Dark Boyz (Freebatch Crossover)

Romantic Boi

Hector regresó con Peter a su local luego de dejar al pequeño con Smaug. El mas alto se puso a acomodar apenas llegaron ya que había perdido tiempo de ventas por ese ridículo plan que parecía haber funcionado.

-¿Y tu amigo está bien?- preguntó Peter.

-Está reflexionando sobre lo que hizo

-...Después de cerrar podemos tener nuestra cita

-¿Esta noche?

-Estoy libre. ¿Tú?

-Uhm..Claro. Dejé unos asuntos pendientes en la bodega, pero creo poder acabarlos a tiempo

-¿En la bodega?...- Peter volteó a ver a Hector con sorpresa. -¿Aún tienes a ese tipo allí encerrado?

-Y no planeo dejarlo ir

-¿No es peligroso?

-Pete- Hector se acercó y le puso una mano en el hombro a la vez que sonreía pacíficamente, -no estabas equivocado cuando pensaste que mi familia es como la mafia

-Creí que solo te gustaba... No sé que creía, cielos...

-Hakuna Matata, Pete

-¿Qué?

-No te angusties. Entonces, ¿dónde tendremos esta cita?

-Estaba pensando en el café de la otra vez

-Me encantaría, pero Julian tiene ocupada la noche y Daniel también. El lugar estará cerrado

-Entiendo. ¿A dónde te gustaría ir entonces?

-Pues..el cine siempre es buena opción por más cliché que sea y están reestrenando una película de terror

-¿Serás capaz de quedarte callado y quieto por mas de una hora?

-¿Quién dijo que vería la película?

Hector deslizó sus dedos por el cuello de la camisa de Peter de forma sugestiva y comenzó a reír cuando el rostro del mas alto se tornó rojo. Se alejó y guardó las manos en los bolsillos.

-Si así lo quieres, simplemente podemos ir a un club

-¿Un club?

-Antro. Smaug trabaja en uno y nos puede meter sin pagar entrada

-¿Acaso ustedes son todos delincuentes?

-Tenemos nuestros momentos

Peter suspiró agarrándose el puente de la nariz y negó con la cabeza.

-¿Cómo me metí con ustedes?

-Tomaré eso como un sí. Ahora será mejor que regrese a mi negocio

Antes de poder irse, Peter agarró del brazo al rubio para detenerlo.

-¿Qué haces?

-¿Sí sabes lo que significa esta cita?

-Que te gusto y quieres que yo vea tu potencial como posible compañero romántico

-..Bien

Soltó su brazo para dejarlo ir, pero Hector lo miró unos segundos y giró todo su cuerpo hacia él. Chasqueó la lengua y paseó la mirada por la tienda.

-Aunque aquí está mi duda- detuvo su mirada sobre el mas alto e inclinó la cabeza. -¿No dijiste que eras hetero?

Peter apretó los labios, frunció el ceño y le dio la espalda para ir hacia el mostrador. Hector se relamió y sonrió divertido.

-Era mentira. Te gusté desde el primer día, ¿no es así?

-No sé de que estás hablando

-Oh, pero sí sabes. ¿Te parezco atractivo? ¿Te gustan los chicos malos? ¿Acaso te llama la atención lo perverso que soy?

Peter bajó el libro de ventas y miró a Hector con el ceño fruncido.

-No sé lo que me atrae de ti y no quiero averiguarlo. Prefiero que la incógnita quede en el aire

-Entonces de verdad te gusto

-¿Por qué otra razón querría una cita contigo?

Hector movió la lengua dentro de su boca con los labios ligeramente separados y volvió a formar una sonrisa. Peter solo frunció aún mas el ceño.

-¿Qué te parece tan divertido?

-El que estés avergonzado de tu pequeña declaración

-Yo no estoy avergonzado

-¿No?

-No. Estoy molesto

-No es malo que te gusten los hombres

-Te equivocas, no me molestan mis sentimientos. Me molesta que me gustes tú. Tú de entre todas las personas con las que me pude haber cruzado. Tú, un psicópata sádico que vende juguetes para adultos. Tú, un hombre libre que claramente disfruta ir por ahí y acostarse con quien se le dé la gana sin importarle los sentimientos del otro. Tú, que solo quieres pasar una noche conmigo porque te atraigo físicamente y luego solo deshecharme

Hector borró su sonrisa, tensó la mandíbula y frunció el ceño.

-Pues lo siento si esperabas otra cosa y si esa es la impresión que te di. Es bueno que lo hayas notado antes de la cita, así no estarás decepcionado

Se dio la vuelta y finalmente dejó la tienda de ropa para regresar a su propio local. Fabian lo saludó pero fue ignorado. Hector caminó hasta la puerta de la bodega y se detuvo frente a ella.

-¿Cuanto le queda?- preguntó con voz calma.

A Fabian lo recorrió un escalofrío.

-No mucho, quizás unos días

-Trae la cuchara- Fabian se quedó en el lugar, Hector apenas movió la cabeza para mirarlo. -¿Acaso no me oíste? Quiero la cuchara

-Pero esa..-

-¡Trae la puta cuchara, Fabian!

El mas alto se metió tras el mostrador y de una caja al fondo del estante sacó el pequeño utensilio. Se la dio a Hector quien la arrebató de sus manos y volvió la vista a la puerta.

-No quiero distracciones de ningún tipo. Llama a Maynard en una hora para que limpie el desastre

-Sí, jefe

-Y nadie tiene permitido entrar. Nadie

-Sí, jefe

Con eso dicho, Hector se metió a la bodega y allí se encerró. Fabian rápidamente bajó las persianas de la tienda y cerró con llave, pronto se pudieron escuchar los gritos de dolor y agonía de la víctima por toda la tienda. Fabian no se molestó en contactar a alguien, simplemente guardó las llaves en su bolsillo y se puso a desarmar y rearmar su arma para pasar el rato.