Ari y Temo ya habían cumplido su sueño de casarse. Ahora están por cumplir otro sueño más, ambos serán papás de dos hermosas niñas.
Acompaña a esta familia en sus aventuras.
Finalmente Ari ya estaba en casa, en cuanto entraron Duke y Aleu salieron corriendo haciendo caer a Ari para después lamerle la cara. Todos reían por ese afectuoso recibimiento.
-Parece que también te extrañaron- dijo Temo riendo. -Lo sé, ¡ay mis perritos traviesos!- dijo Ari haciéndole cariños a sus perros. -¡Vamos Aleu y Duke!- dijeron Anya y Nidia para salir al patio a jugar con sus perros. -Ven Ari, vamos al cuarto. Te tengo una sorpresa.
Temo tomó la mano de su esposo y fueron a su habitación. Al entrar Ari encontró la cama adornada con muchos globos que tenían papelitos con lindos mensajitos, pero un globo de corazón estaba amarrado a una pequeña caja.
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-Ay Tahi, esto es hermoso- dijo Ari abrazando a su esposo. -Abre la cajita, amor- dijo Temo con un nudo en la garganta porque ya le iba a dar la noticia. -¿Estás bien, amor? Parece que quieres llorar. -Estoy bien. Abrela.
Ari tomó la pequeña cajita y encontró algunas cositas de bebé, le pareció bastante tierno.
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Ari no entendía lo que significaba, pero encontró unas hojas, una era una carta que decía:
¡Hola papito!
¡Ya vengo en camino! Sé que les llegué de sorpresa a ti y a papi Temo pero estoy seguro que ya pensaban en mí. Sé que soy el resultado de ese amor tan grande que ustedes se tienen.
Me siento muy feliz de saber que pronto en unos mesesitos más, seguramente por el mes de Marzo si Dios quiere, podré sentir por primera vez tus abrazos rodeando mi cuerpecito, no tengas miedo agarrarme aunque esté pequeñito, yo sé que me cuidarás.
Ahorita, aunque no te puedo tocar ni ver, quiero que sepas que ansío mucho el poder conocerte, espero parecerme a ti, mi papi y mis hermanitas dicen que eres muy guapo.
Hablame porque yo puedo escucharte y siento tu amor a través de tu voz. Cuida mucho a papi, apapachalo mucho porque sé que se pondrá muy sensible, tenle paciencia porque tal vez haya ocasiones en que se ponga de mal humor, conforme vaya creciendo vas a tener que ayudarlo más porque yo no lo voy a dejar moverse mucho.
Aún no está definido mi sexo, todavía soy muy pequeño, así que solo llámame "mi bebé".
Te dejo este mensajito para que sepas que ya estoy presente y que nos abrazaremos pronto. Te amo papi. Tu bebé
Ari ya comenzaba a derramar lágrimas al terminar de leer la hermosa carta y al ver la otra hoja que estaba detrás de la carta rompió en llanto porque eran los análisis de Temo. El castaño abrazó a su esposo y le daba pequeños besos, él también comenzó a llorar.
-Dime que es verdad, amor- dijo Ari entre lágrimas. -Si mi amor- dijo Temo y tomó la mano de Ari para colocarla en su vientre-. ¡Vamos a tener un bebé!
El rizado se levantó de la cama para cargar a Temo y darle varias vueltas para después besarlo, eran muchas las emociones que se sentían en ese momento.
-¿Un bebé tuyo y mío?- decía Ari muy feliz. -Si Tahi- dijo Temo sin dejar de sonreír-. Lo que creíamos imposible finalmente sucedió. -Pero, ¿cómo?
Temo explicó una vez más su caso y Ari aún más feliz volvió a besarlo.
-Te amo, te amo- dijo Ari besando la cara de su esposo-. Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo. -No tienes nada que agradecer, Tahi- dijo Temo acariciando su rostro-. Teniéndote a ti, a nuestras hijas y muy pronto a nuestro bebé ya estoy completo. Por cierto, ¡niñas! -¿Ya le dijiste?- preguntaron muy felices al llegar. -¡Si, su papá me acaba de dar la noticia de que serán hermanas mayores y sé que serán las mejores!
Los cuatro se unieron en un abrazo, pero ahora ya eran cinco.
