De la noche a la mañana.

CAPÍTULO 10.

Solo llegue a la puerta de la cocina ya que Jace salia de ella y decidí platicarle lo ocurrido, omitiendo la pelea entre Michael y yo.

 Miro a Jace confundida. —¿Cómo que lo sabías?

Jace suspira—Mira Chiara me enteré hace 2 años—abro los ojos—Escuche a Claudia hablar con la señora Shepard, pero no entiendo el porque moriría atropellado.

—¿Por qué no me lo dijiste?

—Por que era la época donde estabas emocionada por entrar a la universidad, habías encontrado una razón para seguir adelante, no iba a arruinar todo por las mentiras de Claudia.

Asiento con la cabeza asimilando—Esta bien deja lo asimiló—camino hacia las escaleras.

—¿No ibas a al cocina?

—Necesito procesar todo esto—hago un alemán con mi mano—Quiero estar sola.

Doy la vuelta y camino nuevamente hacia las escaleras, siento como alguien me sostiene del brazo impidiéndome seguir. Miro mi brazo y luego miro como Michael está con el ceno fruncido. —Michael ahora no.—me zafo de su agarre y subo las escaleras.

Cierro la puerta de la habitación de un puertazo. Cómo carajos paso esto tan rápido, según esto era para olvidar mi pasado pero parece que me hace saber más de el.

Tomo mi teléfono y marco el número de Claudia.

Un tono.

Dos tonos.

Tres tonos.

Buzón de voz.

Vuelvo a llamar.

Buzón de voz.

Siento la necesidad de aventar el teléfono pero me contengo, son muy caros como para darme el lujo de estarlos tirando por ataques de ira.

Dos toques en la puerta me sacan de mis pensamientos.

—Pase.

Michael entra a la habitación y cierra la puerta. —¿Te peleaste con Jace?

—No—me siento en el borde de la cama, esperando a que diga algo. —Solo viniste para quedarte callado o vas a decir algo importante.

—Si vengo por qué un pajarito me dijo que estabas de un humor pésimo.—mete las manos en los bolsillos de su pantalón.

—Ese pajarito llamado Jace Murphy—sonrió—Idiota.

—Así es pero a mí se me hace que ese pajarito estaba preocupado por ti—se acerca a mi—¿Que pasa?—se arrodilla frente a mi, pero aún así tengo que seguir alzando la cabeza pero verlo a los ojos.

—Jace lo sabía y no me había dicho.

—¿Lo de tu papá?

—Si según por qué "estaba muy emocionada con entrar universidad y que no quería arruinar mi felicidad"—hago comillas con mis dedos—miro su pecho—Me duele que no me lo haga dicho, era como una pista importante para saber cómo murió mi padre, el sabía que yo estaba buscando la verdad.

—Mira yo no te puedo decir nada al respecto por qué no tengo ni idea de cómo está todo esté problema, pero estoy seguro que Jace solo quería protegerte.

—Pero aún así fue injusto.

—Jace es un buen chico, lo hizo por tu bien—toma mi mentón y lo alza—¿Que harías tú en su lugar?

—Pegarme en el rostro una y mil veces por haberle ocultado la verdad a mí hermosa hermana—bromeo.

—Mi rostro es hermoso no haría eso—intervine Jace detrás de la puerta.

Sonrió—Chismoso

—Mugrosa.—me ataca.

—Fuckboy.—contra ataco

—Greñuda.

—Idiota.

—Estúpida.

—Ojos de moco.

Abre la puerta y asoma su cabeza—Mis ojos son de color limón, son hermosos.

—Tu eres hermoso.

—Lo se—me sonríe con suficiencia—Ya puedes dejar de tocar la pierna de mi hermana—le dice a Michael y este la quita rápidamente, levantándose.—Así me gusta, a dos metros

—No seas toxico—le digo riendo.

—¡Ja! ¡Yo!—se señala—¿Tóxico?

—Si.

El teléfono de Michael empieza a sonar. —Un momento—pide retirándose.

Jace se adentra a la habitación —¿Te gusta?

Frunzo el ceño—¿De que hablas?

—El estaba preocupado por ti cuando subiste las escaleras, me busco en la cocina y me preguntó si todo estaba bien. Yo le conté y el se ofreció a ayudarme para que arreglarnos las cosas.

—¿Y eso que tiene que ver?

—Que le importas y no sé si te diste cuenta pero te hablo con ternura y te estaba tocando disimuladamente la pierna.

—No, no me di cuenta.

Toques en la puerta nos distraen, miro a Michael con el ceño fruncido.

—Necesito un favor.

¿Ahora que pasa?

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