De la noche a la mañana.

CAPÍTULO 45.

Hago en intento de sonreírle -No pasa nada-le respondo-Solo me he perdido.

El se hecha a reír, su risa es escandalosa y grave-Pobre de ti-su rostro refleja sarcasmo lo que me hace sentir una oleada de rabia. Michael sujeta el bolsillo de su pantalón y busca en el, saca el teléfono y me hace una seña-En un momento regreso, voy a contestar-me dice y se va.

Observo a mi lado y Ryan y Fernanda continúan en su rollo, el nerviosismo se apodera de mi al percatarme que Jonathan no quita la vista de mi. Tomo asiento frente a el y me dedico a observarlo, lo mismo que el hace. Su mano derecha sujeta una copa de vino el cual de lo lleva a la boca lentamente, toma un pequeño sorbo de el, humedeciendo sus labios. Mi corazón empieza a latir rápidamente cuando una sonrisa maliciosa se posa sobre sus labios, detrás de la copa.

Trago grueso y no bajo la mirada, el se hecha hacia delante-Has escuchado mi conversación ¿Cierto?-su voz es demandante y con una pizca de enojo.

Levanto el mentón-No se a que conversación te refieres, yo no he escuchado nada.

Su sonrisa se engancha, sus ojos me analizan y en este momento me quedo sin hacer ningún movimiento, cualquier signo de nerviosismo me puede delatar. El vuelve a recargarse en el respaldo del sillón, soltando un respiro-Bien.

Suelto discretamente el aire que tenia contenido en los pulmones-¿Entonces había una chica idéntica a ti, detrás de la puerta?

Ladeó la cabeza-¿Es pregunta o afirmación?

-Pregunta-contesta sonriente.

-Tu humor a cambiado mucho desde que te fuiste ¿No crees?

El vuelve a llevarse el vino a los labios-¿Que tengo de diferente? ¿Ya no soy tan amable contigo o con la pequeña "castaña"? ¿Es así como te llama el labioso de Michael, no?

Mi enojo rebasa límites-¿Que es labioso?

-Es una persona que con cosas bonitas endulza tu odio, te enamora y al final-alza la copa medio vacia-¡Bum! Te tira y pisotea a su antojo-tira el poco vino a la alfombra que cubre al piso.

-¿Que quieres decir?-pregunto brusca, ¿A este que le pasa?

-Vamos Chíara-vuelve a inclinarse hacia mi-No me digas que te creíste el cuento de que esta enamorado-sonríe-Ya obtuvo lo que quería ¿No?-se vuelve a recargar en el respaldo del sillón.

-Habla claro Jonathan.

-Michael ya obtuvo lo que quiera de ti-su mirada baja a mi cuerpo-Tu inocencia, tu cuerpo, tu excitación-las pupilas de sus ojos se dilatan.

Lo miro fijamente, la rabia recorre mis venas-No lo conoces, el no es así.

Su carcajada llama la atención de las personas a nuestro alrededor-Respuesta incorrecta, soy su primo, crecí con el, llevo años conociéndolo y tu-me mira con burla-Apenas unos meses...y ya crees en sus promesas de amor.

Tomo mi bolso y lo aprieto con fuerza-No te reconozco-escupo con rabia y me levanto para irme.

-Es por qué nunca me has conocido.

Me doy la vuelta y salgo del bar lo mas rápido posible, ¿Que mierda le pasa a Jonathan? Al estar fuera de este busco a Michael con la mirada.

No está.

La música aún se escucha fuera del bar, busco en la parte trasera pero tampoco se encuentra.

Saco del bolso mi teléfono y me decido a llamarlo. El buzón de voz entra y la grabador de mensajes comienza-¿Dónde estás? Necesitamos hablar es urgente.