Capítulo 34

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Vittorio

Caminamos en silencio hasta que llegamos al departamento que comparto con Bass. O al menos que solía. 

Me invade una sensación de tranquilidad, pero a la vez inquietud, cuando al entrar noto que todo sigue igual que siempre. Mi escritorio con mi computadora y todas mis cosas encima, continúa al fondo, junto al enorme ventanal. 

Él está detrás mío, en silencio, mientras yo me voy acerando. Me detengo al quedar junto este. Observo mis cosas, pero en parte siento como si no lo fueran y eso me logra angustiarme, pero eso queda de lado cuando coloca su mano en mi hombro y lo apreta en un gesto reconfortante, como diciendo "Aquí estoy". 

Bajo mi notebook veo una pila de papeles, que al apartarle queda el descubierto mi rostro, impreso en un cartel. "¿Me has visto?. Comunícate a este número si sí. Se ofrece recompensa". 

- Para ser alguien que le toma fotografías a otro, la tuya no se ve muy bien. - comenta divertido, consiguiendo sacarme una risa. 

Me doy la vuelta, chocándome con su sonrisa arrogante. Le golpeo levemente el brazo con mi puño. 

- No todos podemos ser tan fotogénicos como tú. - digo. 

- Culpable. - dice con orgullo. Queda serio. - Si no sabías quien era, ¿Por qué tomaste la foto? - pregunta. 

- Creí que ya lo te había dicho. Me gusta fotografiar extraños solitarios. 

- Eso fue lo que respondiste en ese momento. Quiero saber ahora. - sigue, con algo de insistencia en su voz. 

 Estoy por burlarme de él y llamarlo arrogante narcisista, pero hay algo que me dice que en verdad quiere saber, como si fuera importante. Me hace querer preguntarle que quiere oír y decírselo solo para que me sonría. 

Da unos pasos, quedando más cerca de mi, a tan solo unos pocos centímetros de distancia entre nuestros rostros. Nuestros alientos se mezclan. Debería apartarme. Debería. Pero no quiero. 

- Dime. - me pide, no me ordena. 

- No lo sé del todo bien... - comienzo a decir, apenas si logro que mi voz salga por mi garganta. - Puede que porque me resultara extraño que alguien como tú pudiera sentirse solo. - hago una pausa. - O puede que porque me sentí reflejado en tú soledad. 

- Yo también me he sentido solo. - menciona, al igual que yo en voz baja. - Sin importar que me encuentre rodeado de personas. 

- O puede que haya sido tú mirada... - sigo, sin apartar mis ojos de los suyos. - Algo en ella me resultaba extraña.

- ¿Extraña?

- Cautivadora. - respondo sin pensarlo. - Quería estar más cerca, descifrarla. 

Da un paso más cerca de mi. Mi corazón comienza a acelerarse por la cercanía de él. Mis manos sudan. Me falta el aire. 

- Aquí me tienes, más cerca. - dice con esa voz ronca, que me logra que me recorra un escalofrío por todo le cuerpo. - Puedes descifrarme, si eso es lo que quieres. 

- ¿Me dejarías? 

- ¿A ti? Pues claro. - continúa. Me observa en silencio por unos segundos. - Solo a ti. 

Somo a mi....

- Sabes, yo también... 

- ¿A que te refieres? - me pregunta confundido. 

- Nunca hable con nadie de lo que pasó con... con mi hermano, con Mark. - confieso. 

Me mira sorprendido. - ¿Nunca lo hablaste con nadie? - pregunta extrañado.

Hijo de la Mafia (Mafia Marshall IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora