Familia Corcega López

42. Momento de crecer

Tres meses después...

Anya y Nidia se encontraban en su cuarto entretenidas con sus celulares luego de haber hecho la tarea. Ambas reían por algunas cosas que veían en sus celulares, pero repentinamente Nidia se quedó pensativa.

-¿Qué te pasa?- preguntó Anya al ver a su hermana.
-Nada, solo pensaba- dijo Nidia-. Anya, ¿te has dado cuenta de lo rápido que hemos crecido?
-¿Por qué lo dices?
-Estoy viendo que nuestro bote de juguetes ha estado guardado en nuestro armario desde que dejamos de jugar con ellos.
-Es verdad, ya no jugamos con ellos. Solo jugamos juegos de mesa con nuestros papás, en veces salimos a pasear en nuestras bicicletas y casi siempre jugamos con nuestros perros.
-Sé que ya somos adolescentes y sé que sonará raro pero, no quiero deshacerme de nuestros juguetes. Nuestra familia nos los regalaron con tanto cariño desde que llegamos.

Ambas hermanas se quedaron pensando en todo aquello, fueron hacia su armario y de su bote sacaron algunos juguetes y sonreían al recordar todos los juegos que hicieron cuando eran más niñas. Sería feo para ellas deshacerse de ellos ya que eran regalos de toda su familia.

-Oye- habló Anya-. Aún podemos conservarlos sin la necesidad de jugar con ellos.
-¿Cómo?- preguntó Nidia.
-Los mantendremos guardados por un pequeño tiempo mientras esas personitas llegan.
-¿Te refieres a nuestros hermanitos?
-Si, ellos podrán jugar con todos aquellos juguetes que fueron nuestros, además, sería un regalo de nuestra parte.
-Tienes razón, aún no sabemos qué son, pero sean niños, niñas o niño y niña tendrán una linda infancia.
-Cierto, y papá Temo dice que para los juguetes no existe género.

Felices comenzaron a guardar los juguetes en varias cajas y los llevaron a la bodega. Estaban guardando los peluches cuando se les ocurrió una idea mejor.

Temo acariciaba los rizos de Ari mientras este besaba muchas veces su vientre, este ya estaba un poquito más grande. En ese momento tocaron la puerta.
-Pasen- dijeron y las niñas entraron-. Hola hijas.
-Hola papis- saludaron y se subieron a la cama, tenían sus manos atrás de su espalda-. Les traemos unos regalos, bueno, en realidad son para nuestros hermanitos.

Anya y Nidia mostraron lo que tenían en sus manos, eran su muñeca Naty y su oso Teddy. La pareja los tomaron y miraron a sus hijas con nostalgia.

-¿De verdad les van a regalar sus peluches a sus hermanitos?- preguntó Temo con cierta nostalgia.
-Si, también les regalaremos nuestros juguetes porque ellos aún podrán jugar- dijo Anya-. Nosotras ya pasamos por la etapa de los juguetes pero después de que nazcan nuestros hermanitos volveremos a jugar con ellos para que tengan una linda infancia como la tuvimos nosotras.

El embarazo tenía muy sensible a Temo y eso se notaba en ese momento porque las lágrimas ya salían de sus ojos. Repentinamente se levantó y de una caja que tenía en el armario sacó algo, eran otros dos peluches. Ari sonrió al verlos ya que eran los peluches que ganaron en la feria poco después de haberse casado.

-¿Y esos peluches?- preguntaron las niñas.
-Estos peluches los ganamos en la feria cuando recién éramos esposos y queríamos regalarselos luego de adoptarlas, pero estábamos tan alegres con su llegada que lo olvidamos- dijo Ari-. Pero con lo que nos dijeron van a pertenecer a sus hermanitos y sabemos que jugarán con ellos.
-Pero jamás olviden esto mis niñas- dijo Temo-. Por más que sigan creciendo y se conviertan en hermanas mayores, para nosotros siempre seguirán siendo nuestras pequeñas niñas, aquellas dulces niñas que nos robaron el corazón en el momento que pusimos un pie en la fundación.

Los cuatro se unieron en un abrazo, sabían que la llegada de los bebés los mantendrían más unidos que nunca.

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Guapuritas!!!! Ya se acerca el capítulo de la revelación del sexo de los bebés así que hagan sus votaciones de lo que creen que serán

💙💙 Niños
❤️❤️ Niñas
💙❤️ Niño y niña