Mar De Amor [Jenlisa]

37- FIN

— Lo entiendo, estaremos listas en un minuto. —Se volvió hacia Lisa. —¿Qué tal estoy?

— Como si te acabaran de follar. Creo que estaría mejor sin esto pero, aparte de eso, estás preciosa. —Lisa se echó a reír mientras sacaba las horquillas que sobresalían de la parte posterior de la cabeza de Jennie, soltando el pelo que se había convertido en un bulto desordenado en la base de su cuello. Pasó los dedos a través de él, luego limpió el último resquicio de rímel de debajo de sus ojos. —Lo siento, debería haber pensado en ello antes de...

Jennie la silenció con un beso y sonrió.

— No lo sientas. —Presionó su frente contra la de Lisa y susurró: —Te amo tanto y estoy tan orgullosa de estar aquí contigo.

— Yo también. —Lisa lanzó una mirada de reojo a la multitud de fuera y sintió los nervios borbotear ahora, a pesar del brillo feliz que la tenía en una nebulosa maravillosa. Se pasó una mano por el pelo, intentando domarlo después de que las manos de Jennie lo hubiera cubierto por todos lados. —Espera... ¿Qué tal estoy yo?

Jennie le lanzó un beso cuando se dio cuenta de que no quedaba tiempo porque el chófer había rodeado el coche y les estaba abriendo la puerta ahora.

— Estás perfecta, como siempre.

Salió, esperó a que Lisa saliera de la limusina y le cogió la mano, asintiendo para tranquilizarla.

— Va a ir bien, Lisa. —Se inclinó hacia ella y susurró: —y no te preocupes. Sé que parece intimidante pero son solo cámaras y puedes ignorar cualquier pregunta que te griten.

— Claro. —Lisa tuvo la sensación de que Jennie le dijo eso para tranquilizarse ella misma más que nada pero, de todos modos, asintió y le dio una sonrisa confiada.

— Ignorar a todo el mundo — murmuró para sí misma mientras caminaban hacia la alfombra roja, cogidas de la mano. Parpadeó un par de veces, no preparada para los flashes que casi la dejaron ciega, y se sintió un poco estúpida por haber subestimado el impacto abrumador de ese corto trayecto.

Bloqueando el ruido y las preguntas dirigidas a ellas, intentó calmar sus nervios mientras continuaba sonriendo.

Nunca había vivido la experiencia de Jennie como la actriz famosa que era. Para Lisa, ella era su amiga, una persona dulce, preciosa y maravillosa y, ahora, también su amante. Estar aquí con sus admiradores gritándole la trajo a la realidad y se sintió inmensamente orgullosa de ella.

"Tranquilízate, Lisa. Estás aquí para apoyar a Jennie, no al revés"

El abrazo que Jennie le dio fue suficiente para relajarla un poco cuando llegaron al final de la alfombra, delante de la entrada al cine, donde se estaban haciendo las fotos. Jennie levantó la mirada hacia ella y se rió, ajustando su pajarita, que colgaba en un ángulo extraño.

— Supongo que las dos parecemos como si nos hubieran dado una paliza. —Pasó sus dedos por el pelo de Lisa, y limpió los últimos vestigios del brillo de labios de las comisuras de su boca. Lisa se rió también y le quitó una horquilla que se había quedado en el pelo de Jennie. Cuando se lo guardó en el bolsillo, se dio cuenta de que la gente se estaba riendo.

— Creo que es bastante obvio lo que hemos estado haciendo — susurró al oído de Jennie.

Jennie tomó su cara entre sus manos y la miró a los ojos.

— Entonces podríamos confirmar sus sospechas. —Se inclinó hacia ella y la besó suavemente, luego sonrió contra los labios de Lisa mientras ella rodeaba su cintura con sus brazos y la acercó más. Los gritos se hicieron más fuertes y los fotógrafos se daban codazos para quitarse a los otros de en medio y poder obtener una imagen de ellas.