3. Recuerdos

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Recuerdo a la perfección el día que Momo decidió dejarme... Recuerdo aquella salida al centro comercial en la que se notaba distraída y distante -desde hace tiempo lo estaba pero esa vez era más notorio-, no correspondía cuando tomaba su mano, no correspondía cuando le decía "Te amo" y no besó mis labios hechos un puchero como siempre solía hacerlo...

Fue ahí cuando supe que algo iba mal, pero en ese momento nadie lo dijo, solo inventé una excusa para salir de ahí.

Apenas llegamos a su casa ella subió a su habitación y se encerró durante dos horas... Horas en las que permanecí sentada fuera de la puerta pidiendo que ésta fuera abierta.

Cuando por fin lo hizo me levanté y la miré con preocupación...
Su rostro estaba totalmente lleno de lágrimas, el maquillaje se encontraba corrido sobre su cara y sus sollozos comenzaban a salir.

Quise abrazarla pero sus manos empujándome lo impidieron... Pregunté qué pasaba y ella solo guardó silencio.

—Momo, ¿Qué pasa? —volví a preguntar.

—Quiero que terminemos.

Un vacío se apoderó de mi estómago, un balde de agua completamente helada cayó sobre mi cuerpo y mi corazón pareció romperse gracias a toda la presión que sentía en el pecho... El dolor era real, podía sentirlo en las lágrimas que comenzaron a caer gracias a esas palabras y a la expresión en el rostro de Momo. Juraba que los golpes dolían menos; que el dolor físico era mil veces mejor que el emocional.

—¿Es Nayeon? —cuestioné en un sollozo.

—Desde hace mucho dejó de ser ella... Sana, estoy enamorada de alguien más.

Fue todo lo que necesité para romperme por completo, para que todo mi ser se transformara en pedazos frente a ella.

—Lo siento tanto Sana...

—Yo lo siento más, Momo.

El sentimiento de aquel final era indescriptible, las palabras no pueden describirlo y creo que nunca lo harán mientras mi vocabulario no sea tan extenso para ello... Aunque estoy segura de que la palabra para explicar éste sentimiento aún no existe, y en caso de que lo haga no abarcaría tantas cosas, pensamientos y sentimientos en un simple conjunto de letras.

Me di la vuelta y caminé hacia la salida del departamento con el corazón y el alma hechos trizas... No podía culparla por amar a alguien más, por cansarse de mí... Algún día podría pasar ¿No es así?

Antes de que pudiera abrir la puerta la señora Hirai entró por ella y me miró asombrada.

—¿Qué ha pasado, Sana? ¿Todo bien?

Más lágrimas escaparon de mis ojos al escuchar esas palabras y admirar la confusión en la madre de Momo... Pero no debía incomodarla, ni a ella ni a Momo.

—Momo y yo terminamos, señora.

—¿Por qué? ¿Volvieron a discutir?

Negué.

—Me tengo que ir, gracias por todo. Por favor cuide de Momo.

Di una pequeña reverencia y me apresuré a salir.

Momo nunca fue detrás de mi, no dijo mi nombre antes de salir del departamento, no tomó mi muñeca ni me llevó de regreso a ella y sus brazos... Y eso, solo confirmaba lo mucho que amaba a ese chico.

Así que me di cuenta que, a veces, alguna forma de decir "Te amo" es el "Adiós" por más que doliera, a veces el amar a alguien es el deseo de ver a aquella persona feliz sin importar que no sea contigo.

Go Back For Me | SamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora