Familia Corcega López

45. Fiesta de revelación

Había mucho movimiento en casa, el patio tenía mucho color por todo lo que lo adornaba: hoy sería la revelación del sexo de los bebés.

Ari y Anya acomodaban unas cosas mientras que Temo y Nidia acomodaban los postres.

-Hija, te quedaron hermosos los cupcakes y las galletas- dijo Temo.
-Gracias papá, he aprendido mucho de ti- dijo Nidia sonriendo.
-Papá Temo, calma a tu esposo- dijo Anya mientras amarraba unos globos.
-¿Qué pasa?
-Me está insistiendo en que le diga qué serán los bebés.
-Te estoy observando, Ari.
-Perdón Tahi- dijo Ari.

Después de un rato terminaron de decorar y fueron a cambiarse porque ya no tardaba en llegar la familia. Los felices papás ya estaban arreglados, Ari se agachó y besó la panza de Temo.

-Mis amores, hoy por fin sabremos qué serán- dijo Ari sonriendo-. Sean lo que sean van a ser bienvenidos.
-Si bebitos, los vamos a amar mucho al igual que sus hermanitas y así como yo amo a su papá.

Ari sonrió y besó a su esposo, querían estar así un buen rato pero tenían una sorpresa que descubrir.

Toda la familia ya se encontraba en el patio, esa pequeña fiesta parecía una gran fiesta de cumpleaños, pero esto era porque eran una enorme familia. Todos comían botanas y algo de comida, Temo no se detenía con sus antojos, se tomaban fotos con un marco que hicieron y hacían votaciones a lo que serían los bebés.

-Yo digo que van a ser otras calcomanías como nosotros- dijo Julio.
-Ay no, yo pienso que van a ser dos lindas niñas- dijo Lupita.
-Yo también pienso que van a ser lo mismo- dijo Frida.
-Pues existen posiblidades de que sean niño y niña- dijo Santi.
-¿Ustedes qué creen que serán sus hermanitos?- preguntó Sebas.
-Nosotras no responderemos a eso- dijeron Anya y Nidia sonriendo con complicidad.

Por más que los Unidos estuvieron tratando de sacarles la respuesta, Anya y Nidia no hablaron.

El ambiente era lindo, pero ya había llegado el momento de la revelación, Anya y Nidia dieron por unas cajas que mandaron a hacer, dentro tenían unos globos.

Ari y Temo se pusieron detrás de las cajas, todos ya estaban preparados para capturar el momento.

-De acuerdo, los votos quedaron así: 6 votos para niño y niño, 7 para niña y niña, 10 para niño y niña- dijo Ari-. Pero ya llegó el momento de descubrir la verdad.
-Anya y Nidia nos hicieron estás lindas cajas y de ellas saldrán unos globos de acuerdo a lo que serán los bebés- dijo Temo y la emoción ya se sentía.

Ari y Temo se dieron el beso de la suerte, aunque no la necesitaban porque sabían que amarían a sus bebés.

-¡1... 2... 3!- gritaron todos.

Ari y Temo abrieron las dos cajas al mismo tiempo, de estas salieron globos color pastel y unos más grandes que parecían ser unas letras. Todos se quedaron confundidos, incluyendo a los padres.

-¿Y al final qué son?- preguntó Linda confundida.
-¿Qué sucede aquí, niñas?- preguntaron Ari y Temo.
-Bueno, les vamos a explicar- dijo Nidia-. Por casualidad escuchamos a nuestros papás eligiendo el nombre de los bebés y con ello queríamos basarnos para la sorpresa.
-Los globos de colores fue una broma- dijo Anya riendo-. Pero la respuesta está en los globos de letra.

Ari y Temo bajaron un poco los globos, al ver las iniciales recordaron los nombres que habían elegido no resistieron a llorar de felicidad.

-¡¿Qué son?!- exclamaron todos.

Anya y Nidia dispararon unos cañones de los que salieron muchos papelitos rosas, los gritos de alegría no se hicieron de esperar.

-¡Son niñas!- dijeron los Corcega López.
-Otras nietas, ¡que felicidad!- dijo Pancho con su tradicional grito de alegría.
-Y te vas a emocionar más cuando sepas los nombres que eligió tu yerno, Papancho- dijo Temo feliz.
-Se van a llamar Laura y Rebeca- dijo Ari y eso hizo llorar a Pancho, abrazó a su yerno.
-Gracias mijo, no sabes la felicidad que siento al saber que le van a dar esos lindos nombres a mis nuevas nietas.

Ya nada podía arruinar esa felicidad, las bebés llegarían a una hermosa familia.