9. Cena

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Solté una carcajada al leer los mensajes de Jeongyeon en mi pantalla, ni si quiera Nayeon se había atrevido a decirme algo desde que las dejé solas.

Por otro lado este día no podía faltar al trabajo, así que ordené mis cosas y me olvidé por completo de la existencia de mí celular, me bañé, me puse lo primero que encontré y cuando estaba por salir de casa vibró con insistencia, como si no quisiera que me olvidara de él, aunque al revisarlo se tratara de una llamada de Jeongyeon.

—Sana —su voz sonaba preocupada, incluso, me atrevería a decir que desesperada lo cual despertó mi sistema de alarma.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien?

—¿Sabes algo sobre Momo? —suspiré. Así que de eso se trataba.

—Vamos Jeongyeon, ¿Ella es el único tema de conversación que tenemos? 

Estaba cansada, tanto me había costado dejar lo sucedido de lado para que mi amiga volviera a mencionarme ese nombre, es más, ¿De qué se enteró?

—No lo es, pero su esposo me llamó diciendo que no había llegado a casa.

Mi corazón se detuvo, ¿Cómo que no había regresado? Miles de pensamientos comenzaron a cruzarse por mi cabeza incluyendo escenarios de cualquier tipo de tragedia.

—¿Cuándo fue eso? —me apresuré a preguntar.

—No me dijo, ¿Sabes algo o no?

—No sé nada —llevé la mano que tenía libre a mi frente— saldré a buscarla.

No dejé que respondiera, guardé mi celular y bajé lo más rápido que pude hacia mi auto.

La verdad es que no tenía ni idea de dónde comenzar la búsqueda, ¿Y si algo malo le había pasado? Tantos años sin contacto frecuente me dejaba con una lista demasiado reducida sobre dónde buscar, y mis sentimientos estaban por encima de la razón.

Conduje sin rumbo alguno durante unos minutos, mirando a todos lados buscando a Momo entre tantas personas.
Pronto, una llamada me distrajo de mi labor, respondí y la voz de Yoo me recibió.

—La encontré —informó, aliviada.

Mi corazón por fin estaba tranquilo y el dolor de cabeza que estaba a punto de intensificarse disminuyó considerablemente.

—¿Dónde? ¿Ya está contigo?

—No, está en casa de sus padres.

¿Se fué de la nada hasta Busan?
Recuerdo que sus padres se mudaron ahí unos meses después de que nuestra relación terminara y ella había decidido quedarse aquí en Seul junto a su hermana.

Me quedé en silencio, no sabía qué decirle a mi amiga.

—Ella sólo va ahí cuando quiere escapar —explicó.

Go Back For Me | SamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora