Trece

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Julian Keller


Mi padre se marchó a la corte por un tema urgente, por lo que me quedé solo en ese castillo con Dirk quien no debía estar presente en la reunión, según entendí, porque en ella se iba a tratar el regalo que los magistrados entregarían en mi matrimonio

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Mi padre se marchó a la corte por un tema urgente, por lo que me quedé solo en ese castillo con Dirk quien no debía estar presente en la reunión, según entendí, porque en ella se iba a tratar el regalo que los magistrados entregarían en mi matrimonio. Una tradición un poco tonta, si me permiten decir.

La comida se sirvió en el amplio salón comedor. El aroma de las patatas dulces con ensalada de guisantes y aceitunas llenó el lugar. Olía demasiado bien. Percibí también el aroma de pescado fresco y vino tinto. Me senté a la mesa cuando escuché los pasos de Dirk acercarse, pero no era el único. Su joven amiga lo acompañaba. La mujer lucía pulcra e impoluta como si hace unas horas no hubiese estado arrodillada frente a Dirk chupándole.

Rodé los ojos con profundo hastío.

—¿Terminaron los jugueteos? —solté sin poder evitarlo cuando ellos se sentaron a la mesa.

Él a la cabecera, yo estaba al costado derecho y ella justo frente a mí.

—Se le llama pasión, joven Keller.

Su voz suave, pero melosa me causó disgusto.

—Si usted lo dice —murmuré.

—Usted debería conocerlo muy bien, ¿no es cierto?

—La mayoría de las personas conocen lo que la palabra pasión implica —repliqué sin interés.

Me llevé a la boca un pedazo pequeño de carne y lechuga, el sabor de la vinagreta me picó la lengua y me sacó un suave gemido. La carne estaba suave y deliciosa, y las lechugas tan crujientes pero muy bien sazonadas.

Mi aguda nariz también percibía un delicioso postre de galleta y crema montada. Oh, mi profunda debilidad. Padre nunca me dejó acercarme demasiado a los pastelillos luego de haberme descubierto a media noche asaltando la alacena cuando tenía once años.

—Por supuesto, pero la mayoría de las personas ni siquiera la han practicado —habló y entonces recordé que estaba sosteniendo una charla con esa mujer.

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