17. Lo que pasó

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Momo POV.

Llegué a casa apresurada y con el corazón hecho trizas en las manos porque Heechul quería verme y era importante.
Lamenté dejar a Sana para ir corriendo con él, mi cuerpo y mi mente la reclamaban a ella para quedarnos en la burbuja a la que me transportaba con tanto cariño, pero aquí estaba frente a él después de un golpe de realidad, agitada y con una expresión de preocupación profunda que él pudo notar enseguida, al igual que yo había notado a Minatozaki cambiar su actitud y estado de ánimo después de ver el nombre de "Mi esposo" en la pantalla, y no sabía qué hacer o decirle, no tenía permitido dar explicaciones aunque muriera por hacerlo. En ese momento no había nada que yo pudiera hacer por ella o por mí, me sentía como un títere; usada y falsa.

Mi impaciencia por saber lo que pasaba lo incitó a hablar, y era lo que me imaginaba, pero parecía ser más serio que antes.

—Ya sabes lo que te voy a pedir, ¿No? —respondí con un monosílabo—. Creo que estamos en problemas.

No dije nada.

Iba a pasar tarde o temprano, ¿No es así? Solo era cuestión de tiempo para que se dieran cuenta.
Él no se atrevió a romper el silencio y me dejó sola en la habitación, sin ruido externo pero sí con el de mis pensamientos.

Tan solo media hora después se encontraba en la habitación de nuevo vistiendo un traje negro y aparentemente buscando el perfume.

—¿Vas a salir? —pregunté, mirándolo.

—Sí, no sé cuánto voy a tardar —colocó el perfume sobre puntos específicos de su cuerpo.

—¿Es por trabajo?

Suspiró y se acercó a mí.

—No importa lo que te diga, ambos sabemos que no —me miró directamente a los ojos—. Me llamaron.

—¿Por qué?

—Sabes lo que quieren.

Lo sabía, vaya que lo sabía a la perfección y el miedo comenzaba a invadirme con rapidez ante lo que él me diría al llegar de esa reunión. Lo había arruinado todo y nos había metido en problemas a los dos por un capricho.

Mi mirada le transmitía disculpas o tal vez súplicas por una y él parecía entenderlo porque no estaba molesto, ni siquiera en su voz podía notar una pizca de esa emoción y sus ojos seguían viéndome con cariño.

—Te contaré lo que pasa cuando llegue, trata de dormir mientras.

Asentí aunque esa petición era imposible si no sabía nada acerca de la situación. Pedían verlo por muchas razones, incluso por el tema del dinero, aunque era muy rara la vez que eso sucedía. Aún así, pareció convencerse y tomar un abrigo del armario para dirigirse a la puerta y dejarme en el departamento pidiéndome no esperar despierta. 
Me acosté con cuidado sobre la cama y suspiré.



"Sana se negó porque es estúpida, pero quiero creer que tú eres inteligente y sabrás lo que te conviene, ¿No es así?"



Quería ser estúpida junto a ella, un par de idiotas enamoradas, así que al principio me negué, pero fue cuando dejaron caer la segunda bomba que se encargaría de hacerme aceptar y ver que negarme sí era realmente estúpido y suicida... O al menos así lo pintaron para mí.

¿Qué haces cuando el problema es más grande de lo que pensabas? Cuando todo se hizo como una bola de nieve y el silencio era la única opción.
Todo señala a que eres egoísta, que solo piensas en tí mismo y huyes de los problemas en lugar de enfrentarlos, pero, en un mundo como este el dinero y el poder ganan ante lo que es "correcto" incluso con un muy buen puesto y dinero la justicia pierde de vista lo incorrecto y coloca la balanza en la dirección que la persona con dinero lo desea.

Go Back For Me | SamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora