15. Día normal

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Se llegó la hora de la salida, Temo ya estaba afuera de la escuela esperando a sus hijas hasta que las vio y las niñas corrieron hacia él.

-¡Hola papá!- lo saludaron abrazándolo.
-¡Hola mis niñas!- dijo Temo feliz-. ¿Qué tal la escuela?
-Todo estuvo bien, pero estamos más felices de verte porque te extrañamos.
-Ay mis niñas, yo también las extrañé. Vamos a casa.

Temo y sus hijas se fueron a la casa, las niñas platicaban muy felices sobre si primer día de clases haciendo sentir feliz a su papá.

Mientras tanto en la disquera Ari se encontraba haciendo algunos ajustes con lo que parecía ser una canción, en ese momento entró Kika.

-¿Vas a comer, Ari?- preguntó ella.
-Si, solo estoy terminando esto- dijo Ari y guardó ese archivo.
-¿Es una nueva canción?
-Si, pero no es cualquier canción, esta es muy especial.
-Ya me imagino para quién es. Por cierto, ¿cuándo vas a volver a traer a las niñas?
-Espero que pronto ya que hoy mis niñas entraron a la escuela.

Ari cerró su computadora, sacó de su mochila su comida y se fue al comedor junto con Kika.

Temo se encontraba en la pequeña mesa de la sala ayudándole a sus hijas con su tarea, estaba orgulloso de tener unas hijas muy inteligentes porque estaban aprendiendo muy rápido.

-Si 12X5 son 60, 12X9 son...- decían las niñas.
-¿Son?- dijo Temo esperando feliz la respuesta.
-¿Son 108?
-¡Muy bien mis niñas, esa es la respuesta!

Temo abrazó a sus hijas muy feliz y las llenaba de besos, se sentía orgulloso. En ese momento Ari llegaba de trabajar y al entrar a la sala vio esa linda escena de su esposo siendo muy cariñoso con sus hijas.

-¿Y para papá Ari no hay besos?- preguntó con una pequeña risa.
-¡Papi!- dijeron las niñas felices y al lanzarse a sus brazos le dieron un beso en sus mejillas.
-¿Cómo les fue en la escuela?
-Super bien, ya tenemos tres amigas.
-Hola mi amor- dijo Temo dándole un beso.
-Hola mi corazón, te extrañé mucho.
-También te extrañé.
-¿Y a nosotras no nos extrañaste?
-Claro que si mis celosas, también las extrañé.

Ari abrazó a su esposo e hijas para después continuar con sus actividades. Las niñas continuaron haciendo sus tareas mientras sus padres las miraban, sus sonrisas no se borraban.

-Tenemos unas niñas muy inteligentes- comentó Temo a su esposo.
-Lo sé, igualitas a su padre- dijo Ari mirándolo.
-¿Cómo te fue en el trabajo?
-Todo normal Tahi, ya casi termino una nueva canción.
-¿Y la podré escuchar?
-Tú serás el primero en escucharla.
-Ya terminamos, papás- dijeron las niñas.
-Muy bien niñas, vayan a guardar sus cosas y se ponen sus pijamas para los cuatro ver una película.

Las niñas hicieron lo que sus padres dijeron y a los pocos minutos los cuatro ya estaban sentados en la alfombra de la sala con sus pijamas puestas mirando una película. Las niñas estaban sentadas sobre las piernas de sus padres, los cuatro estaban divirtiéndose.

Así estuvieron pasando las horas mirando películas hasta que las niñas se habían quedado dormidas. Sus padres no se habían dado cuenta, fue hasta que Temo escuchó un gran suspiro de Anya quien estaba en sus brazos.

-Tahi- lo llamó Temo y cuando el rizado lo miró este señaló a las niñas que ya estaban dormidas.
-Lo mejor será ya llevarlas a su cama- dijo Ari en voz baja.

Las llevaron a su habitación, las acostaron en sus camas y besaron sus frentes para que pudieran dormir tranquilamente. Ellos también ya irían a dormir, en el trayecto a su habitación Ari abrazó a Temo por la cintura y lo besó, el castaño correspondió el beso. Al separarse juntaron sus frentes y Temo acariciaba el rostro de Ari, amaba hacer eso después de que se besaban.

-Me encanta pasar estos momentos en familia- dijo Temo.
-A mí también, nada me hace más feliz que pasar momentos con mi familia- dijo Ari dándole un pequeño beso.

Luego de unos cuantos besitos ambos se fueron a dormir.

Familia Corcega López Donde viven las historias. Descúbrelo ahora