21. Nochebuena

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Pasaron unos días y por fin había llegado la fecha muy esperada por la familia: nochebuena.

Esa noche la familia Corcega López ya se alistaba para irse al edificio Corcega ya que allá celebrarían la navidad.

-¿Ya están listas, niñas?- preguntó Temo.
-¡Si papá, los esperamos en la sala!- dijeron las niñas desde su cuarto.
-Están muy alegres de pasar su primer navidad con nosotros- dijo Ari sonriendo.
-Lo sé, yo sentí la misma alegría cuando tú y yo pasamos nuestra primer navidad siendo novios, hace un año la celebramos siendo esposos y ahora con dos hermosas niñas que son nuestro orgullo.
-Gracias por seguir a mi lado, Tahi.
-Gracias a ti por ser mi mayor felicidad.

Juntaron sus frentes, mirándose tiernamente y después salieron a reunirse con sus hijas para irse.

Al llegar al edificio las niñas corrían muy alegres por el pasillo hasta llegar a la casa de doña Blanca, tocaron y abrieron la puerta.

-¡Hola!- saludó Polita al abrir.
-¡Abuelita!- dijeron las niñas abrazandola muy alegres.
-Mis nietas hermosas, me alegra poder pasar esta navidad con ustedes. Pasen para que saluden a los demás.
-Hola ma- saludó Ari.
-Hola mi Aris, hola yernito.
-Hola suegrita- saludó Temo.

El ambiente en el lugar era agradable porque todos convivían y platicaban hasta que llegó la hora de la cena. Antes de comenzar a servir, doña Blanca se levantó y golpeó levemente su copa.

-Gracias a todos por estar aquí una navidad más, me alegra que sigamos compartiendo juntos buenos momentos y que esta familia siga creciendo- dijo doña Blanca-. ¡Feliz navidad!
-¡Feliz navidad!- dijeron todos.

Hubo muchos abrazos entre todos y las parejas se daban un beso.

Más tarde después de cenar el ambiente en casa seguía de maravilla hasta llegar la hora del intercambio de regalos, era una tradición que nunca se iba a perder, Susana le había regalado a Anya y Audifaz a Nidia.

-¿Qué les regalaron sus abuelos?- preguntó Temo abrazando a sus hijas.
-A mí me regaló un estuche para hacer pulseras- dijo Ari sonriendo.
-A mí un juego de té- dijo Nidia también sonriendo.
-Sus abuelos las quieren mucho y quieren verlas felices- dijo Ari también abrazándolas.

Después del intercambio los adultos platicaban entre ellos y los niños jugaban hasta que el cansancio los venció, se habían quedado dormidos en los sillones.

-Tahi, amor- lo llamó Ari-. Creo que ya es hora de irnos, las niñas ya se quedaron dormidas.
-Tienes razón Tahi, además ya es un poco tarde- dijo Temo.

Los Aristemo comenzaron a despedirse de toda la familia y cargaron a sus hijas aún dormidas para llevarlas al auto, se fueron a casa.

Cuando llegaron llevaron a las niñas a sus camas, las arroparon y les dieron su beso de buenas noches. Antes de irse a acostar se acercaron a donde estaba el árbol y debajo ya había algunos regalos.

-Feliz navidad amor- dijo Ari abrazando a Temo.
-Feliz navidad Tahi- dijo Temo mirándolo a los ojos-. Te amo.
-Te amo más, lo único que pido esta navidad es seguir a tu lado y disfrutar de cada momento con nuestras hijas.
-Así será Tahi, seguiremos siendo una hermosa familia.

Se regalaron la sonrisa más hermosa, rozaron sus narices y se unieron en un mágico beso.

Familia Corcega López Donde viven las historias. Descúbrelo ahora