Mi engreída - Jenlisa G!P

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Pov.Jennie.

Sueño...

- Jennie, tenemos que ir todos a esa fiesta. - dice mi papá.

- Pero por que?.

- Por que es importante, nosotros haremos negocios con personas que irán junto con sus familias, además los Im también irán. - dijo mi madre y suspiro resignada.

- Bien, iré a prepararme. - dije y subo a mi habitación.

Me di una ducha y me vestí con un vestido corto que muestra mis hombros de color blanco y un broche dorado aún costado de mi cintura, unos tacos no tan altos de color blancos también y me maquille sencillamente. Mi cabello lo peine, dejando un poco callendo a un lado y el otro caía en cascada por mi espalda.

Bale a la sala y ya estaban todos ahí, salimos en dirección al salón donde será la fiesta.

- Jen, mira allá es tan tus amigas, y no querías venir. - dijo mi papá y yo me despedí de ellos para ir a la mesa donde están mis amigas.

- Holis. - dije sentandome con ellas.

- Hola Jen. - dijo nayeon.

De pronto todo cambia y ahora yo estoy yendo al baño.

Siento que alguien chica conmigo y derrama su bebida en mi vestido.

- Oh, lo siento mucho señorita, discul-

- Que te pasa?! Eres una idiota?! - digo y cuando le veo la cara, es una chica con flequillo muy linda.

- Ya le dije que lo siento.

- No me importan tus disculpa imbécil, como te atreves a tocarme.

- No te toque. - dijo rodando los ojos.

- Eres muy atrevida, nadie puede hablarme sin mi permiso. - dije y ella sonrió.

- Tan linda y tan engreída. Estas desperdiciando esa belleza. - dijo mirándome de arriba a bajo.

- Como te atreves a mirarme de esa manera. - dije y ella alzó sus manos en forma de paz.

- Sólo estoy viendo. - dijo y yo vi la gran mancha morada de mi vestido.

- Es mi vestido nuevo! Lo arruinaste!. - Le grite.

- Te encanta llamar la atención. Quieres que te compre uno nuevo?.

- Ni en 100 años reunirias lo que cuesta este vestido. - Le dije y ella sonrió.

- De hecho, yo le regalé uno igual a mi madre, y la verdad si está muy caro, puedo comprarte uno. - dijo. - Dame tu número para ponerme en contacto contigo así entregarte el vestido.

- Buen intento, no te daré mi número. - dije y ella ríe haciendo que yo sonría levemente.

- Tienes una sonrisa linda, si sonríes más seguido tal vez, sólo tal vez, termines enamorandome. - dijo y sentí mis mejillas calientes.

- Sigue soñando. - dije.

- Tienes novio?. - dijo y yo asentí. - Mentirosa, sin yo tuviera una novia tan linda como tu no la dejaría venir sola a una fiesta. - dijo y yo rodé los ojos.

- Eres una tóxica.

- Cuál es tu nombre? - dijo sacando su teléfono.

- Jennie Kim.

- Y tu número?. - dijo aún mirando su teléfono.

- Es.. - no termine y la mire con una ceja levantada. - no voy a darte mi número.

- Bien, lo conseguiré por mi cuenta. - dijo y guardo su teléfono.

- Cuál es tu nombre?

- Lalisa Manoban pero puedes decirme Lisa. - dijo.

Fin del sueño.

Me levanté exaltada.

- Lisa...

Por que estoy soñando con una desconocida para mi, por que esa chica me hace sentir algo tan raro. Vi la hora y eran la 5 y 45 de la mañana, d espues de este sueño no podré dormir más así que me lenate de la cama y fui a darme una ducha.

Pov.Lisa.

Eran las 9 de la mañana y yo quería ver a mi bebé. Estoy parada enfrente de la puerta de la habitación de Jennie hace media hora.

Suspiro varias veces y tocó la puerta escuchando una respuesta de Jennie para entrar. Cuando entró Jennie está sentada en la cama vistiendo a la bebé.

- Buenos días. - dije acercandome.

- Buenos días. - ella responde sin mirarme.

- Hola bebita. - dije tomando una manita de la bebé. - Como dormiste. - Le pregunté a Jennie.

- Mm..bien. oye necesito hablar contigo, soñé algo muy extraño, tu estabas en el sueño. - dijo y yo sonreí sentamdome en la cama.

- Y como fue el sueño? Anda dime. - dije sonriendo.

- Ammm...tu..estábamos en una fiesta, yo iba hacia el baño y tu chocaste conmigo, derramaste vino en mi vestido y..

- Espera, tu...me recordaste? - dije y ella frunce el ceño.

- Te estoy diciendo que fue un sueño, sólo quería que lo sepas, yo no te conozco.

- Jen, nosotras nos conocimos de esa forma. - dije y ella me miró sorprendida. - Tu tenías un vestido blanco con un broche dorado a un costado de tu cintura, yo...esa noche trate de que me dieras tu numero. - dije.

- Sólo fue un sueño. - dijo y siguió vistiendo a la bebé.

- No importa lo que digas, fue un recuerdo. - dije.