27. Día del padre

266 32 3
                                    

Ari y Temo dormían cómodamente esa mañana de domingo sin imaginar que ciertas personitas ya se habían levantado y se encontraban en la cocina preparando una sorpresa.

-¿Ya está todo listo?- preguntó Anya en voz baja.
-¡Si, vamos a darles la sorpresa!- dijo Nidia emocionada-. Vamos Duke y Aleu.

Las niñas tomaron las cosas y acompañadas de sus perros se dirigieron al cuarto de sus padres. Entraron sigilosamente, colocaron las cosas en un mueble y estaban listas para despertar a sus papás.

-¡Buenos días!- gritaron emocionadas y brincando en la cama, Duke y Aleu les siguieron el juego también para despertar a sus dueños, la pareja comenzó a despertar en medio de risas.
-¿Quiénes nos despiertan tan temprano?- decía Ari.
-Buenos días mis niñas- dijo Temo-. Pero también les hago la misma pregunta que su papá, ¿qué hacen despiertas tan temprano?
-Nos despertamos temprano para ser las primeras en decirles... ¡Feliz día del padre!

Ari y Temo al escuchar esa felicitación sonrieron con mucho sentimiento, se sentaron en su cama y abrieron sus brazos para que sus hijas los abrazaran.

-Gracias ratoncitas- dijo Ari sonriendo.
-¿Saben algo, hijas?- dijo Temo-. Hoy es un día muy feliz para nosotros porque tiempo atrás también sentíamos felicidad de festejarle este día a nuestros papás, ahora que nos toca a nosotros sabemos la felicidad que ellos sentían.
-Queremos que tengan un día inolvidable y para ello les preparamos una sorpresa- dijo Anya-. Cierren los ojos.

Los mayores hicieron lo que se les pidió y las niñas fueron por las cosas que habían dejado sobre el mueble, los acomodaron sobre la cama y les pidieron a sus padres que abrieran los ojos.

-¡Sorpresa!- dijeron ambas con emocion.
-¡¿Ustedes hicieron todo esto?!- preguntaron con impresión.
-¡Si!- dijo Anya-. Yo les preparé estos deliciosos desayunos.

-Y yo les preparé este pastel- dijo Nidia-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Y yo les preparé este pastel- dijo Nidia-. Aprendí de ti, papi Temo.

Las lágrimas en los ojos de la pareja no se contuvieron y abrazaron a sus hijas, a pesar de que recién el día comenzaba ya sentían que era el mejor día del padre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las lágrimas en los ojos de la pareja no se contuvieron y abrazaron a sus hijas, a pesar de que recién el día comenzaba ya sentían que era el mejor día del padre.

-Perdón si no les regalamos algo más, pero ya no teníamos dinero- dijeron las niñas un poco apenadas.
-No se preocupen mis amores, nosotros no necesitamos de algún otro regalo cuando el mejor que tenemos son ustedes- dijo Temo.
-Su papá tiene razón, mis pequeñas- dijo Ari-. Desde que llegaron a este hogar nos han llenado de mucha felicidad y eso es suficiente para nosotros.

Las niñas abrazaron aún más a sus padres y decidieron hacerles compañía mientras desayunaban. Todos veían una película acostados en la cama, Ari se acercó un poco a Temo y lo abrazó por la cintura mientras lo miraba con amor.

-Feliz día del padre, Tahi- dijo Ari dándole un beso-. Sé que aveces no es fácil sacar adelante a una familia, pero nos tenemos uno al otro para enfrentar cualquier adversidad. Te amo.
-También te amo, mi amor- dijo Temo devolviéndole otro beso-. Mis hijas no pudieron haber tenido un mejor papá que tú, eres un ejemplo para ellas, todos los días te desvives por verlas crecer sanas y felices.

Ari y Temo se sentían orgullosos de ser unos maravillosos papás, continuarían dándole a sus hijas todo el amor del mundo.

Familia Corcega López Donde viven las historias. Descúbrelo ahora