Capítulo 27. Noche parte 1.

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La fiesta de bienvenida fue grande, a pesar de que la persona a quien estaba dedicada no se encontrara presente.

Todos habían preparado un regalo o palabras de bienvenida a Alicia, y lo tendrían que guardar para otra ocasión, era obvio que ambos licántropos no vendrían esa noche, muchos se preguntaron porque no se habían marcado.

Ahora la respuesta era clara, gracias a las palabras del Alexander.

La fiesta estaba aumentando de ánimo, el Alfa y la Luna creyeron que tendrían que estar muy activos para que todos los invitados no se fueran tan pronto, contrario a sus ideas, todos los presentes estaban más que felices.

Lo que ellos no sabían era que los rumores sobre Dalia siendo reclamada por el futuro Alfa se esparcieron como un incendio a pasto seco.

Los invitados a los que mayor ponían atención la manada era por supuesto a los 4 lideres de Elpis, y a la loba especial que buscaban con una mirada insistente.

Baje con un pequeño vestido negro que me llegaba a mitad de muslo, y un ligero suéter que ocultaba lo indecente del vestido. No tenía humor para una fiesta y tenía la intensión de estar solo una o dos horas por mucho. De ahí tomaría el auto de la bruja y me iría a Krima eran cerca de 5 horas a una velocidad alta, era tal vez muy poco inteligente considerando que llegaría a la 1 de la mañana allá, pero solo iría a hacer una cosa...

Lo que no me esperaba era que muchos de los licántropos de esta manada me invitaron a conversar, dulces, incluso unos jóvenes lobos que aún no tenían su transformación me invitaron a bailar. Por cortesía acepte, y me lleve una sorpresa más. Ellos realmente se comportaban agradables y muy atentos.

Todo iba de maravilla hasta que vi a Dalia, todos la veían de forma no tan disimulada, al principio sospeche que era por su vestimenta que era la misma que traía en la mañana, a ella le importaba poco lo que sucedía a su alrededor solo se dedico a observar como sus hermanitos jugaban con los demás cachorros de la manada.

Me hizo señas para ir a su lado, por supuesto lo hice, quería saber que sucedió con su mate para que él estuviera tan triste hace tan solo una hora.

— Hola.

— Eunice...

— ¿Como les fue después que me fui?

— Bien...

— Que bueno.

— Aja.

Las conversaciones con ella no solían ser largas, pero si tenía algún problema no se mordía la lengua para decirlo. Por lo tanto, si dijo que les había ido bien, significaba que no había pasado nada relevante.

O por lo menos nada malo.

— Buenas noches lobitas...

— Hola Shirley.

— Mmm

— ¿Qué se siente ser el centro de atención eh?

— ¿De qué hablas? — Shirley tenia razón, observe a nuestro alrededor los demás licántropos nos miraban esperando que algo sucediera. Y otra cosa... el Joven Alfa se encontraba a tres metros de distancia, ya entendía porque nadie se había acercado desde que entre en el perímetro de Dalia.

Cerré mis ojos tratando de apaciguar mi cabeza, por supuesto... ¿Por qué no lo pensé antes? Ahora la mayoría debe de conocer la verdadera identidad de Dalia. Ella seria su futura Luna, o eso era lo que esperaban.

— Eunice, necesito que me acompañes.

— ¿A dónde?

— A dónde pensabas ir. ¿De verdad te ibas a llevar mi auto sin mi permiso?

Un  rechazo más para una omega cualquiera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora