Go Back For Me | Samo

24. Déjalo, Momo

Momo POV.

—Momo —llamó Heechul, abriendo la puerta un poco para que pudiera verlo y, a su vez, él pudiera verme a mí.

—¿Si?

—Te buscan, en la puerta —bajó la mirada-, dicen que traen algo para tí.

¿Para mí? Se me hacía extraño, no había pedido nada por internet... Además lo miré con duda, ¿Por qué él no había recibido el paquete o lo que sea que llegó?

Eso lo hizo hablar para aclarar todo, como si hubiera leído mi mente o mi rostro hubiera sido lo suficientemente expresivo como para delatarme.

—Pidieron específicamente que salieras tú, yo no puedo recibirlo.

Eso me daba la última respuesta, aunque no la principal.

—Oh, gracias, iré a ver.

Caminé hacia la puerta y él se apartó, dándome el paso, diciendo que estaba bien y que me esperaba.
Bajando las escaleras Boo estaba sobre su camita, descansando hasta que sintió mi presencia o tal vez mi olor, eso lo impulsó a levantarse contento y comenzar a mover la colita para seguirme en mi camino hacia la puerta principal que se encontraba entreabierta. La abrí y pude encontrarme a un chico vestido formalmente y una camioneta del tipo de entregas o envios estacionada frente al portón de la casa.

—¿Señorita Hirai Momo? -cuestionó en cuanto me vió.

—Sí, soy yo.

El hombre soltó un suspiro de alivio y sonrió.

—Me alegra encontrarla en casa, el señor que me recibió dijo que era Kim Momo.

Era verdad, al ser su esposa yo dejé de ser Hirai para convertirme en Kim... No iba a molestarme con él, no tenía por qué hacerlo, el matrimonio era real y no conocía al hombre bien vestido así que más valía decir que era Kim, por las apariencias y cosas de ese estilo.

—Ah, es mi esposo -dije sin más, aunque su expresión delataba confusión.

—Oh, claro, venía a entregarle algo.

Fue en dirección a las puertas traseras de la camioneta y sacó un arregló de flores realmente precioso pero se veia pesado ya que el hombre al entregarlo me pidió que tuviera cuidado. Asentí y lo tome entre mis brazos, sintiendo el olor de esa cantidad de flores.

—Y esto de aquí, me pidieron que se lo entregara aparte y lo guardara muy bien -guiñó un ojo y sonreí, abriendo el sobre con un poco de desesperación.

Solo hasta que todas las flores se marchiten dejaré de amarte, cariño mío.

P.D. Cuídalas muy bien.

Sana... Estoy segura que fue ella, esa hermosa caligrafía y el apodo lo decían todo, aún si no estaba firmada la tarjeta, lo cual era algo inteligente.

—Eso es todo señorita, tenga un buen día.

—Gracias, igualmente.

Subió a la camioneta y yo me apresuré a guardar el sobre dentro de la bolsa de mi pantalón, cerré la puerta y caminé hacia la casa hasta que Heechul me interrumpió.

—¿El paquete si er... —y se detuvo, mirando lo que yo traía entre los brazos acompañado con una enorme sonrisa.

—Sí, es para mí —respondí, aunque me desanimó un poco ver cómo su expresión decaía.

—¿Te dijeron quién lo mandó?

—No, tampoco trae tarjeta, pero son hermosas, ¿No es así? —asintió.