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— Estás diferente hoy. —Theresa tomó un sorbo de su café y cruzó las piernas.

— ¿Diferente? ¿En qué sentido? —Jennie inconscientemente se pasó una mano por el pelo, no muy segura de si se refería a su aspecto físico.

— Parece como si tuvieras otras cosas en tu cabeza. Cosas buenas.

— Ah, ya... —Las mejillas de Jennie se ruborizaron. ¿Podía Theresa de verdad ver que estaba experimentando un flechazo?

— No te avergüences. Soy terapeuta. Estoy formada para leer a la gente. —Theresa hizo una pausa. —¿Has visto a Lisa otra vez desde la última vez que nos vimos? —Cuando Jennie asintió, continuó. —¿Te gustaría hablar de ella? Siento que Lisa está jugando un papel importante en tu vida ahora mismo.

— Sí... Me gustaría hablar de Lisa. —Jennie sonrió. Podía hablar de Lisa todo el día y toda la noche. —En realidad, la he visto unas cuantas veces. Nos hemos hecho amigas. —Dudó un momento. — No sé si lees los cotilleos, pero ha habido algunas especulaciones de que estamos saliendo. No es verdad, pero hemos pasado mucho tiempo juntas.

— No estaba al tanto de las especulaciones. No leo ese tipo de artículos, especialmente si se refieren a algunos de mis clientes — dijo Theresa. —¿Te molesta?

— En realidad, no —admitió. —Me molesta en el sentido de que no quiero que Lisa sufra por ello.

Theresa asintió y anotó algo en su libreta. — Mencionaste la última vez que hablamos que tenías sentimientos sexuales por ella. ¿Ha cambiado eso desde entonces?

— No se han ido, si eso es lo que quieres decir —dijo. —Si acaso, han crecido más aún. —Suspiró. —Siento la necesidad de besarla cada vez que la veo, y la última vez fue en su casa. Me quedé dormida encima de ella. No puedo ni empezar a describir cómo me sentí cuando me desperté. Fue tan increíble que fingí estar dormida por Dios sabe cuánto tiempo después de eso. — Siguió ruborizándose, casi sin creerse lo abierta que estaba siendo sobre esto.

— ¿Y crees que Lisa comparte esos sentimientos? —le preguntó Theresa.

— Sé que me encuentra atractiva. Hace comentarios de flirteo y la forma en que me mira me hace pensar que le gusto de esa manera. Desde que me dijo que era lesbiana, no he podido dejar de analizar su comportamiento. —Se aclaró la garganta. —Y no sé si me estoy imaginando cosas, pero podría jurar que tenemos una química fuera de lo normal cuando estamos juntas.

— ¿Has pensado en preguntárselo?

— Sí que lo he pensado, pero es algo difícil de mencionar. Hablamos de todo aparte de eso. Lo intenté pero bailó alrededor del tema. Pero salí del armario ante ella.

— ¿Lo hiciste? —Theresa parecía positivamente sorprendida. — ¿Y cómo te sentiste? ¿Salir del armario ante una amiga por primera vez?

— Genial. Me siento a gusto con Lisa y la conversación derivó de manera natural en esa dirección. Estaba nerviosa, claro, pero después no fue para tanto, y ahora he empezado a preguntarme por qué he estado tan aterrorizada de que la gente sepa que me gustan las mujeres todos estos años. —Se mordió el labio. —Esperaba que la conversación nos llevaría a algo más, pero ella solo me ofreció su apoyo y lo dejamos así. La he invitado a pasar un par de días conmigo en Palm Springs, así que veremos qué pasa.

— Entonces, ¿te gustaría llevar la amistad más allá?

— Sí —dijo casi en un susurro. —Pero también tengo miedo de arruinar la primera amistad verdadera que he tenido desde Helena. —Sacudió la cabeza. —Ni siquiera sé si estoy preparada para algo así. Todavía no soy yo misma, si sería inteligente por mi parte hace eso. ¿Crees que estoy preparada?

Mar De Amor [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora