38. Ultrasonido y...

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Había mucho movimiento en casa, principalmente porque las niñas ya se iban a ir a la escuela. Pero las emociones estaban presentes porque Aris y Temo irían al primer ultrasonido.

-Entonces pasamos por ustedes para ir a comer- dijo Ari cuando ya estaban afuera de la escuela.
-Si papi- dijeron las niñas y depositaron un pequeño beso en el vientre de Temo-. Te queremos hermanito y ya queremos verte.
-Ya casi, mis niñas- dijo Temo sonriendo-. Tengan un excelente día.

Anya y Nidia entraron a la escuela. Ari estaba por arrancar cuando vio una escena en la que Temo miraba hacia su pancita mientras la acariciaba. El rizado colocó su mano encima de la de Temo y besó su mejilla.

-Amo cuando acaricias tu pequeña pancita- dijo Ari sonriendo-. De esa manera nuestro bebé sabe que lo amas.
-Lo amamos porque él también siente tu amor cuando acaricias mi pancita- dijo Temo también sonriendo y le dió un beso.
-Oye amor, he estado tan emocionado con esto que apenas pude notar que tu pancita ya se asoma un poquito.
-Es cierto Tahi, las niñas también me lo comentaron. Pero en el ultrasonido ya veremos todo. Oye mi amor.
-¿Qué pasó, Tahi?
-¿Podemos ir a desayunar a algún lugar antes de ir al ultrasonido? Bebito y yo tenemos hambre.
-Claro que si mi amor, lo que mis bebés pidan.

Luego de un delicioso desayuno Ari y Temo se fueron al hospital para su ultrasonido, ya estaban emocionados y se notaban en sus manos entrelazadas.

-Aristoteles y Cuauhtémoc, pueden pasar- avisó una enfermera.

Ambos pasaron al consultorio y se sentaron en el escritorio frente a Robert, no soltaban sus manos más que nada por la emoción que sentían.

-Hola chicos- los saludó-. ¿Listos para ver a su bebé?
-Estamos listos?- dijo Temo-. Casi ni pudimos dormir por la emoción.
-¿Y cómo reaccionó Ari al saber que será papá nuevamente?
-Aún sigo sin poder creerlo- dijo Ari acariciando el vientre de su esposo-. Ya solo quiero que llegue el momento de tener a mi hijo o hija en brazos.
-No cabe duda que serán unos buenos padres para mi sobrino como lo han sido para mis sobrinas.

Luego de anotar unos datos los tres pasaron a una parte del consultorio donde Temo se acostó en una camilla y Ari se sentó a su lado sin soltar su mano. Robert encendió la máquina y aplicó el gel en el vientre de Temo.

-Está frío- dijo Temo soltando una pequeña risa.
-Ya te irás acostumbrando- dijo Robert comenzando a mover el aparato sobre el vientre del castaño-. A ver pequeñito, déjate ver. Aquí está su bebé, muchachos.

En la pantalla se mostraba una pequeña manchita, los ojos de la pareja se cristalizaron ya que estaban viendo a su bebé

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En la pantalla se mostraba una pequeña manchita, los ojos de la pareja se cristalizaron ya que estaban viendo a su bebé. Aún no podían creer lo que estaba pasando.

-Tahi, allí está nuestro bebé- dijo Temo sonriendo.
-Te amo Temo- dijo Ari dándole un beso a su esposo-. Gracias por darme esta dicha de ser papá.
-¿Y está todo bien, Robert?
-Todo está perfecto, el bebé está muy sano y al tamaño que debería estar- dijo Robert-. ¿Quieren escuchar el corazón?
-¡Si!

Robert apretó unos botones y con ello se pudo escuchar los latidos del bebé. Ari y Temo estaban conmovidos al escuchar ese hermoso sonido, pero sus rostros se volvieron de confusión porque los latidos se escuchaban un poco raros.

-¿Todo bien, primo?- preguntó Ari.
-¿Qué pasa, Robert?- preguntó Temo un poco preocupado-. ¿Por qué se escucha así el corazón de mi bebé?
-Tranquilos muchachos, ahora lo reviso- dijo Robert.

Robert revisaba bien el ultrasonido, Temo ya derramaba lágrimas y al notar eso Ari se acercó para calmarlo dándole varios besos.

-No quiero que le pase algo a nuestro bebé, Tahi- decía Temo llorando.
-Tranquilo mi amor, va a estar todo bien- dijo Ari-. Nuestro bebecito estará bien. ¿Verdad, Robert? ¿Robert?
-Así es Temo, no hay nada de que preocuparse- dijo Robert mirando la pantalla sorprendido-. Los dos están bien.
-¿Las dos?- preguntaron confundidos.
-Si, Temo... ¡Estás esperando mellizos!

Familia Corcega López Donde viven las historias. Descúbrelo ahora