Smaug despertó con el sol en su rostro y picazón en la nariz. Abrió un ojo y vio un arbusto de hojas secas frente a él, solo que no era un arbusto ni hojas secas, era la despeinada cabellera marrón de Bilbo que le hacía cosquillas en la mejilla. Levantó un poco la cabeza de la almohada para observar al chico; pestañas largas y claras, cejas pobladas, nariz redonda y orejas ligeramente puntiagudas ocultas bajo sus largos mechones. Era un chico muy desordenado en apariencia, pero el desorden se veía bien en él.
Bilbo tomó una suave bocanada de aire y despertó parpadeando dos veces. Se encogió sobre su estómago para despertar su cuerpo y luego estiró las piernas, sus manos dormidas intentaron agarrar el borde de las sábanas para cubrirse mejor pero en su lugar sintieron el áspero tacto de piel humana. Bajó la vista descubriendo un par de brazos alrededor de su vientre con algo de vello a lo largo, también le llamaron la atención las largas uñas pintadas de negro mate, ya las había visto antes.
-Buenos días
El aliento del susurro a sus espaldas llegó a su nuca y le provocó un escalofrío. Bilbo se dio la vuelta aún entre los brazos ajenos y alzó la vista hacia los ojos ámbar de Smaug.
-Buenos días- contestó con una sonrisa.
-Hace frío
-Lo hace
-Y es temprano
-Lo es
-¿Quieres seguir durmiendo?
Tal vez era el frío, tal vez era el sueño, tal vez era el calor del cuerpo de Smaug que lo envolvía como una manta, pero Bilbo agrandó su sonrisa y se pegó al pecho de Smaug, podía sentir el corazón del mayor latir dentro de él.
-Me gustaría
Ambos cerraron los ojos y disfrutaron del contacto un poco más hasta que alguien se aclaró la garganta, claramente llamando su atención. Smaug frunció el ceño al ver a Thorin de pie frente a ellos.
-Ya sé que es domingo pero no puede quedarse mas tiempo
Bilbo se liberó del agarre, lo que provocó un gruñido de parte de Smaug y se sentó en la cama.
-Solo un poco más. Deja que desayune con nosotros
-Nos meterás en problemas, Bilbo
-Entonces puede desayunar aquí en el cuarto, le traeré comida de la cafetería
-¿Acaso es tu novio? Deja que se vaya
Bilbo encogió los hombros y bajó la cabeza apenado.
-Lo siento, tienes razón, Thorin. No debería quedarse
-Está bien mientras que lo entiendas. Iré a la cafetería, te espero allí
Cuando Thorin dejó el cuarto Bilbo suspiró pesadamente y se dejó caer en el colchón a un lado de Smaug.
-¿Quieres que me vaya?
El menor giró sobre sí para encarar a Smaug, sus grandes ojos azules se le hicieron adorables al pelinegro.
-No realmente. Pero es cierto que no puedes quedarte
Smaug miró los ojos de Bilbo por unos segundos, se sentó y luego se puso en cuatro sobre él.
-¿Y si fuera tu novio?
-¿Qué?
-¿Si fuera tu novio podría quedarme?
-Lo dudo, esa sería una mejor razón para no dejarte estar en mi cuarto
-¿Por qué?
-Porque las parejas se besan y... abrazan...
Smaug se iba acercando más a su rostro con cada palabra. Bilbo tragó saliva y se mojó los labios.
-¿Y qué más?
-Y-Y tienen.. tienen...
Los ojos ámbar del mayor eran hipnotizantes, como oro puro llamando al más codicioso ser. Contrario a lo que se esperaba, fue Bilbo quien estiró el cuello y tomó los labios de Smaug con los suyos, rodeó su cuello con los brazos y lo atrajo hacia sí para recostarse en la almohada. Una de las manos de Smaug se posó en la cintura del menor y la otra en su mejilla, sintiendo la suave piel del castaño. El contacto era bueno pero insuficiente, así que Bilbo abrió la boca y al instante la lengua de Smaug entró en ella, recorriendo toda la cavidad y saboreando cada rincón. Entonces Bilbo sintió algo frío y se apartó del beso sorprendido, Smaug estaba confundido
-¿Tienes un piercing en la lengua?
-Sí. ¿Te molesta?
Bilbo empujó a Smaug para sentarse en la cama, sus ojos brillaban de emoción.
-¿Puedo verlo?
Smaug abrió un poco la boca y apenas asomó su lengua fuera de esta. Bilbo vio la perla metálica asombrado, entonces tuvo un pensamiento y se lanzó sobre Smaug para quitarle la chaqueta con la que había caído dormido.
-¿Qué haces?
-¿Tienes más? He visto que la gente se hace en los pezones, ¿tienes perforados los pezones?
Bilbo estaba a punto de remover su camiseta cuando fue apartado por unas fuertes manos en sus hombros. Smaug tenía una expresión de leve sorpresa y Bilbo se sintió mal por ello.
-Lo siento, eso estuvo mal. No debí quitarte la ropa así de repente
Su expresión apenada llegó al corazón de Smaug. Lo soltó, se quitó la camiseta y dejó a la vista una perforación de ombligo simple pero que asombró al menor.
-¿Puedo tocar?
Smaug asintió. Bilbo acercó lentamente los dedos y los posó en el abdomen del mayor, su tacto era áspero y cálido provocando leves cosquillas en él. El dedo mayor se deslizó por el espacio entre las dos perlas y los otros rozaron su vientre.
-Que bonito
Bilbo subió la vista por el torso del chico hasta encontrar sus ojos nuevamente. Posó una mano en el hombro de Smaug, la otra en su pecho y se lanzó a besarlo empujando sus cuerpos contra el colchón. El mayor llevó sus manos a la cintura del castaño y las deslizó por debajo de su camisa para acariciar su espalda. Sintió el cuerpo del menor temblar por un escalofrío cuando pasó sus dedos por el relieve de su espina y soltó sus labios justo para escuchar el suspiro de placer que le provocó. Las manos de Bilbo, lejos de estar libres, recorrían el fuerte abdomen del mayor y jugaban con la perforación. Lo mismo hacia su lengua, rodeaba, succionaba y jugaba con la perla en la boca del contrario.
Sus cuerpos se acomodaban al del otro gradualmente hasta que comenzaron un baile sincronizado en el que Smaug levantaba sus caderas para subir a Bilbo y besarle el cuello y el menor utilizaba el movimiento para tener mas contacto con el torso del otro. Todo se sentía tan bien, tan correcto, y estaban tan perdidos en las sensaciones que ignoraron el sonido de un teléfono hasta que acabó en el suelo por la vibración y el sonido del golpe los sorprendió.
-Ay, no. Tu teléfono- Bilbo se alejó de Smaug y recogió el objeto del suelo. -Que bueno, no le pasó nada
Se lo entregó con la pantalla encendida y entonces Smaug vio el mensaje.
-Mierda. Tengo que irme
Se levantó de la cama para ponerse los zapatos y Bilbo le pasó su camiseta.
-Uhm, ¿Smaug?
-¿Sí?
-Mañana comienza la semana de estudio intenso y no podré ir al club por un tiempo. ¿Crees que podamos seguir viéndonos aún así?
Smaug guardó el teléfono en el bolsillo de su pantalón, tomó el anotador que estaba en la mesa de noche para escribir, se acercó a Bilbo y le dio un beso en los labios.
-Esperaré tu llamado
Y con eso hecho se fue corriendo de la universidad, dejando a un Bilbo soñador sonriéndole a una hoja de papel.
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Dark Boyz (Freebatch Crossover)
FanfictionExisten lugares que incomodan a cierta gente; cómo una tienda de tatuajes, una Sex Shop, un burdel o un antro. Pero la gente necesita dinero, para ganarlo se requiere tener trabajo y algunos se conforman con lo que venga. Cuatro jóvenes trabajadores...