Prepárense, porque esto va a ser algo diferente jaja 😅😅
***
Izan
- Hola Vittorio Salvatore. - digo. - Te dije que nos volveríamos a ver.
Ahora teniéndolo de frente y más de cerca, con la luz dándole, puedo observarlo con más atención que aquella noche. Sus ojos son de un color claro, no son ni celestes, ni verdes, del todo, es una combinación de ambos. Tiene una mirada profunda y honesta. Su cabello es de un bonito color cobrizo, lo tiene largo y revuelto, dudo que se peine en las mañanas. A su rostro lo cubre apenas una leve barba, y sus labios son finos.
- ¿Habíamos quedado en eso? - pregunta extrañado, consiguiendo que me sorprenda, aún así logro camuflarlo detrás de mi expresión neutra. - Porque no lo recuerdo. - sigue. - Por ejemplo, está mañana había quedado con mi amiga para hacer un trabajo, y la dejé plantada. Me llevé la regañada del siglo. Ahora se ve que también te he dejado plantado a ti. Si voy a terminar por comprarme una agenda y empezar a apuntar las citas que haga.
- ¿Has dejado plantado a una chica y sigues respirando? - pregunta Astor, a mi derecha, unos pasados más atrás.
- Es que no es cualquier chica, Beth es especial, ya sabes... - le responde, meneando la cabeza.
Yo sigo sin dar crédito a lo que oigo. Para este punto siempre duelen empezar a lloriquear y pedir por sus miserables vidas.
- ¿Y aún así la dejaste plantada? - sigue preguntando el menor.
- Bueno, si lo pones así, suena bastante mal, pero... - queda pensativo. - Ahora que mis pensamientos vuelven a acomodarse, acabo de recordar que tengo una cita con ella está noche. Ya dejarla plantada dos veces es demasiado, nadie sale vivo de algo como eso. Así que... - posa sus ojos entre verdes y celestes, en mi. - Si podemos adelantar este tramite que nos quedo pendiente, o reprogramar, eso ultimo sería lo optimo incluso. Me dejas tú nombre, yo está vez si lo apunto y nos juntamos otro día, sin tener que llegar a esto. - mueve el cuerpo, que se encuentra amarrado con la soga a la silla. - Me parece un poco extremista. - vuelve a quedar pensativo. - Por cierto, el golpe estuvo de más. Aún me duele la cabeza.
- Lo siento, fue accidental. - se disculpa Novak, a mi otro lado. - Le erre al sacar tú cuerpo del auto. No calcule la cabeza.
- ¿¡Me dieron la cabeza contra el auto!?
- El se refería al golpe que yo le di. - le susurra Astor a Novak.
- Ah... - dice este. - ¡He dicho que fue accidental! - exclama.
- Vaya forma de tratar a la gente que secuestran.
- ¿Qué diablos está mal contigo? - pregunto con voz firme, la pregunta que ronda en mi cabeza desde que empezó a hablar.
Suspira. - Me vengo preguntando lo mismo desde hace rato. - responde. - De hecho, todos los que me conocen se lo preguntan.
Eso si que no me sorprende.
- Que triste historia la tuya. - digo con sarcasmo. - Pero ahora está a punto de volverse más triste cuando acabe contigo. Te arrepentirás por lo de anoche. Me voy a asegurar de eso.
- ¿No podemos tan solo perdonar y olvidar? - pregunta. - ¿Fumar la pipa de la paz? ¿Ondear una bandera blanca en señal de rendición, de ambos lados?
- ¿Perdonar y olvidar? - pregunto serio. Lanzo una risa. - No soy Jesús, ni tengo Alzheimer.
- ¿Tienes tiempo para oír la palabra de Dios? Porque yo si lo tengo, y creo que no será en vano, si eso significa que al final del día nos vamos a perdonar.
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Hijo de la Mafia (Mafia Marshall IV)
RomanceTodo cambia en la vida de Vittorio Salvatore, cuando una noche su camino se cruza con el del peligroso jefe de la mafia, que controla todo en su ciudad. Un hombre imponente, cruel, poderoso, que no le tiembla la mano al momento de disparar a lo que...