7. Alcohol

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—¿Eh? —cuestioné confundida

—Sólo cómo se siente Dahyun, es lo único en lo que piensas, ¿Verdad?

Aquello me desconcertó demasiado, la miré con asombro y hablé.

—No es eso, Jeongyeon me contó y siempre fuiste muy unida a ella, por eso yo...

—Es asunto nuestro —me interrumpió.

Aquel tono y su repentino cambio de actitud terminaron por molestarme, ella es la que me dejó, ¿Por qué se molesta? ¿Es por mí o por Dahyun?

—Y lo que pasa entre Dahyun y yo también es asunto solo nuestro —respondí en el mismo tono, haciendo énfasis en las últimas dos palabras.

—Está bien, entonces no me digas qué hacer con ella porque yo sé lo que hago.

—Si sabes lo que haces entonces dime ¿Por qué me besaste ese día? ¿Por qué estás aquí? ¿Y por qué te molesta tanto que Dahyun esté conmigo?

Momo no esperaba esas preguntas ni el cambio en mi actitud, pude verlo en su mirada y la forma inconsciente en la que se alejó de mí.

—¿Cuál día? —atinó a preguntar.

—Ya sabes de cuál hablo, Hirai —respondí con firmeza, porque era claro que lo sabía— No vas a decirme que no es mi asunto, porque claramente sí lo es.

—Aunque no lo creas, no es asunto tuyo —tomó sus cosas y se levantó— me voy, se hace tarde.

Suspiré.

—Otra vez huyendo, Momo... —coloqué una mano sobre mi frente— ¿Cuándo enfrentarás las cosas?

—Lo estoy haciendo y no te das cuenta.

—La chica que tengo frente a mí no es la misma que amé, es una cobarde —solté con rabia, sin pensarlo ni un segundo.

Sus ojos se cristalizaron y su expresión se oscureció, se levantó y me miró.

—Tengo que irme —dijo en un tono más calmado.

—Adelante —imité el tono y señalé la puerta.

Apenas se dirigía hacía el lugar señalado sonó el timbre.
Sin importarle, Momo abrió la puerta así que me levanté para ver de quién se trataba.

Era Dahyun.

Momo la miró con enojó pero también tristeza.

—No es lo que parece, Dubu —me adelanté a decir.

—Claro, solo dormimos juntas —respondió sarcásticamente la chica de pelo azul.

—Yo... No quería interrumpir nada, solo quería ver a...

—¿A Sana? —interrumpió Momo— sí, lo sabemos.

—Basta Hirai —reprendí.

No podía quedarme solo mirando cuando los ojitos de Dahyun pedían ayuda. Momo resopló enojada.

—No te mentí, Momo, si eso es lo que te molesta, no sabía que estabas aquí —dijo Dahyun.

Momo negó y salió, no sin antes soltar unas palabras bruscas.

—Quédate con tu noviecita.

Ambas sabíamos que iban dirigidas a la coreana.

—Lo siento por venir sin avisar —habló ignorando completamente lo que escuchó.

—No te preocupes, no es tu culpa, pasa Dubu.

Así lo hizo, con cuidado dejó la bolsa que traía en la cocina y se percató de los Hot cakes.

Go Back For Me | SamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora