dijo que no sabía cómo colocársela, además que Junkyu hiciera pucheros con su linda boca o se mordiera los labios en signo de concentración no ayudaba en  nada, si solo se inclinara un poco más sus labios chocarían y al fin tendría lo que tanto había deseado pero tenía que contenerse, su relación apenas y comenzaba a pesar de estar casados y no quería arruinarlo poniendo incomodo a Junkyu, tanto estuvo metido en sus pensamientos con la mirada fija en su objetivo que después de unos segundos cuando Junkyu termino levanto la cabeza mirándolo a los ojos cortándole la respiración por lo cerca que se encontraban, ya no eran centímetros, ahora eran milímetros, a la mierda, él lo quería, después se encargaría de arreglar las cosas pidiendo mil disculpas si era necesario solo por probar un poco de esos seguramente dulces labios, su sorpresa grande fue que quien se inclinó primero y choco sus labios fue Junkyu,  un toque efímero de solo 2 segundos que mando electricidad y escalofríos por el cuerpo de ambos, Junkyu se alejó rápidamente un poco asustado, fue lindo, pero Haruto quería más, y si Junkyu había dado el primer paso ahora lo haría el, tomo sus mejillas con ambas manos y le planto otro beso, primero solo un choque, después comenzó a moverlos lento y suave, quería que ambos disfrutaran del contacto intimo que compartían por primera vez, se tuvieron que separar por falta de aire, ambos con los rostros sonrojados, Junkyu abrazo a Haruto, este sintió los latidos del corazón de su esposo y seguramente Junkyu sentía los de él, en este momento era el hombre más feliz del mundo, había cumplido uno de sus tantos sueños.

- feliz cumpleaños. - Dijo Junkyu aun abrazado a su esposo. - este era mi regalo.
- ¿el beso?
- si. - respondió separándose.
- ¿a ti te gusto? - preguntó Haruto a su esposo, él estaba demasiado feliz pero ahora no estaba seguro si Junkyu lo hizo por presión o porque él también lo quería.
- no me preguntes eso. - respondió Junkyu abochornado huyendo de la mirada de Haruto.
- solo, solo quiero saber si no lo hiciste solo para complacerme. - se sinceró Haruto.
- t-te aseguro que yo también lo quería, pensé que sería buena idea dártelo como regalo de cumpleaños de hecho llevaba planeando este momento por un tiempo, así que vi la oportunidad y la aproveche, al principio me asuste, pero luego me besaste de vuelta y me gusto y me hizo sentir muchas cosas que al fin he comprendido.
- me basta con saber que te gusto, porque a mi sin duda me encanto y es el mejor regalo que me has dado. - dijo Haruto tomando de nueva cuenta el rostro de su amado, iban por un segundo o ¿o tercer? Beso, pero el llamando en la puerta los interrumpió, tenían que bajar ahora mismo, muy a fuerzas Haruto obedeció, bajaron de nuevo, era hora de que el cumpleañero diera el típico discurso de agradecimiento, obviamente Junkyu lo acompaño a un lado de él y sus padres, las únicas personas importantes en su vida, agradeció a los presentes, a sus padres y finalmente a Junkyu.
. quiero agradecer a la persona a mi lado, que es la persona con la que quiero pasar todos mis cumpleaños, toda mi vida, y crear un bonito futuro juntos. - Haruto tomo las manos de Junkyu y lo miro a los ojos. – quiero que sepas y que el mundo se entere de lo feliz que me hace estar contigo, pasar el rato juntos, hablar, o simplemente mirarte, eres una persona hermosa por dentro y por fuera, pronto brillaras como esa joya preciosa que eres, te amo Kim Junkyu, eres lo que necesito a mi lado. – sin más lo beso frente a todos, sus padres, sus suegros y todos los presentes, él sabía que muchos dudaban de su relación y esperaba que ahora les quedara claro, que quien se atreviera a ponerle un solo dedo encima a Junkyu, las pagaría muy caro, además callaba las bocas de todos de una buena vez, pero sobre todo, necesitaba con urgencias volver a sentir los labios de Junkyu sobre los suyos, las personas aplaudían y la prensa no tardo en lanzar sus flashes para tener un recuerdo del momento, Junkyu se sentía feliz y querido pero también un poco avergonzado, hace unos minutos atrás se habían besado por primera vez y ahora lo habían hecho frente a mucho público, pero era algo normal y sabía que no debería de esconderse, eran esposos después de todo.

Por otro lado alguien se retorcía de la rabia, Mina sabía que ese debería de ser su lugar, pero como siempre su hermano le robaba el protagonismo, no era la primera vez, ya eran muchas, su madre tampoco estaba muy contenta, lo disimulaba muy bien, su padre parecía tranquilo, trato de ignorar todo por el momento pero los amigos de ese par no se la ponían fácil, estaban justo al lado de su mesa, eran irritantes, solo hablaban del beso que acababan de presenciar como si fuera algo importante, bufo y se mantuvo entretenida en su teléfono pero ahí ya había más de mil fotos y videos de Junkyu y Haruto, había varios comentarios deseándoles una buena vida juntos y felicitando al cumpleañero, unos pocos decían lo dulce que era su relación y una mínima cantidad decía que actuaban muy bien, esos probablemente eran las personas a las que les pago para esparcir rumores del matrimonio de su hermano, bueno al menos aun tenia oportunidad de destruirlo.












































- ¿Grabaste eso? – pregunto Park emocionado.
- Obviamente lo grabe, más tarde tenemos ir a ese lugar.
- Lo sé, pero ahora no se si él se pondrá feliz o celoso.
- Las dos cosas seguramente, pero no podrá hacer nada, realmente se ve que se quieren mucho.
- Lo sé.
- Los he visto interactuar de cerca y él lo cuida mucho.
- ¿Cómo yo a ti? - pregunto Chanyeol.
- ¿tu? Tu eres un intenso.
- Bueno un poquito, pero es porque te quiero mucho y me preocupo por ti.
- Lo es tonto, por eso te aguanto.
- ¿Qué dijiste?
- Que por eso te quiero. – ambos rieron un poco, así era su relación, pero se amaban mucho y se apoyaban en todo.




















































- ¿Cómo que beso a mi niño?
- Técnicamente ya no es un niño.
- Aun así, él es pequeño para mí.
- No seas celoso Jun, nuestro hijo está casado, obviamente van a darse un beso, además ese Haruto le dedico palabras muy lindas a mi niño, por mi está aprobado.
- Al principio lo acepte ahora ya no, es un pervertido.
- No seas tonto. – Chanyeol le dio un golpe a su amigo.
- Auch.
- ¿ustedes no se casaron a la misma edad? Además, que tiene de malo un beso.
La discusión no acabo ahí, solo era Junmyeon siendo tonto y sobreprotector con su bebe, no lo había visto en persona desde hace años, pero él era su padre y obviamente debería actuar como tal.
















Eres feo (Harukyu)🌾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora