␥ : 𝐄𝐏𝐈́𝐋𝐎𝐆𝐎 🫖

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𝑮𝑾𝑰-𝑵𝑨𝑴

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𝑮𝑾𝑰-𝑵𝑨𝑴.

No tardé mucho tiempo en darme cuenta que la amaba, me tomé enserió mis sentimientos cuando la palabra que tenía escaso peso en mi vida fue la misma que salió de sus suaves y rojizos labios, provocando un dolor más intenso que cualquier acuchillada o mordida: adiós.

He sobrevivido, sé que la capacidad mía y la voluntad de hacer cualquier cosa que me proponga es muy poderosa. Pero a pesar de eso, me es difícil seguir en pie reprimiendo a cada segundo las ganas de tomar a cualquier persona del mundo y devorar cada parte de ella, antes de que el apetecible olor de la agonía y el sabor de su cuerpo aún humano se desvanecieran por el presuroso dominio total del virus.

Un descubrimiento mío en todo este tiempo, esque la carne cruda sigue teniendo un buen sabor, superando por completo a algún platillo con la misma carne, pero esta sazonada y con un notorio proceso de cocción.

Y algo que detestaba más que nada en el mundo, era el sufrimiento de un animal. Un ser vivo inocente, de corazón puro, al cual de ser un humano podrías contarle tu más macabro secreto y este, lo guardaría bajo la llave de su honestidad. Es por eso que dejando del lado su gran sabor, me es más favorable hacer sufrir al lado malo de esto.

La tercera cosa descubierta, se trata del ciclo vicioso de buscar a alguien digno de llenar el vacío que llevaba por dentro. Comía tres veces a la semana, y eso si me sentía capaz de soportar una semana más para alimentarme.

Pero hoy era la excepción.
Mi quinta presa estaría esperándome en el último vagón del metro subterráneo.

Gangwon-do, quince minutos para que iniciera un nuevo día.

Y una nueva era.

Le había seguido desde que se había colado entre la hora pico de la noche, se sentó frente mío y tenía todo el tiempo sus ojos puestos en el teléfono que sostenía con sus dos manos. Parecía que mensajeaba con alguien, se le miraba sonriente y con el corazón en las manos, la una actitud común que más captó mi atención de él.

Cada estúpida sonrisa pintaba sus labios las incontables veces que la ruidosa notificación emergente sonaba, la sensación de un amargo y ácido líquido se hallaba en la boca de mi estómago. Haciéndome recordar que estúpidamente también, en algún tiempo, sonreí como imbécil al móvil.

Jamás había sonreído al teléfono de esa forma, no hasta que Ji-hye se convirtió en mi novia y antes de que el cojonudo de Su-hyeok me arrancara la pieza más importante de mi vida, el pilar que balanceaba y le daba sentido a mis días.

Así que no supe hasta este momento cómo le podía llamar al sentimiento que las acciones de mi próxima víctima me provocaba. Era la envidia.

Sorprendentemente el pelinegro, con jeans negros, de tenis blancos, alto y un aparente nerd que usaba gafas azules, me habia irritado lo suficiente para inducir la dosis exacta para provocarme ligeros espasmos en el corazón, descrito por todos nosotros como la envidia.

𝑪𝑨𝑵'𝑻 𝑳𝑬𝑨𝑽𝑬 𝑼 - GWINAM & SU-HYEOK   ༄ 「 TERMINADA 」 AUOADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora