Izan
Luego de un rato, Vittorio decidió que quería regresar a la habitación para cambiarse de ropa y recostarse.
Al salir de la biblioteca nos cruzamos con Astor, quién nos aguardaba allí parado. Pude notar la angustia en su mirada.
- Vitto, cuando lo siento... - comienza a decir apenado. - No sabia que... - se detiene cuando él apoya una mano en su hombro y le dedica una leve sonrisa.
- No te preocupes. Fui yo, no tú. - dice con voz suave. Le sonríe nuevamente y sigue con su camino.
Mi hermano lo observa alejarse, sorprendido. Me mira. - Izan, lo lamento. No quise...
Niego. - No importa. Él está bien... o al menos nos aseguraremos de eso, ¿si?
Asiente. - Si... - responde por lo bajo.
Dejo un beso en su cabeza. Me mira algo confundido, pero antes de que puedo decir algo más, yo comienzo a caminar.
- Izan. - una voz firme a mis espaldas hace que me detenga en seco.
Carajo.
Me doy la vuelta y lo veo observándome con su mirada severa, esa que pocas veces a usado con nosotros, pero que cuando lo ha hecho a logrado que se nos hiele la sangre. Está cruzado de brazos. Detrás suyo veo a Astor alejarse con rapidez. Desgraciado. Ojalá pudiera escaparme con su misma facilidad.
- Papá, ahora no es un buen momento. - digo serio, manteniendo las distancias.
Solo quiero subir las escaleras y volver a estar cerca suyo.
- A la biblioteca. Ahora. - ordena y se gira hacia donde acabo de salir.
Suspiro. De nada sirve resistirme, y voy detrás suyo. Cierro la puerta al entrar. Lo miro, sigue observándome con severidad.
- ¿Novak está muy molesto? - pregunto, ya que él no empieza a hablar.
- No. - responde firme. - No está molesto, está preocupado. Como todos nosotros, en realidad. ¿Qué le has hecho a ese chico? - pregunto. Veo al dolor en su mirada.
- ¿No has escuchado lo que ha contado? - pregunto molesto. - Por una vez, no tengo nada que ver.
- ¿Y lo de arrojar al mar, que? ¿Es un juego entre ustedes?
Meneo la cabeza. - Algo así.
- Tú hermano ya soltó la lengua.
Suspiro irritado. - Voy a matar a Kai.
- Más pequeño.
- Maldito Astor, niñito de mamá. - me quejo con fastidio.
- ¿Y que tiene que ver él con las decisiones que tú tomas? - pregunta serio. - ¿Qué es de los que primero se habla en el clan?
- ¿Qué un Marshall siempre tiene la razón?
- Te estoy hablando en serio. - dice severo, apuntándome con el dedo. - No somos unos santos, pero al menos siempre nos metemos con personas que están en el mismo juego, que se lo merecen tanto como nosotros.
Aparto la mirada. - Ya lo sé... - digo por lo bajo.
- Y si lo sabes, ¿¡Por qué tienes encerrado a ese muchacho!? - exclama firme, pero sin levantar la voz, porque no lo necesita.
Creo que nunca lo vi tan molesto.
Regreso mi vista a él. - Solo era un juego papá, no...
- ¿¡Un juego!? ¡Estamos hablando de una persona!
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Hijo de la Mafia (Mafia Marshall IV)
RomanceTodo cambia en la vida de Vittorio Salvatore, cuando una noche su camino se cruza con el del peligroso jefe de la mafia, que controla todo en su ciudad. Un hombre imponente, cruel, poderoso, que no le tiembla la mano al momento de disparar a lo que...