Ari y Temo ya habían cumplido su sueño de casarse. Ahora están por cumplir otro sueño más, ambos serán papás de dos hermosas niñas.
Acompaña a esta familia en sus aventuras.
Temo estaba súper feliz porque estaba esperando un hijo de Ari, el amor de su vida.
-¿Y cuánto tengo?- preguntó Temo. -Los resultados indican que estás de tres semanas- dijo Robert-. Tu bebé aún es pequeñito, por lo cual te voy a agendar cita para dentro de tres semanas y hacer el ultrasonido.
Con esas palabras Temo se sintió más ilusionado, solo imaginar que en unas semanas vería a su bebé por primera vez y junto a Ari. Los sentimientos estaban a flor de piel.
-¿Estás feliz?- preguntó Robert. -Demasiado- dijo Temo sin borrar su sonrisa-. Ya solo quiero ver la reacción de mi Aris cuando sepa que nuevamente será papá y mis niñas serán hermanas mayores. -Y por el resto de la familia no te preocupes, de mi boca no saldrá nada hasta que se lo hayas dicho a Ari y a mis sobrinas. -Gracias Robert.
Ambos se dieron un abrazo y Temo se fue a casa para comenzar a planear algo para darles la noticia a sus hijas. Durante el camino no dejaba de sonreír y de acariciar su vientre.
-Un bebé mío y de Ari- decía con gran ilusión-. Ay mi amor, no puedo esperar a que regreses y darte la noticia de que serás papá otra vez.
Horas después...
Anya y Nidia llegaban de la escuela, al entrar a la casa notaron que había mucho silencio.
-Ya llegamos, papá- avisaron. -Estoy en la cocina- dijo Temo-. Dejen sus mochilas y vengan un momento las dos.
Las niñas dejaron sus mochilas y fueron a la cocina, al entrar vieron a Temo parado junto a la mesa muy sonriente y sobre esta estaban dos cajas pequeñas.
-¿Qué es esto, papá?- preguntaron con curiosidad. -Es un pequeño regalo para ustedes, abranlo- dijo Temo sin borrar su sonrisa.
Ambas se sentaron y abrieron las cajas, dentro encontraron dos pasteles muy hermosos que su papá recién acababa de hacer, pero lo sorprendente y confuso a la vez eran las frases escritas.
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-¿Hermanas mayores?- dijeron aún más confundidas. -¿Saben qué significa cuando van a ser hermanas mayores?- preguntó Temo conteniendo su emoción. -Si, cuando ya no vamos a ser hijas únicas porque va a venir un nuevo bebé o... ¡¿Qué?!
Temo no pudo resistir a reírse por la expresión de sus hijas al captar el mensaje, era la reacción que menos esperaba pero había sido divertida. Ahora les diría la verdad.
-Papá, ¿vamos a tener un hermanito?- preguntaron las niñas. -¡Si mis niñas!- dijo Temo y las niñas gritaron de emoción para después abrazar a su papá. -Un momento papá, ¿cómo es que vamos a tener un hermanito?- preguntó Anya. -Yo también me pregunto lo mismo, ¿papá Ari y tú van a adoptar?- preguntó Nidia. -No exactamente. Siéntense que les voy a explicar esto.
Lo mismo que Robert le explicó a Temo se lo dijo a sus hijas, ellas ya tenían edad suficiente para entender eso y al saber que su papá estaba embarazado las llenó de más alegría.
-¡Ay papi, estamos muy felices por la llegada de este bebé!- dijeron las niñas acariciando el vientre de su papá-. Te prometemos que seremos las mejores hermanas mayores. -Yo sé que lo serán, hijas- dijo Temo dándoles un beso. -¿Papá Ari ya lo sabe? -No, los únicos que saben son su tío Robert y ustedes. A su papá se lo diré cuando regrese y para ello voy a necesitar su ayuda.
El resto de la tarde Temo y sus hijas estuvieron planeando la sorpresa para el regreso de Ari, hasta que cayó la noche y las niñas se fueron a dormir.
-Mucha suerte en tu concierto de mañana, amor- dijo Temo con su celular pegado al oído-. Por nada nos lo vamos a perder. -Gracias Tahi- dijo Ari al otro lado de la línea-. Ya solo quiero estar junto a ti y nuestras niñas. -Esperamos ansiosos tu regreso y no puedo esperar a darte la sorpresa. -¿Una sorpresa? -Si amor y será la mejor que hayas recibido.
Al decir eso Temo acarició su vientre, una pequeña vida comenzaba a formarse dentro de él.
