CAPÍTULO 43.

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Buenas, buenas, les dejo una canción aquí arriba. Va con el momento asi que si pueden escucharla, me alegraría mucho.

Nombre de la canción: West coast //Lana del rey.

Es que luego Wattpad me da una mala jugada, y borra la canción. Sin más, aquí está el capítulo, espero y les guste.

<3

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Desde la oscuridad veo su espalda ancha, me he despertado a causa del calor que hace aquí, por un momento me había olvidado como era estar en la playa.

El saca el humo del cigarro, observo la vista que me da, es perfecta y extremadamente sexy.

Estoy enamorada.

Suelto un suspiro sin perderme un movimiento de el. Sacude el cigarro colocando la ceniza en el respectivo cenicero que tiene en el respaldo de la silla. Me pongo de pie y camino hacia el balcón, una brisa de viento me golpea, haciendo mi cabello hacia atrás, me acerco cada vez más a el y cuando estoy lo suficientemente cerca, paso mis dedos por sus hombros.

El le da una última calada al cigarro y lo apaga, acaricio sus hombros, paso suavemente mis manos por ellos. Exhala el último humo que tiene del cigarro y cierra los ojos dejándose llevar por mis caricias.

Estoy enamorada.

Mis manos bajan acariciando su pecho, su abdomen, el suelta un suspiro cuando mis manos continúan bajando. Las detiene cuando están demasiado cerca de mi objetivo—¿Que estás haciendo?—me pregunta con voz ronca.

Suelto un suspiro enterrando mi nariz en su cuello, me encanta su perfume, es tan embriagador y varonil —Estoy enamorada.

El sujeta mi barbilla haciendo que lo mire a los ojos, serios, intentado analizarme, analizar la situación. Me acerco mas a el rozando nuestro labios—Estoy enamorada—planto un casto beso—Mi chico.

Me regresa el beso, abro la boca dándole paso a su lengua, está se mueve apasionada, dándole una lucha a la mía. Se separa y hace que me siente sobre el—Tambien estoy enamorado.

Sonrió, el empieza a dejar besos húmedos en mi cuello—Mi castaña—hecho la cabeza hacia atrás cuando siento como succiona mi cuello, esto dejara marca, pero se siente extremadamente bien.

Mis caderas se empiezan a mover involuntariamente sobre el causando un suelte un gruñido. —Oh Mike.

El me sujeta más a el, sus besos baja hacia mi pecho. Empieza a acariciar mis brazos, provocándome pequeños escalofríos. —No pienso hacerte el amor en un balcón—dice sujetando mi rostro—Vamos a dentro.

Asiento con la cabeza y cuando estoy a punto de ponerme de pie el sujeta mis piernas con fuerza, se pone de pie y nos lleva hacia adentro. Rodeo mis brazos en su cuello sin dejar de besarlo, el me recuesta con delicadeza sobre la cama.

—¿Estás segura de esto? Si no, podemos parar—me pregunta mirándome a los ojos—No quiero que te sientas obligada a nada, quiero que estés segura.

Su mirada es compartida por honestidad y profundo deseo, mi vista se dirije hacia abajo, sería muy cruel dejarlo así y sería muy cruel dejarme a mi con tremenda exitacion—Estoy segura, nunca he estado más segura de tomar una decisión y ahora lo estoy.

Sonríe complacido y vuelve a besarme, cierro los ojos dejándome llevar por las sensaciones que me provoca su cuerpo, su calor, sus manos explorando el mío.

Mi ropa empieza a desaparecer como la de el, cuando quedamos en ropa interior me obligó a abrir los ojos. El respira agitado, su mirada no se despega de mi rostro, me observa a los ojos y lo hago también. El se sienta sobre la cama cuando ve mi intención—Me siento segura a tu lado—digo con voz ronca—Nunca has juzgado ni una parte de mi cuerpo y eso me hace sentir la seguridad de desnudarme sin pena alguna—me quitó el sostén, una explosión de deseo recorre sus ojos—Me haces sentir segura Michael.

De la noche a la mañana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora