— Aggg, que demo... — El inicio de una nueva rutina daba inicio, Eunice se levantaba temprano, solo que igual que el día anterior la lesión en su brazo se mantenía jodidamente molesta y dolorosa — Maldito saco de pulgas descerebrado.
«Me lleva. Ayer no dolía tanto.»
Anoche fue la estúpida segunda vez que el Alfa agredía su brazo.
— A ver respira esto no es nada. Tranquila, tranquila...
Cómo todas las mañanas salió hasta su lugar secreto cerca del lago y se dio un baño.
— Por la puta Luna. — El agua fría del lago no era para nada una sensación agradable pero necesaria, eso lo sabía bien.
Generalmente la vida en las manadas iniciaba ya muy entrado el sol, para Eunice no era así, tantos años viviendo como humana le dejaron costumbres madrugadoras.
Regreso a su cuarto, con las pomada y vendas que trajo consigo desde un principio realizó una curación para su brazo. Procuro usar ropa de manga larga. Si algún lobo de garra Blanca la veía vulnerable le jodería el día de lo más lindo.
Desayuno en la plaza y luego con la delegación, y sí, estar con ellos, aunque sea solo unos pocos minutos, le daban suficiente paz mental.
Al ingresar a su nuevo salón de clases Eunice se metió de lleno en trabajo de "maestra". Aun no le daban las instrucciones correspondientes, pero era mejor avanzar para luego solo adecuar el trabajo a las demandas de Prisco, de las que estaba segura, no serían muchas, ¿que se suponía que un lobo ignorante como él llegaría a exigir?
Ella tenía la autoridad.
El conocimiento adquirido en los últimos 5 años le daban ese beneficio.
۞
Sala de reuniones.
12:34 pm
Ayer los altos mandos se sentaron junto con la delegación para "dialogar" la coordinación y disposición los beneficios del trato de Luna Azul, pero básicamente el Alfa solo bajo para aceptar la palabra del delta Arturo.
Hoy, los lobos de Garra Blanca se volvieron a reunir esperando ordenes de vigilar, intimidar, agredir y morder a los betas, deltas y omegas que les habían pisado la cola al atreverse a tocar su propiedad.
Algo que no sucedió.
El alfa dio algunas instrucciones para recibir los recursos otorgados por Ater, llegada prevista en dos días, y asigno algunos nuevos cargos.
La reunión terminó con la puntualización en las nuevas tareas de la futura Luna.
El Alfa se levantó primero y salió sin ningún remordimiento, dejando una sala llena de lobos frustrados e interrogantes. A excepción de la Luna y Jacinda ningún lobo estaba feliz con el desarrollo de los acontecimientos.
Ceder ante Ater sin más, en dos ocasiones los hacía sentir denigrados, y que a una omega se le asignara tutor de sus cachorros les irritaba mucho más que todas esas semanas en que se paseaba por la manada sin titubeo alguno.
El beta principal era el que más repudiaba la nueva asignación de su hija como dirigente de la llamada "educación básica". No por el evidente exceso de trabajo con el que el Alfa y la Luna la cargaban, o porque realizará las tareas que por obligación le correspondían a la Luna sino porque el inútil del delta Kefrén implícitamente estaría cerca de ella.
A Claus le irritaba la beta y no quería que se encontrará con su dulce mate. Quien sabe que estupideces le diría estando a solas.
Andru... él no quería más problemas, suficiente era con no haber descansado por dos noches y tener la molesta necesidad de tener el aroma de la omega cerca de él.
ESTÁS LEYENDO
Un rechazo más para una omega cualquiera.
Hombres LoboMi nombre es Eunice, soy una Licántropo de 28 años, actualmente busco la manera de entablar relaciones con las manadas de Oriente. ¿Quién lo hubiera dicho? Eunice Conti seria la criatura que pondrá solución a todo el desastre que se genero en un m...