9: Algo más que la marca.

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Unas horas antes en el edificio de la mafia todo mundo festejaba el encontrar a el hijo de el embajador, después de todo al fin podrían volver a sus deberes.

Pero en un rincón se encontraban Wei Wuxian mirando a todos intentando sonreír.

-- ¿que ocurre hermano?-- pregunta Jiang Chen.

-- nada es solo una tontería.

-- una tontería no te tendría en este rincón.

-- es.... Es que... -- Wei Wuxian tiene la cabeza echa nudos y no sabe cómo expresarlo. -- en verdad me gusta.

-- y ¿Cuál es el problema?

-- quiere que deje a mis hermanos, y yo...

-- después de que mi padre te adoptó siempre te tratamos como de la familia, tus padres murieron y mi padre cumplió una promesa, pero tú no eres de este mundo, podrías pedir a el embajador...

-- no Jiang Chen yo no le pediré a ese señor nada, sabes lo mal que me cae.

-- es el esposo de tu tía y ella tiene...

-- no, ya te dije que ustedes  son mi familia.

-- lo se WeiYin pero, padre dice que rechazaste  sus opciones.

-- secuestrarlo o matarlo, eso no me sirve.

-- entonces tendrás que someterte.

Esto era algo a lo que Wei Wuxian le estaba dando vueltas, no quería someterse a su alfa, y al parecer Lan Zhan no tenia planeado someterse a un Omega dominante.
Después de un rato se despidió de todos y salió de el lugar, un auto lo llevo a el departamento de Lan Zhan donde al entrar pudo sentir el aroma de su alfa y si corazón dio un salto de felicidad. Entro en la regadera y después fue a la cocina, el instinto le decía que debía esperar a su alfa con una comida, aún que esté instinto no le dijera como lograría eso.

La olla apenas estaba dando los primeros hervores cuando escucho la puerta abrirse, y su nariz le dijo que había llegado.
Con una gran sonrisa camino hasta el, y verlo de está forma lo hizo desearlo, su alfa está a dentro de una coraza de proximidad, lucía tan varonil y tan dominante que su Omega no dudo en ofrecer ayuda.

-- llegaste. -- dijo Wei Wuxian de modo sumiso.

Lentamente fue retirando los broches de cada pieza de la coraza, la respiración de Lan Zhan se volvió errática mientras cada prenda caía al suelo. Este Omega tuvo entrenamiento militar así que sabía muy bien como desarmar el arma, aún así nunca en su vida sintió que está acción fuera tan sexy.
Sin poder evitarlo sus pupilas se dilataron y al encontrarse con los ojos contrarios no pudo ocultar su exitacion.

-- WeiYin... -- la simple pronunciación de su nombre y ya estaba deseando estar en sus brazos. -- lo siento, yo...

Wei Wuxian no lo dejo terminar lo que sea que fuera a decir, tal vez sería una disculpa pero el no tenía intención de ver a un alfa sumiso, así que se lanzó a los brazos de su alfa y lo hizo callar con un beso.
Este acto fue entendido por Lan Zhan como la disculpa por lo terriblemente patán que había sido horas antes.

-- WeiYin en verdad me gustas, no es el celo. -- decía mientras pasaba su pulgar por aquel rostro blanco de su omega. -- eres tan hermoso, es tu piel, tu pelo, tus manos, tu cintura, y lo lindo que luces cuando lleg....

Sus labios fueron callados nuevamente al escuchar lo que dirían,  y como recompensa aquellas manos delgadas y blancas soltaron su pantalón para ponerse de rodillas.

Lan Zhan paso saliva con dificultad al ver cuáles eran las intenciones de el Omega, y aunque su mente pretendía decir no a tal cosa su lado pervertido hacia que sus ojos brillarán por el deseo.

El castillo de los Omega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora