La conexión espiritual que puedes llegar a tener con una persona es increíble, es la sensación más hermosa, pero a la vez más dolorosa.
Cuando esa persona esta alegre, te comparte de su alegría con una sola sonrisa, su tristeza la puedes notar a kilómetros aún así la esconda, te preocupa el hecho del porqué está así, y aún así tengas una pelea con esa persona, no importa lo fuerte que sea, en el fondo la terminas perdonando. Por qué esa persona se ha vuelto tan importante en tu vida, que piensas que no hay una sin ella, no te imaginas las noches sin ella, ni las mañanas, ni los atardeceres o amaneceres.
Pero cuando un latido los separa de estar juntos es lo peor, cada segundo se vuelve en un minuto, es como si todo estuviera en cámara lenta, mi corazón se detiene y late con esfuerzo.
—¡1...2...3! ¡Despeguen!
Su cuerpo se arquea en la camilla gracias a la descarga eléctrica que proporciono el desfibrilador. Mis ojos van directamente a la máquina que marca su pulso.
Suelto un suspiro al ver cómo su pulso cardíaco vuelve a la normalidad, mis ojos botan las lágrimas que tenían contenidas. Escucho varios suspiros de alivio a mi alrededor. —Lo logramos, la paciente volvió a su pulso normal.
—Gracias, gracias, gracias dios—susurro—Gracias...
Su mano está fría, la sostengo hasta llegar a terapia intensiva donde la arrebatan de mi lado —Hasta aquí puede pasar, ¿Es familiar de la paciente?—pregunta la enfermera.
—Si, es mi novia.
Ella asiente con la cabeza—Le daremos informes muy pronto, por lo mientras, lo invito a tomar asiento en la sala de espera. Ella estará bien.
Asiento con la cabeza y tomo asiento en una silla, miro por la ventana que está frente a mi, la lluvia se a disparado, pero hace un calor terrible.
Mi mente no pude procesar todo lo que está pasando, es demasiado rápido, todo esto, va muy rápido. Mi ansiedad se dispara, pensar en perderla hace que la cabeza me quiera explotar. No puedo, ella es una pieza importante en mi vida.
Ella es la pieza que complementa el rompecabezas que tengo de vida.
Sin esa pieza el rompecabezas no estaría completo, yo no estaría completo, no puedo dejarla ir.
Me pongo de pie y camino hacia las puertas que me dirigen a la habitación donde la metieron.
—¡Joven, joven! No puede pasar.
—Me importa un carajo, necesito verificar que ella está bien.
—¡No me haga llamar a seguridad!
Me detengo frente a la puerta, siento como la situación se sale de mis manos y eso me desespera, necesito verla, pero no puedo dejar que me boten del hospital.
—¡Michael!
Me doy la vuelta y veo corriendo a mi abuela hacia a mi—¿Que paso cariño?—tan pronto como está cerca mío, me envuelve entre sus brazos.
Me es imposible no derrumbarme en sus brazos, me siento como una niño pequeño inofensivo, que le da miedo la oscuridad.
—Ya, ya, shh—sus caricias suaves en mi cabello, me relajan—Todo estará bien.
—La estoy perdiendo abue—mi voz se rompe—Estoy perdiendo a mi chica.
—No la estás perdiendo, los doctores están haciendo lo posible para que ella este bien.
—Es mi culpa.
—No, es la de Jonathan, el nos traicionó.
Me presiona con más fuerza—Traiciono a la familia Michael, te traiciono a ti.
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De la noche a la mañana.
Teen FictionTu vida puede cambiar de la noche a la mañana, una noche puedes estar en un bar bailando con un desconocido, cuando de pronto un tiroteo los interrumpe y el desconocido te da la opción de irte con el para salvar tu vida, decides aceptar ya que tiene...