11. Montañas rusas

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Después de aquella noche y lo que ví, mi alarma fue la encargada de levantarme a las 10:00 de la mañana... No tenía tantos ánimos para salir de la cama, ni siquiera de abrir los ojos, pero tenía que hacerlo, así que antes de todo miré mi celular encontrando tres mensajes de Jeongyeon que me aliviaron por completo.

Le envié un mensaje para que estuviera enterada de que ví los mensajes y coloqué una alarma para más tarde, deseaba dormir otro poco, pero, el problema fue que ya no pude hacerlo más, y me encontré media hora dando vueltas por toda la cama hasta q...

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Le envié un mensaje para que estuviera enterada de que ví los mensajes y coloqué una alarma para más tarde, deseaba dormir otro poco, pero, el problema fue que ya no pude hacerlo más, y me encontré media hora dando vueltas por toda la cama hasta que decidí levantarme y empezar con la rutina de siempre, hasta que llegó el desayuno... Momo tenía razón, había comprado todo lo escencial para que pudiera preparar algo decente, y así lo hice aunque no tenía hambre por las emociones que estaban acumuladas en mi estómago.
Comí poco a poco aunque no quisiera pues de lo contrario podría llegar a desmayarme, y no quería que una tarde de diversión terminara en un susto para todas mis amigas.









[...]






Bajé del auto con nerviosismo pues llevaba mucho tiempo sin verlas a todas y pasar un momento con ellas, me aseguré de cerrar bien el auto y me dirigí hacia la entrada del parque de diversiones, donde ya me estaban esperando, y cuando estuve a una distancia decente, mis ojos la miraron primero a ella... Ahí estaba, tan linda, sonriendo junto a las demás con tanta felicidad; su cabello ya estaba como la foto que ví ayer, teñido de negro, con ese fleco que la hace ver tan hermosa.

No importaba qué pasara, incluso si era el fin del mundo... Mis ojos siempre la mirarían a ella.

—¡Eh, Sana! —llamó con alegría Jihyo.

Se giraron en mi dirección y sonrieron, agitando su mano en el aire para saludarme, a excepción de una, que solo me miraba.

Cuando por fin llegué a su lado, un golpe en el hombro me hizo borrar la pequeña sonrisa que tenía para cambiarla por una mueca de dolor y pronto una de reproche hacia la persona que me había golpeado.

—Te dije puntual —habló Jeongyeon.

Llevé una mano a mi hombro para aliviar el dolor y asentí.

—Ya sé, pero había tráfico, además solo fueron 10 minutos.

—Tiene razón, Jeong —intervino Jihyo— había tráfico y nada nos cuesta esperar 10 minutos.

Jeongyeon comprendió lo que había sucedido gracias a las palabras de Jihyo, así que nos encargamos de comprar nuestros boletos para por fin entrar al parque de diversiones y disfrutar de la tarde, como dijo Mina.

—Oí que las palomitas aquí son deliciosas —habló Nayeon.

—Pero primero vamos a los juegos, no queremos que vomites —dijo Tzuyu, ganando una mirada asesina de Nayeon, hasta que intervine.

Go Back For Me | SamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora