Go Back For Me | Samo

42. Acepto

Subí con cuidado las escaleras, aliviada porque no tendría que hacer más limpieza exhaustiva durante el día, entré a la habitacion y encontré a Momo secando su cabello, algo raro si me preguntan debido a que ella siempre suele olvidarlo y termina dormida con el cabello húmedo y eso no es bueno, por eso cada que eso sucede me encargo de secarlo con cuidado.
No se dió cuenta cuando entré a la habitación, así que me coloqué detrás de ella y sostuve sus manos para tomar la toalla.

—Déjame ayudarte, cariño.

Aceptó al apartar las manos y acomodarse de mejor forma sobre la cama para que me fuera más fácil ayudarla.

—Gracias —me dijo después de un momento y yo simplemente asentí con un monosíblabo, pasando la toalla con cuidado sobre su cabello.

—No es nada —respondí y dejé un beso sobre su mejilla cuando terminé de secar su cabello—. ¿Quieres quedarte aquí? O podemos mirar una película en la sala, tú elige.

—Veamos algo, ¿Te parece bien? —asentí.

Me levanté de la cama y estiré mi mano para que ella la tomara, lo cual hizo de inmediato. Nuestros dedos se entrelazaron de manera natural, salimos de la habitación y bajamos las escaleras hasta que llegamos al sillón.
Solté su mano y me senté en el sillón más grande y cómodo, abrí los brazos para indicarle que se acercara a mí, sonrió y se sentó sobre mis piernas, enfrentándome con una sonrisa coqueta. Sus rodillas se apoyaron suavemente a los lados de mis caderas y sus brazos los colocó alrededor de mi cuello, con su peso sobre mis muslos.

—¿Aquí? —cuestionó con voz inocente.

Sonreí y mis manos instintivamente se movieron hacia su cintura, sonsteniéndola con suavidad

—Aquí está perfecto.

Solté una risita y ella se acercó para darme un suave beso, apenas dándome oportunidad de saborear sus deliciosos labios, pues cambió su posición, se recostó sobre mi cuerpo, con su espalda apoyada sobre mi pecho y su cabeza sobre mi hombro, la abracé y tomó el control, comenzó a buscar la película perfecta en la lista de Netflix. Mi atención se centró en su cabello suave y brillante, así que sin pensar extendí mi mano y comencé a acariciar sus mechones con cariño, deslizando mis dedos por su cabello como si fuera seda.

Momo no se movió, pero sonrió ligeramente y su atención seguía centrada en la pantalla, pero su cuerpo se relajó ligeramente, disfrutando del contacto.
Mis dedos se movieron con suavidad, trazando patrones suaves en su cabello. Sentí la textura suave de sus mechones y el calor de su cuero cabelludo. Era un momento tranquilo, solo nosotras dos, perdidas en nuestra propia burbuja de amor.

—¿Qué te parece esta? —preguntó Momo, mostrándome la portada de la película en la pantalla.

—Sí quieres verla, está perfecto —respondí sonriendo, sin dejar de acariciar su cabello.

Momo sonrió y seleccionó la película, mientras yo seguía entretenida con su cabello hasta que recordé lo que dijo el día de ayer mientras estaba ebria y no pude evitar querer hablar de ello, o ver si podía recordar algo de lo que me dijo.

—Momo —llamé.

—¿Mhm? —respondió aún mirando la película, pero sabía que me prestaba atención, asi que segui hablando.

—¿Sabes qué es lo que más me gusta de tí?

—¿Qué? —cuestionó con curiosidad, tratando de darse la vuelta para verme un poco.

Traté de reprimir una sonrisa porque no sabía si recordaría o no, así que tal vez podría divertirme un poco.

—Que dices lo que sientes y piensas —hablé inicialmente. Dejé de acariciar su cabello por un segundo y con esa mano toqué la punta de su nariz de forma efímera—. Especialmente cuando estás un poco borracha...